-Oh, amada mía, por qué me has dejado sin alma no ves que sin ti no soy nada- dijo aquel hombre aún arrodillado pues a Magdalena jamás olvidaría.
Pronto amaneció y a su Castillo regresó sin ganas de nada como todos los días,su hermosa esposa Roseleine lo esperaba ya despierta y apenas lo vio ingresar a la habitación se arrojó a sus brazos para consolarlo más él simplemente la apartó y se recostó sobre la inmensa cama de sábanas blancas.
La joven e inocente Roseleine salió de la habitación en lágrimas de una inmensa tristeza e impotencia pues está había sido su vida desde que se casó con el honorable Conde William, Lolita la ama de llaves de la casa la vio llorar y cómo toda madre preocupada fue a consolarla como si de su propia hija se tratara.
-No llore señora, ya verá que muy pronto el señor William la amará y verá lo importante que es para él - dijo la anciana secándo las pequeñas lágrimas de su joven señora.
-Pero,¿Cuando será eso señora Lolita?, William otra vez fue a visitar a aquella que ya está muerta - dijo Roseleine con un tono de cansancio.
-Usted mi señora debe comprender al señor y no debe hablar así de la antigua señora, el señor se casó muy enamorado de la señora Magdalena y ella era todo para él - dijo la anciana.
-Si tanto amabas tú y mi esposo a esa muerta por qué no te unes a el para ir a visitar a esa que ya se la están comiendo los gusanos - dijo Roseleine ya que desde que se casó todo el mundo la comparaba con la muerta y gran Magdalena y eso la estaba llevando a su límite.
Y con un amargo sabor de boca por lo qué le dijo Lola la mujer más vieja y entrometida de la casa,sólo pudo sentarse sola en esa enorme mesa y comer lo que le habían traído, cuando William bajo y tomo asiento enfrente de ella,ella quiso acercarse a el pero antes de hacerlo él la detuvo en seco y la miro con rencor.
-Se puede saber por qué manchas la memoria de mi esposa hablando mal de ella - dijo William de forma fría.
-Yo soy tú esposa William,es a mi a quien debes amar no a una sucia muerta - dijo con dolor Roseleine antes de que sintiera dolor en su mejilla derecha por la bofetada que le dió William.
-Que sea la última maldita vez que te atrevas a hablar así de Magdalena - dijo tomándola del mentón con fuerza para que lo viera a los ojos apenas terminó de decirlo vio a Roseleine llorando a lo que la soltó .
-Perdoname Rose- dijo tomándola de la mano y tratando de ver sus ojos pero ella se negaba a verlo,con cuidado tocó la rojiza mejilla por el golpe y se sintió culpable por su comportamiento pero en un descuido Roseleine se soltó de él y corrió a su habitación y cerró la puerta con seguro pues el dolor que sentía en el corazón era mucho más grande que el su mejilla.
-Rose,lo siento no quería lastimarte yo sólo no,abre la puerta por favor hablemos - dijo William tocando con insistencia la puerta a lo que no recibió respuesta por parte de su hermosa esposa.
Después de una hora Roseleine salió con una pequeña maleta y estaba vestida con un vestido víejo de color verde,el mismo con el que llegó a este castillo pues se iba con lo poco que tenía y no se llevaba nada, William al verla salir así no pudo evitar mirarla sorprendido.
-¿A dónde vas Roseleine? -Pregunto al notar la maleta.
-Regreso a mi casa con mis padres no tengo por qué seguir con usted a su lado, cuando usted no me considera en nada en su vida,aceptelo Conde William usted sólo se casó conmigo por capricho ya que su peor enemigo se hacía fijado en mi y yo para usted solo soy un trofeo que demuestra el inmenso poder que tiene.