Enamorando a mi lectora

¡DENME UN CORAZÓN!

-Vaya, menudo alboroto que has armado...

-¡Nicolás! ¡Al fin has regresado! ¡Por Dios Santo! ¡¿Se puede saber en dónde demonios has estado?!

-No te exaltes tanto, he estado enfermo de la gripe, ¿por qué me ves así? ¿Acaso es un delito?

-¿Me estás tomando el pelo? ¡Un personaje literario no puede enfermarse!

-Por supuesto que puede, ¿no has leído el libro "Bajo la misma estrella"?

-...La verdad, no.

-La autora tampoco, el punto es que cualquier personaje puede enfermarse si el escritor o escritora así lo desea.

-¡Pero claro que yo entiendo eso! ¡Mas en esta historia era algo innecesario! Esto no es un drama y ambos estamos conscientes de que estamos en un libro, ¿para qué querría la autora enfermarte?

-Ummm, supongo que para demostrar que sí soy necesario para la historia.

-¡Claro que no! ¡El único que importa soy yo!

-Ya me probaste que no es así, veo que me extrañaste...

-Es que era tonto hablar solo y además prefiero conversar contigo que con esa tal Catrina... por cierto, ¿dónde está ella?

-No creo que vuelva a aparecer, esos personajes nunca duran en las historias juveniles.

-¿Estás seguro? Me parece que tiene muy poco sentido introducirla tan solo un capítulo.

-Sí, estoy seguro, Raúl. Esa clase de mujeres "cambian" y se vuelven "buenas" o siguen insoportables y pasan a segundo plano. Pero, ¿no crees que sea mejor así o me vas a decir que la extrañas también a ella?

-¡Ja! ¡Ni en broma! Era solo una molestia, ¡Espero que de verdad la autora no tenga pensado integrarla otra vez! No quiero que mi lectora tenga incertidumbres respecto a mi amor. Pero...algo que dijo Catrina me puso a pensar...

-¿Tienes dudas?

-¿Sobre qué?

-Sobre tu amor por la lectora.

-¡Acabo de decir que no!

-¿Entonces, en qué te puso a pensar?

-Bueno, es que dijo una tontería sobre su corazón, pero eso hizo que me diera cuenta que yo no tengo uno.

-¿Que no tienes corazón? ¿Cómo es eso posible?

-Sí, si lees otra vez los capítulos "¡DENME UN CUERPO!" y "¡DENME UNA OCUPACIÓN!" notarás que definí mi cuerpo exterior, ¡Pero jamás pensé en definir mi interior!

-Pues si tienes lo de afuera creo que es obvio pensar que también tienes lo de adentro, ¿no?

-No, Nicolás, no es tan sencillo. Escucha lo que tengo que decir...

-Tienes mi atención.

-Bien. Yo no necesito comer para sobrevivir o respirar, etc. Aunque yo lo deseara, no importa porque soy un personaje literario por mucho que me moleste. La autora sólo necesita escribir para que yo siga existiendo, por lo que no necesito un estómago o pulmones. ¡Nunca los describió! Sólo debe escribir: "Raúl se movió hacia la derecha" para que se haga realidad.

-Mmm, siguiendo tu lógica, pienso que lo único que la autora debe hacer es escribir: "Raúl ama a la lectora" y será suficiente...

-No, Nicolás porque ¿cómo puedo amar yo sin tener corazón?...

-...

-¿No dices nada?

-Creo que te contradices un poco y ahora me recuerdas al hombre de hojalata.

-¿A quién te refieres?

-Vamos, tú conoces la historia del "Mago de Oz". La niña buscaba regresar a su hogar, el león ser valiente, el espantapájaros su cerebro y el hombre de hojalata un corazón.

-¡Ah sí! Ya recuerdo la historia aunque no mucho me gustó... pero creo que estás equivocado, era el espantapájaros el que buscaba el corazón.

-Te digo que era el hombre de lata.

-¡Un espantapájaros no tiene corazón así que era él quien lo buscaba!

-Estás equivocado, Raúl...

-¡Bien! ¡Lo investigaré y te lo demostraré! Espera aquí.

-Aquí estaré.

-...Mmm... detesto admitirlo pero tenías razón. "Hombre de hojalata. Encuentra a Dorothy cuando esta le ayuda a aceitar sus articulaciones, que lo han tenido durante un año en la misma posición. Es un leñador fuerte que lo único que le pedirá al mago es un corazón de verdad para poder tener sensibilidad, pues ha sido víctima de una bruja que lo ha convertido de un hombre de carne y hueso en un ser de hojalata." Fuente: Wikipedia.

-¿Ya lo ves?

-¡Pero eso es irrelevante! El hombre de hojalata fue con un estafador, además ¿para qué necesitaba él un corazón? ¡Yo lo quiero para amar a mi lectora! Lo cual es muchísimo más importante...

-Bien, Raúl, en este caso no necesitamos a ningún mago, sólo a la autora: "Raúl tiene un corazón". ¿Estás satisfecho? ¿Qué haces? ¿Por qué te pones la mano en el corazón?

-Mmm, no lo escucho latir...

-... "Bum", "Bum", ¿Eso te hace feliz?

-¡Claro que no, Nicolás! ¡No seas absurdo!

-Tal vez sí seas un vampiro después de todo.

-No, ya establecimos que soy un humano.

-¿Pues entonces qué quieres?

-¡Quiero verlo!

-...¿Quieres ver tu corazón?...

-Así es.

-...Creo que nadie puede ver su propio corazón a menos que sea en una película o serie... o le tomen una fotografía en cirugía...

-Te olvidaste de otra opción.

-¿Cuál?

-¡En un libro!

-Ah...

-¡Sí! Yo soy un personaje literario y si tú te puedes enfermar de gripe por dos capítulos, ¡yo puedo ver mi corazón! Necesito un corazón para demostrarle a mi lectora que la amo y pueda decir: "¡Te amo con todo mi corazón!"

-Ok, no te desesperes. Yo puedo proporcionarte un corazón si tanto lo deseas.

-¿Qué? ¿Tú puedes darme uno? No será el tuyo ¿cierto? Porque eso sería de lo más raro.

-No, Raúl, no es el mío.

-¿Y qué haces tú con el corazón de alguien más? ¿Eres doctor?

-Ya te había dicho que estudio leyes. No creo que importe de quién sea. Si lo quieres, te lo daré.

-¡Oh, perfecto! ¿Ya ves por qué quería que regresaras? No eres tan inútil después de todo. Pero no me gusta que la lectora te haya extrañado. ¡Hasta apareció un hashtag! "#RegresaNicolás" ¡¿Qué es eso?!



#13073 en Otros
#1936 en Humor
#20598 en Novela romántica

En el texto hay: parodia, comedia romance, humor comedia risas

Editado: 12.11.2021

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.