Camille.
-¡Hola chicas! ¿Cómo están? Que bueno que vinieron.- Saluda mi mejor amiga a Lay y yo que nos encontramos una cuadra antes y vinimos juntas a la casa de Liv.
-Bien, gracias.- Respondemos.
-¿Y tú?- Pregunto.
-Bien, emocionada. No veo la hora que vean lo que tengo para mostrarles. Los demás todavía no llegaron, somos nosotras por ahora. Así que acomódense por favor. ¿Quieren tomar algo? ¿Comer quizás?- Inquiere ya abriendo las alacenas de la cocina de la casa donde vive con sus padres, lista para servirnos algo.
-Ahhmm, si no es molestia te pido un poco de agua, o lo que sea que tengas.- Pide Lay.
-Si quetienes algo calentito mejor, hace frío en éstos días.- Mis amigas sonríen y Livi asiente.
-Claro, si es invierno querida.- Responde en broma Lay haciendo que riamos las tres.
Liv saca de la heladera una botella de agua fresca, un limón y una naranja; es típico de ella tomar agua con naranja y limón exprimidos. Una vez me lo hizo probar y para mí sabía horrible, pero ella dice que le gusta y además es bueno para la salud. Eso es cierto, de hecho es una chica saludable, y también mejora la piel y fortalece uñas, cabello y músculos, así que es bueno. Luego saca un saquito de té de manzanilla y pone en una pequeña ollita agua para hacer té, que luego coloca en una de las modernas hornallas que tiene la cocina. El té de manzanilla es muy rico y también cura el empacho, por eso es mi preferido, así que Liv siempre tiene una cajita en su casa. La amo.
Saca dos vasos del mueble, los enjuaga por las dudas de que tengan un pelo, o cualquier tipo de suciedad, cosa que siempre hace y es correcto hacerlo, y sirve agua para Lay en uno y agua con el jugo exprimido de un limón y de una naranja en el otro, que es el suyo.
-Toma Lay. Cami, en unos minutos va a estar listo tu té. ¿Quieren algo de comer? Hay frutas y brownie, mi mamá lo hizo por la tarde y es riquísimo.- Ahy amo los brownies que cocina su madre. Los de banana son los mejores, además le agrega chocolate, por lo que no me puedo negar.
-Está bien, un trozo de brownie por favor. Gracias.-
-Para mí también, gracias. Suena rico.- Pide Lay con una mueca de de estar babeando haciéndonos reír.
-Perfecto, aguarden dos minutos. Lo caliento un poco en el microondas, así nos calentamos un poco con el frío que hace.- Vuelve a la cocina y saca de la heladera el brownie tan deseado por todas. En el momento en que saca tres platitos para servir una porción en cada uno, suena el timbre retumbando por todo el lugar.
-Oh, cielos. Cam, por favor, vé a abrir, seguro son Ann y los chicos.- Acato su mandato con un pulgar hacia arriba y me levanto del sillón en el que estaba sentada frente a Lay y me acerco a la entrada de la casa, o mejor dicho, mansión.
Abro la puerta y me encuentro con una Annabelle completamente roja en el rostro, y más atrás, como a unos cuatro pasos se encuentra Ethan con la cabeza gacha mirando hacia el suelo.
Aquí hay algo extraño. ¿Qué ha pasado con estos dos?
-Hola, entren.- La primera en hacerlo es Ann que al pasar me da un beso en la mejilla y luego le sigue el rubio que hace lo mismo que Annabelle.
-¿Todo bien?- Pregunto al ver que todavía están igual que antes.
-Sí, claro. Todo está perfecto.- Responde presurosa Ann antes de que Ethan pueda siquiera decir una palabra.
-Okey, si tú lo dices. Sólo falta que llegue Michael. Vengan.- Los guío hasta los sillones en los que estábamos sentadas Lay, Liv y yo, que ahora están comiendo brownie mientras toman de sus vasos.
-¡Hola chicos! ¿Cómo están? ¿Ann se te ha complicado llegar aquí o has encontrado fácilmente la dirección?- Inquiere Liv acercándose para saludar a cada uno de los dos nuevos llegados.
-Bien, gracias. Bueno, en realidad se me complicaba llegar pero... Ethan me ayudó.- Responde la recientemente nombrada con una sonrisita dirigida a Livi, que luego gira la cabeza para dedicársela al chico rubio y pude notar que se transformó en una muy nerviosa a la vista.
Liv dió en el clavo. Nuevamente Ann se puso roja como un tomate y Ethan bajó la mirada. Claramente hay algo que pasó entre esos dos y no nos están diciendo. ¿Acaso se perdieron y les da vergüenza decirlo? ¿Qué hay de vergonzoso en eso? ¿Nunca de perdieron? No. No debe ser eso. No creo que sean tan tontos para que les dé vergüenza decir que se perdieron. Otra cosa. Algo más es lo que pasó, pero no me puedo dar cuenta de qué. Bueno, en fin. Cosa de ellos. Si no nos dicen, por algo será. Démosle privacidad en el tema mejor. Tal vez son películas que me estoy haciendo yo en la cabeza y no ha pasado absolutamente nada, o simplemente Ann se perdió y como ella dijo Ethan le ayudó, pero está un poco incómoda porque no le caía tan bien.
-Les sirvo brownie si quieren. Para tomar jugo, agua, leche o café. Elijan el que quieran. Cami, tu té ya está listo, sobre la mesa con tu brownie.- Liv indica la mesa. Me acerco y me siento junto a Lay comenzando a beber del té.
-¿Cómo está tu tobillo?- Inquiero a la chica de mi lado.
-Ohh mucho mejor, gracias por ayudarme, eres genial.- Sonríe y levanta el pié moviéndolo en círculos para demostrar que está perfecto.
-De nada, cualquier cosa llámame o mándame un mensaje si te duele de vuelta.- Ella asiente y toma unos tragos de agua.
Ann se sienta al lado de Liv y Ethan a mi lado. Tienen servido jugo de naranja y brownie.
-Es exquisito, felicita a tu madre de mí parte.- Dice el chico gustando el delicioso manjar.
-Lo haré, gracias.-
-¿Cuándo llega Michael? Quiero saber cuál es la sorpresa que te hicieron. Creo que estoy más emocionada yo que todos ustedes juntos.- Dice Lay.
-Ohh, créeme que no. Yo lo estoy. Es que no se imaginan ni de cerca lo que es. Pero ya lo van a ver. Y obviamente lo vamos a compartir todos. No quedará ninguno de ustedes sin visitarlo.-
¡Visitarlo! Es un lugar, o el auto porque técnicamente podemos visitar el interior del auto, quizás q eso se refiere. Se delató a sí misma con esa pista.