-¿Raúl?
-¡Oh! Esta vez no tardamos tanto.
-¿Te das cuenta lo que logras con la debida actitud?
-No me sermonees, Nicolás.
-Tenemos un problema.
-Yo tengo muchos problemas, uno de ellos es que puedo conversar contigo pero no con mi lectora.
-Creo que tienes otro problema.
-Ya, ve al grano y dímelo.
-Quieres enamorar a la lectora ¿No es así?
-Lo dejé en claro desde la primera página.
-Bien, pero no consideraste la posibilidad de que ella no fuera soltera.
-...¿Eh?
-Piénsalo bien, Raúl, la lectora podría ya tener novio...
-¡No!...
-O peor aún, ¡Esposo!
-¡NO!
-Es posible.
-Es verdad que no había pensado en ello. Mmmm, no importa.
-¿Hablas en serio?
-Claro que sí. Lo que me importa es que ella me ame. La haré amarme más de lo que ama a quien sea que es su pareja.
-¿Crees que te amará más que a su esposo?
-¡Supuesto esposo! Sí, me amará más que a él y te diré por qué, porque yo la amo más que él.
-No lo creo.
-Es la verdad.
-¿Las harás separarse de su pareja?
-Dije que la haría amarme, el resto depende de ella. Ahora continuemos con lo más importante.
-Si insistes.
-Estábamos buscando una ocupación para mí.
-Es verdad. Entonces, ¿a qué te dedicas?
-Bien, aproveché mi tiempo libre para investigar qué le gusta a las chicas de hoy en día.
-¡Oh! ¿Y te ha ayudado?
-¡Bastante! ¡Con esto de seguro la conquistaré!
-Asombroso...
-¡Así es! ¡Ya sé a qué me dedico! Soy... ¡Tambores por favor!... ... ... Escritora... pon tambores por favor.
-...No escucho nada.
-Espéralo... ¡Ahí están!
-Sigo sin escuchar nada.
-¡Soy vampiro!...
-...
-¿qué te sucede? ... ¿por qué te has quedado callado?
-Ser vampiro no es una ocupación.
-¡Claro que lo es! Los vampiros de todas las historias tienen mucho dinero, ¿Cómo explicas eso? Además a las chicas les encanta.
-Te digo que no es así. La escritora no te ha hecho un vampiro, éste no es un libro de fantasía.
-Concuerdo contigo en que esto no podría llamarse un libro (ni tiene el aroma de uno) pero ¡claro que es de fantasía! ¿De qué otro género lo definirías?
-Eso no es relevante, el punto es que no puedes ser vampiro.
-¿Qué hay de...?
-Tampoco hombre lobo, zombie, extraterrestre o robot.
-No seas ridículo ¿Por qué iba a ser un robot? No podría amar si lo fuera. Además, ¿Cuándo has visto a un extraterrestre rico? Hasta Superman tiene que trabajar.
-Entonces olvida lo que dije pero también olvida la posibilidad de ser vampiro...
-¡Oh! ¡Superman me ha dado una idea! ¡Seré Superhéroe!
-...
-¡Vamos, no suspires y dime que es una excelente idea! ¡Seré Batman! Batman es multimillonario, muy inteligente, fuerte y popular con las chicas.
-No puedes ser Batman, Raúl.
-¡¿Pero por qué no?! Lo único que la escritora debe hacer es eso: ESCRIBIRLO. "Después de un día muy largo, Raúl sabía que no había terminado con su labor, se colocó la capa y la máscara que vestía en todas sus misiones para cumplir su trabajo como Caballero de la Noche y atrapar a su archienemigo el Guasón también conocido como... ¡Nicolás!"
-Pero qué infantil eres ¿por qué sería yo el Guasón?...
-Porque tienes un gusto pésimo para todo y eres mi enemigo. Pero si no te gusta, puedes cambiarlo, ¿Quién quieres ser?
-No necesito ser nadie...
-¿Lex Luthor?
-Lex Luthor es el enemigo de Superman.
-¿Capitán Frío?
-Ese es enemigo de Flash.
-¡Ya escoge uno!
-No puedo ser ninguno de ellos, Raúl y tú no puedes ser Batman. La escritora podría ser demandada si nos asigna alguna de esas identidades.
-¿Y eso a mí qué me importa?
-Te repito que no puedes ser Batman, los derechos no le pertenecen a la autora y tendría problemas con los verdaderos dueños. Además no hay tantos superhéroes ricos como crees, tú lo has dicho, hasta Superman tiene otra ocupación.
-Está bien, está bien...
-Entonces, ¿Cuál es la tuya?
-Pues... obviamente... soy... doctor...
-¿Eres doctor?
-¿Por qué suenas tan incrédulo?...sí, soy doctor.
-Está bien, doctor, ¿Cómo me quito esto?
- ... ¡Agh! ¡Qué asco! ¡¿Qué demonios es eso?!
-Usted dígamelo, doctor Raúl.
-¡Está bien! ¡Está bien! ¡No soy doctor! ¡Ya bájate la manga! ¿Desde cuándo tienes eso? ¡No! ¡No quiero saberlo! ¿Cómo te apareció? ¡No me respondas!...
-No eres doctor.
-Ya dije que no.
-¿A qué te dedicas?
-...soy... soy psicólogo.
-Eres psicólogo.
-Deja de repetir todo lo que digo, sí, soy psicólogo...
-Entonces dime qué hago con la bipolaridad de mi madre.
-¡Vaya, me la has puesto fácil! Todas las madres son bipolares, sólo ignórala.
-...no creo que hables en serio. La bipolaridad es una enfermedad muy grave, Raúl, lo sabrías si fueras psicólogo.
-¡Está bien! ¡No soy psicólogo!... soy abogado ¡Y no me preguntes por ninguna ley porque obviamente no soy abogado!
-Creo que con solo ser ciudadano deberías conocer las leyes
-Mmmmm....
-¿Entonces a qué te dedicas?
-¡Deja de preguntarlo! Vaya, no creí que esto fuera tan difícil. ¿Por qué hay tantas ocupaciones? ¡Ah! ¡Cantante!
-Demasiado común.
-¿Tú crees?
-Sí, hay demasiadas historias sobre cantantes famosos que se enamoran de una "chica común".
-¡Ajá! Pero mi lectora no es una "chica común", es la más especial de todas. Además, seré el mejor cantante. Sólo escucha: Yo SoY El AvEnTuReRo, El MuNdO mE iMpOrTa PoCo, CuAnDo UnA mUjEr Me GuStA...
-¿Qué estás haciendo?
-Estoy cantando...
-Así no se canta.