En la escuela, la sombra de Kelly y sus amigas todavía rondaba. Aunque ya no estaban presentes, su legado de hostilidad permanecía vivo en algunos compañeros. Un grupo de chicos, conocidos por su malicia, se cruzaba constantemente en el camino de Gaby. Entre comentarios sarcásticos y miradas despectivas, intentaban hacerla sentir pequeña.
Una tarde, mientras Gaby caminaba hacia la biblioteca, uno de los chicos le bloqueó el paso.
—¿A dónde tan rápido? —dijo con una sonrisa burlona.
Gaby mantuvo la calma y trató de rodearlo, pero otro se interpuso.
—¿Ya te crees intocable porque andas con Jungkook? —agregó otro, cruzando los brazos con suficiencia.
Gaby: Dejenme en paz, respondio con firmeza, aunque su voz traicionaba un ligero temblor
Justo cuando las cosas parecían empeorar, Jungkook apareció en escena. Su rostro reflejaba determinación y una pizca de enojo.
Jungkook: ¿Que esta pasando aqui? pregunto con voz grave y segura
Los chicos retrocedieron un poco, pero uno de ellos intentó mantener su postura.
—Solo hablamos con Gaby, ¿algún problema?
Jungkook dio un paso adelante, situándose entre Gaby y el grupo.
Jungkook: Si, tengo un problema.Si la vuelven a molestar, tendrán que lidiar conmigo.
El grupo intercambió miradas incómodas y, tras unos segundos de tensión, se retiraron murmurando.
Cuando quedaron solos, Gaby dejó escapar un suspiro de alivio.
Gaby: Gracias, Jungkook. No sé qué haría sin ti.
Él le sonrió suavemente, su expresión cambiando a una más relajada.
Jungkook: Siempre voy a estar para ti, Gaby. No importa lo que pase, no dejaré que nadie te haga daño.
Ella sintió una calidez indescriptible en su pecho. Aunque aún no eran pareja, Gaby sabía que Jungkook era alguien en quien podía confiar plenamente. Su amistad se estaba fortaleciendo, y con cada desafío superado juntos, sentían que algo más profundo comenzaba a florecer.
Los chicos, humillados por la intervención de Jungkook, no estaban dispuestos a dejar las cosas así. A la salida de la escuela, esperaron a Jungkook en un callejón cercano. Sabían que él solía tomar ese camino cuando acompañaba a Gaby a casa.
—¿Crees que puedes venir a dártelas de héroe? —dijo uno de ellos, cruzándose de brazos cuando Jungkook apareció con Gaby.
—Déjala ir, y enfrentémonos como hombres —añadió otro, su tono lleno de desafío.
Jungkook apretó los labios, pero su mirada no vaciló. Dio un paso adelante, situándose entre Gaby y el grupo.
Jungkook: No tengo nada que demostrarles, pero si creen que voy a retroceder, están muy equivocados.
Gaby tiró de su brazo.
Gaby: Jungkook, vamonos. No vale la pena susurró, sus ojos reflejando preocupación.
Pero antes de que pudiera reaccionar, uno de los chicos intentó empujar a Jungkook, quien rápidamente lo esquivó.
Jungkook: ¿Es todo lo que tienen? pregunto con voz llena de calma y control.
Entonces empezó la pelea. Aunque en desventaja numérica, Jungkook mostró su destreza. Moviéndose con agilidad, logró esquivar y contrarrestar los ataques de los chicos. Sin embargo, la situación se complicó cuando uno de ellos sacó un palo de madera, intentando golpearlo.
Fue entonces cuando Gaby, armándose de valor, gritó:
Gaby: ¡Detenganse! ¿Que les pasa? ¿De verdad necesitan atacar en grupo para sentirse fuertes?
Su voz resonó con tal fuerza que los chicos se detuvieron momentáneamente, sorprendidos por su valentía.
En ese instante, un vecino que pasaba por allí se detuvo al ver la escena y sacó su teléfono, amenazando con llamar a la policía.
—Ustedes tres, ¡fuera de aquí antes de que los arresten! —gritó.
Los chicos, conscientes de que la situación se complicaba, retrocedieron murmurando insultos y promesas de venganza antes de desaparecer.
Gaby corrió hacia Jungkook, preocupada.
Gaby: ¿Estas bien?
Jungkook sonrió a pesar de un ligero corte en la mejilla.
Jungkook: Estoy bien. Solo queria asegurarme de que no te pasara nada
Ella le tomó el rostro suavemente, sus ojos llenos de gratitud.
Gaby: Eres increible, pero no quiero que te lastimes por mi culpa.
Jungkook: Por ti, Gaby haria lo que fuera. respondio con seriedad
La conexión entre ellos se hizo aún más fuerte en ese momento, con la certeza de que, pase lo que pase, siempre se protegerían mutuamente.
Gaby no podía dejar de mirar el ligero corte en la mejilla de Jungkook mientras caminaban hacia su casa. Aunque no era grave, la herida aún se veía dolorosa, y no quería que él estuviera lastimado por su culpa.
Gaby: ¡Jungkook! ¡Te lastimaste! exclamo su voz llena de preocupacion
Él la miró con una sonrisa ligera, intentando restarle importancia a la situación.
Jungkook: No es nada grave, Gaby. No te preocupes. dijo pero ella no estaba convencida
Gaby: Ven, vamos a tu casa, te voy a curar insistio con un tono de voz decidido
Jungkook asintió, sin decir más, ya que entendió que Gaby no iba a dejarlo ir hasta asegurarse de que estuviera bien. Cuando llegaron a su casa, Gaby lo sentó en una silla y fue a buscar el botiquín de primeros auxilios.
Jungkook: No hace falta, de verdad, no es nada serio....comenzo a decir, pero Gaby lo interrumpio
Gaby: No te voy a dejar q te vayas sin que te cuide, Jungkook, le dijo mientras sacaba el alcohol y el algodon.
Jungkook sonrió, tocado por su preocupación, y se quedó quieto mientras Gaby se encargaba de limpiarle la herida. Ella lo miraba con una dulzura que lo hizo sentirse más cercano a ella.
Jungkook: Grcias, Gaby dijo con una sonrisa timida, sintiendo que ese gesto de ella significaba mucho para el.
Gaby: No tienes que agradecerme, respondio mirando con atencion el corte para asegurarse de que lo estaba limpiando bien. Lo haria una y mil veces si eso te hace sentir mejor.
Jungkook la miró en silencio por un momento. Había algo en la forma en que se ocupaba de él, algo que lo hacía sentir tan apreciado y querido.