"Feliz cumpleaños y Navidad"
Las vacaciones navideñas no siempre son como espero... pues es el inicio del invierno y nunca se sabe qué tan enojado estará el clima.
Es veinticuatro de diciembre y el cumpleaños número dieciocho de Louis. Mi regalo para él es algo sencillo, más como un detalle que como algo exorbitante.
Evidentemente no es la primera vez que le regalo algo por su aniversario de vida, pero sí es el primero como novios... lo que hace que, de alguna forma, me sienta un tanto nerviosa.
Examino por cuarta vez la bolsa de regalo que está sobre mi peinadora... Sé que lo recibirá como uno de los mejores regalos, siempre lo ha hecho así, pero este año no quiero estar por debajo de sus expectativas.
Nathan me ayudó a escogerlo, ya que tenía en mente un millón de opciones y, a la vez, totalmente vacía.
—¡Ally, ya nos vamos! —llama mi hermano mayor desde el piso de abajo.
Doy un último vistazo a mi apariencia en el espejo, me he puesto unos pantalones ajustados negros, una blusa gris plomo, un sobretodo de un gris más claro y botas marrones.
Mi cabello está recogido en una cola de caballo alta, con las puntas onduladas, los mechones cortos caen por los costados de mi rostro y están completamente lisos debido al calor de la plancha para pelo.
Vamos todos a casa de Louis por su cumpleaños y nos quedaremos para Navidad. Cojo mi bolso con ropa, la bolsa de regalo y salgo de mi cuarto, encontrándome con Helen saliendo de la habitación que usaba Gregory, cuando vivía aquí, con Noah en brazos.
—¡Que guapo! —beso la mejilla de mi sobrino. Éste lleva puesto un traje formal color gris hecho a su medida, corbata incluida.
Lo cojo entre mis brazos cuando él estira los suyos hacia mí. Helen se ofrece a llevar mi bolso para que no moleste mientras cargo a su hijo. Éste rodea mi cuello con sus brazos y reposa la cabeza en mi hombro.
Los tres bajamos las escaleras para encontrarnos con los demás en el umbral de la puerta principal, esperando por nosotros.
Mi padre y mis hermanos llevan puesto jeans y camiseta, y tengo la leve sospecha de que Louis estará con el mismo estilo.
El ambiente en el hogar de los Townsend sólo transmite una cosa: alegría. El primogénito de Peggy finalmente cumple la mayoría de edad.
Alissa nos recibe amablemente, llevándonos al lugar donde dormiríamos cada uno.
Gregory, Helen y Noah dormirán en una habitación de invitados, mientras que mamá y papá en otra. Nathan y yo invadiremos el espacio del cumpleañero.
Este último me recibe, envolviéndome con sus brazos fuertemente apenas me ve cuando salgo al patio trasero. Rodeo su cuello con mis manos, con la bolsa de regalos en una de ellas, ésta rebotando levemente en su espalda. Beso sus labios castamente.
Han encendido una fogata en una sección del patio trasero hecha para eso, y han acomodado varias sillas y mesas alrededor con comida suficiente. Con el fuego cerca, y todos abrigados, aún es agradable estar un rato al exterior.
—Feliz cumpleaños, Luís —lo miro con ternura mientras él me devuelve la mirada de la misma forma.
—Gracias, Hobbes —besa mi nariz—. Esperaba que llegaras más temprano. Eres de las últimas.
Con un movimiento de cabeza señala hacia un costado, dónde todo nuestro grupo de amigos estaba, Glenn incluida.
—Tenía dudas sobre mi vestuario.
Con sus manos en mi cintura me aleja de él sin soltarme para examinarme a cuerpo completo.
—Estás preciosa —me acerca de nuevo a él, retomando la posición que teníamos.
La sangre sube a mis mejillas con furia, pero soy capaz de mantenerle la mirada. Él sonríe triunfante al ver el efecto que causan sus palabras.
He acertado con mi suposición hacia su atuendo: jeans y una camiseta informal.
—Te traje algo —bajo las manos de su cuello, dejando ante él la bolsa de regalo.
Retira sus manos de mi cuerpo para tomarla entre sus manos.
—¿Quieres que lo abra ya? —me mira.
Me encojo de hombros. —Si tú quieres. Aunque he visto que dejaste unos aún sin abrir en tu cama cuando fui a dejar mi bolso.
—Este es especial —sacude ligeramente la bolsa delante de mí—. Ven —toma mi mano para llevarme a la cocina.
Coloca el regalo en la encimera y abre la bolsa con cuidado, tratando de no arruinar el arreglo con papel crepé que he hecho.
—Te tomaste en serio lo de los dos regalos —comenta, viendo el interior de la bolsa. Saca el contenido y lo coloca a un lado.
Se trata de un perfume masculino y un reloj con un precio por los cielos, al menos sé que le durarán mucho tiempo.
Del perfume se encargó Nathan, diciendo que recordaba haber escuchado decir a Louis que había visto uno que le gustó mucho, y que lamentablemente sólo se pudo llevar un minúsculo frasco de muestra porque estaban agotados. Ahora tiene el original.
Él mira con ligero asombro el frasco de vidrio que reposa sobre la encimera mientras que yo mantengo la mirada fija en su rostro, tratando de adivinar qué le parecen mis regalos.