Enamorado de una Ladrona

Capitulo XV

{Adrián}

Me despierto muy feliz, ya que pude confesarle a Elaia lo que siento pero, se mostró un poco reacia, hare lo que sea para que ella se enamore de mí, me levanto de la cama, para arreglarme, salgo de la ducha con una toalla en la cintura, tomo una playera blanca y unos jean del closet, me las coloco rápidamente, salgo de la habitación para dirigirme a la cocina a desayunar con Ela y Scott, llego a la cocina, veo a Scott serio bebiendo su café mientras leía el periódico, la Sr. Smith me servía el desayuno que consistía en unas tostada y un jugo de naranja

- Buen Dia Sra. Smith – le digo sonriente, ella solo asiente sonriendo – ah y hola tú también

- Buen día – dice Scott seriamente

- ¿Sabías que Elaia vino a la casa a las 3 de la mañana? – digo eso antes de comer una tostada, Scott me ve sorprendido

- ¿Y en donde esta? – pregunta curioso   

- En su habitación durmiendo – dije encogiéndome de hombros, Scott sale disparado a la habitación de Ela, y yo prosigo con mi desayuno

- le gusta el desayuno Sr. Galassco? – pregunta la Sra. Smith

- Puede decirme Adrián y si me encanto – respondí sonriente, ella asiente, veo a Scott con un papel en la mano, viniendo a mi dirección

- ¿A dónde fue Adrián? – dice molesto mientras me entrega una nota, leo lo que dice: Regreso en un momento, eso me preocupa, ya que ella no me dijo que saldría - ¿DONDE CARAJO ESTA ADRIAN? – dice gritándome

- No se maldita sea – respondí molesto – la deje en su habitación no se a donde fue

En eso escuchamos la puerta de la entrada principal abrir de golpe, los tres nos dirigimos allá, viendo a Elaia con un saco de piel sobre su hombro, enarco una ceja, Scott la mira desconcertado y la Sra. Smith mantiene una sonrisa

- Perdón los desperté? – pregunta Elaia inocentemente mientras pone el saco en el suelo, Scott se acerca a donde ella, intento acercarme pero la Sra. Smith me toma por el brazo

- ¿Qué pasa? – le pregunto susurrando, la Sra. Smith solo coloca el dedo índice en su boca indicando que haga silencio y que solo observe

- ¿Qué es eso Ela? – pregunta Scott mirándola seriamente, ella inspira y exhala

- Te tengo un regalo – responde agarrando el saco, el enarca una ceja – Perdón por lo de ayer no fue mi intención hacerte sentir mal, por eso anoche regrese pero, no quería pedirte disculpas con las manos vacías – hace una pausa mientras le sonríe dulcemente – así que fui a Minnesota este regalo, que lo disfrutes – termino de decir, entregándole el saco a Scott, este lo mira confundido, abre el saco y lo que ve hace que sus labios formen una sonrisa

- Conejos blancos, tenía mucho que no veía unos conejos así de grandes – responde Scott muy contento – te perdono pulga – dice abrazándola, ella lo abraza mientras nuestras miradas se cruzan haciendo que esta se sonrojara, amo cuando se pone así, ya que parece una niña

{Elaia}

Veo como Adrián me sonriente, no puedo evitar sonrojarme por eso, ya que no dejo de pensar en lo que me dijo anoche, ladeo mi cabeza para dejar de pensar en eso

- No puedo creer que fuiste a Minnesota a conseguirme estos conejos – dice Scott aun sorprendido, mientras nos dirigíamos a la cocina

- Haría cualquier cosa, para que nos reconciliemos – dije sonriente, Scott me da un beso en la frente, mientras pone el saco a un lado de la cocina, en eso siento unos brazos entrelazándose en mi cintura, volteo y me encuentro con la sonrisa de Adrián

- Buenos Días pequeña - dice, dándome un casto beso en los labios

- Buenos Días Adrián – dije sonriendo, veo a mi nana entrar y se sorprende al ver esta escena, yo solo le sonrió

- Bueno par de tortolos, por lo menos desayunen – dice mi nana, haciendo que Adrián me soltara, me siento en la encimera mientras tomo un vaso de jugo de naranja con unas tostadas, nana sale de la cocina dejándome con Scott y Adrián

- Y que no me dirán? – dice Scott, lo miro confundida, Adrián solo me mira y sonríe

- ¿Qué traman ustedes dos? – digo acercándome a ellos

- No nada solo que veo que tienes un romance con tu niñero – responde Scott mientras se ríe

- ¿Mi niñero? – digo mirando a Adrián, el solo se ríe

- Aaah verdad como usted señorita se fue de la reunión de la Orden – dice mientras se sentaba en unos muebles – te pusieron a Adrián como tu vigilante, ya que harás un robo muy importante y pues… No quieren que hagas errores

- Yo no hago errores – respondo defendiéndome – que mueran par de personas no quiere decir error o sí?

- El punto que ellos quieren un trabajo perfecto – dice Scott muy seriamente – Debemos entrenar a Adrián ya que el muy imbécil no sabe pelear

Miro a Adrián el solo se encoge de hombros – No sabes pelear Adrián?, como demonios te defiendes – le pregunto

- Bueno… - dice acercándose a mí de manera seductora – Nunca lo necesite, solo me enseñaron a hacer pócimas fuertes – termino de decir mientras me acariciaba los hombros, entro en un trance ya que él se ve malditamente sexy, esa playera blanca resalta su pecho bien trabajado, su cabello despeinado que le da un aire despreocupado, esos ojos avellana que me vuelven loca y sus caricias

- Pues…- dice Scott haciéndome salir de mi trance

- Aja? – respondo aun en el aire

- Mande a una persona a tu departamento a buscar tu ropa, ya que quiero que vivas conmigo al menos hasta que…- hace una pausa, mirando a Adrián y luego a mi – Hasta que esto se acabe sí?, mientras tanto iré a resolver unas cosas




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