-¡Pero qué mañana tan hermosa! ¿no crees Nicolás? Hoy me he levantado con un optimismo que jamás había sentido. Espero que mi lectora se sienta igual de bien. Amada mía, respira profundo, cierra tus ojos, despeja tu mente y piensa en mí. Cuenta tus riquezas que siempre serán más que cualquier queja que tengamos ¿no es así Nicolás? Después de todo, la vida es cuestión de perspectiva, ¿No estás de acuerdo Nicolás?... ¿Nicolás?... ¿Pero en dónde estará? Escritora, ¿dónde está Nicolás? Ah, pero es obvio que no me responderás...Sin embargo, ahora que recuerdo, en el capítulo anterior deseé que él se fuera...Bueno, es verdad que hablaba en serio pero... ¡Bah! ¡Qué me importa! ¡Ajá! ¡La escritora al fin me complació en algo! ¡Jajaja! ¡Pero qué bien se siente ser el único personaje de una obra! ¡Puedo decir y hacer cuanto me plazca sin que nadie me contradiga ni me trate como tonto! Ahora, veamos, ¿en dónde estaba? Cierto, quería encontrar una ocupación. Bien, aunque tengo un cuerpo atlético, no me gusta ni practico ningún deporte. Si mi amada siente inclinación por alguno, con muchísimo gusto iré a contemplarla a practicar. Me encanta ir al cine y si tomo de la mano a mi lectora pues mucho mejor; leo sólo al atardecer, cuando el sol muestra sus colores más hermosos; escucho música sólo con un audífono, escribo pero son sólo descripciones de los bellos paisajes que me cautivan y todos los domingos tomo una lata de manzana con soda. ¡Excelente! Qué rápido terminé... y ahora...ahora... ¿ahora...qué hago? ... Esto no es tan divertido sin Nicolás aquí. Yo... yo no pensé que lo extrañaría. ¡No! ¡No lo extraño!... Sólo me da curiosidad saber qué le sucedió. ¡Escritora! ¿Eso haces? ¿Simplemente te deshaces de nosotros como si no valiéramos nada? ¿Como si tan solo fuéramos piedras dentro de tu zapato? Qué tragedia... ¿Y si piensas hacer lo mismo conmigo? Ah, qué cosas estoy diciendo. No entiendo nada. Nicolás, por favor vuelve. No eres mi rival...eres... mi amigo. El sentido de mi existencia es y siempre será mi lectora pero... pero tú eres el único con quien puedo hablar. Me siento extremadamente solo. De repente se ha desvanecido mi alegría. Escritora, por favor...yo... necesito que Nicolás regrese... te lo pido... por favor... alguien... ¡Denme a mi amigo de vuelta!