Enamorado de una rara.

Capítulo 13.

Las luces se apagaron de golpe.

-Ahhh!- Gritaron todos mientras que yo me puse pálida agarrándome del brazo de Liv y del de Michael, que apenas se apagaron las luces se vino a sentar a mí lado para tranquilizarme, aunque él está más agitado que yo.

-Chicos.- Susurra Ann. -Chicos tengo miedo.- Empieza a llorar y Ethan la abraza, aunque ella no correspondió hasta después de un rato.

Wow, ¿Acaso no le caía mal? Tal vez su relación esté mejorando, o simplemente sea por el susto.

-Tranquila, tranquilas todas.- Dice Ethan acercando también a Lay a él y a Ann. Le sobra un poco la espalda y quedamos Liv, Mich y yo de un lado de la mesa y Ethan, Lay y Ann del otro.

-¿Qué fue eso?- Pregunta Liv entre lágrimas. Todavía estamos con las luces apagadas.

-No lo sé, pero no se preocupen, no creo que sea algo... Ya saben. Paranormal. Debe haber fallado el circuito, ahora me levantaré y me asomaré por la ventana para ver si somos los únicos sin luz.- Digo y me levanto despacio. Michael se levanta de golpe y me toma de la muñeca mientras que el resto me mira con los ojos como platos.

-No vayas.- Dice Michael.

-Ya les dije, no es nada, tranquilos. En un segundo vuelvo.-

-Por favor Cam, no vayas.- Pide en súplicas Livi.

Lo pienso un poco pero decido que hay que mirar, qué ocasionó el corte de luz, tal vez se haya quemado el circuito y su es así, puede que en un rato el lugar esté en llamas, o a oscuras hasta que no se arregle toda la instalación.

-Bien, voy con Michael. Tenemos que ver qué pasó. ¿Michael?- Lo llamo como para que me diga si va a ir conmigo o no.

-Claro, no quiero que te pase nada.- Dicho esto, me sonríe dulce y me da un beso en la mejilla, cerca de la boca.

¿Qué? ¿Acaso lo hizo a propósito? No, claro que no Camille. Seguramente fue sin querés, después de todo no se ve casi nada aquí.

Me mira unos segundos a la cara y luego me toma del brazo, como siempre hacemos. Saludamos con la mano a nuestros amigos, que con preocupación nos desean suerte.

Creo que nadie vio lo que pasó entre Michael y yo, porque estaban como si nada, y nosotros estábamos a unos dos metros de ellos.

Caminamos a lo largo del bar, hay un silencio de tumba. Cada uno prende la linterna de los celulares, y aún tomados de bracito apuntamos hacia las paredes. No hay rastro del disyuntor en ningún lado. Todos los bares y locales varios tienen en casi de alguna emergencia o corte, pero ¿Dónde rayos está metido?

-No está.- Concluye mí amigo luego de revisar cada rincón de cada una de las paredes.

-¿Dónde puede estar?- Y ¡Pom! Un extraño ruido nos hace estremecer.

Era un golpe, sonaba a plástico y metal, pero lo más raro, es que sonaba debajo del suelo.

Genial, ¿Ahora también se van a romper las cañerías o qué?

-¿Tú también oíste eso verdad?-

-Así es. Provenía desde abajo. Pero... No hay nada ¿O no?-

-No estoy seguro. Cami, te acompaño con las chicas e Ethan y no te alejes de ellos, ¿Entendiste? Yo voy a ir a revisar si hay un subsuelo o alguna despensa abajo.-

-Claro que no Michael, yo voy contigo. Y no se discute.- Lo miro fijo a los ojos y él a mí.

Despacio se acerca más a mí cuerpo y me toma de la mano, en vez del brazo y con la otra pone un mechón de cabello detrás de mí oreja. Queda con la mano acunando mí mejilla, y aunque estamos a oscuras puedo ver cómo sus ojos brillan. 

Es tan atractivo, sus lindos ojos, su cabello, sus labios carnosos, la perfecta nariz. Todo de él es perfecto.

Se acerca a mi rostro y por un segundo creo que me va a besar, pero en vez de eso apoya su frente con la mía y toma mi rostro con las dos manos al tiempo que cierra los ojos. Inevitablemente rodeo mis brazos en su cintura y cierro los ojos.

-No quiero que corras ningún riesgo.- Dice con vos ronca después de haber estado quién sabe cuánto tiempo en esa posición.

-Mich.-

-No Cam. Yo... Sólo... Por favor, no me va a pasar nada, volveré enseguida, pero si tú te caes, o te electrocutado, o algo. ¿Yo qué hago?-

-Pues lo mismo sería contigo Michael.- Digo despegando mi frente de la suya unos dos milímetros y levantando el rostro hasta que nuestros ojos quedan conectados. -Sí a tí te pasa algo de eso. ¿Yo, qué hago? Si me voy, estarías sólo. Ni siquiera podría ayudarte o no podrías pedir ayuda a nadie. Piénsalo. Voy contigo.-

-No, y no se diga más. Está muy oscuro y en casi de que haya algún sótano hay que bajar escaleras a oscuras. Te llevo con los demás y voy. No tardaré, lo prometo.-

Es tan insistente que estoy segura que si sigo insistiendo con ir junto a él, terminará enojándose o seguirá hasta que la luz vuelva, si es que va a volver.

-Está bien. Pero... Me acompañas y luego te doy cinco minutos para venir, ver si hay un sótano, cuál es el problema y se puedes resolverlo mejor.-

-¿Bromeas? Es muy poco tiempo, cómo voy a hacer todo eso en tan sólo cinco minutos?... Bien, está bien. Lo que tú digas. Tranquila.- Asiento, me abraza y nos vamos caminando de bracito por el mismo camino de antes.

Llegamos con el resto de nuestros amigos y me siento con ellos. Las chicas me abraza fuerte, sobre todo Liv y Ethan me sonríe y me alborota el cabello.

-Que bueno que no les haya pasado nada malo. Así que en cinco minutos aquí.- Dice Ann luego de que los dos les explicáramos la situación del plan.

-Estaré contando.- Le digo a mi valiente amigo. Él me sonríe, se acerca y me besa la cabeza. Les sonríe a los demás y Ethan le dan un apretón de manos deseándole suerte.

Parece una de esas telenovelas donde todos actúan como si fueran a morir, cuando tal vez no esté pasando nada malo. Y seguramente éste es otro caso, nada más que nadie nos está grabando o viendo por la tele.

-Michael. Te quiero.- Digo cuando se aleg6unos tres pasos de mi.

-Yo también te quiero Cami. Hasta luego. Cinco minutos.- Y se aleja. Nuevamente hay un silencio de cementerio y sólo se ve cómo la luz de la linterna de su teléfono se va haciendo más pequeña y tenue a medida que se aleja en la mano de mí amigo. Mi valiente, dulce, adorable y sexy amigo.




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