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-¿Qué estás haciendo, Raúl?
-Estoy contando los minutos hasta que la autora se digne a continuar mi historia.
-Ha de haber estado muy ocupada.
-¡Ocupada en rascarse la cabeza! ¡Decidí ya no enojarme pero lo está haciendo muy difícil! ☹
-¿Qué es eso?
-¿Qué cosa?
-Ese "☹"
-¿Qué ha de ser? ¡Es una carita enojada!
-Parece más bien triste.
-Mmmm, no sé cómo hacer caritas enojadas.
-Déjame intentar a mí.
-¡No! Desperdicias tiempo y espacio. Además estoy triste, sí estoy triste de que haya pasado mucho tiempo...
-Antes de que continúes quejándote, ¿puedo hacerte una pregunta?
-Ya qué...
-¿De qué se tratará este capítulo?
-¿Cómo quieres que lo sepa?
-El título dice "denme más acción" y todos los títulos han estado basados en tus deseos. "Acción" se puede interpretar de muchas formas, ¿A qué te refieres con querer más?
-Pensaría que es obvio...
-Pues no lo es.
-Quiero que ya se defina el género de esta historia.
-¿De qué estás hablando? El género se definió desde el principio.
-¡Por supuesto que no! ¡Ni siquiera definieron mi nombre en el principio! ¡Oh! ¿Eso quiere decir que estamos en un relato de misterio? ¡Oh, sí! "Denme un nombre" suena misterioso...algo terrorífico.
-Claro que no. La autora lo definió como "humor".
-Mhmm... ¡no me gusta! Yo no quiero ser el hazmerreír de la historia.
-Te digo que ya está definido el género.
-Y yo te digo que no. A penas si definieron mi cuerpo y mis gustos. Ahora debería empezar la verdadera historia. Escúchame si somos de misterio podría ser que alguien te mate y...
-¿No puedes hablar de otra cosa que no sea matarme?
-No, no, escúchame. Antes quería yo que la autora te matara porque siempre me estabas irritando pero ahora tu muerte tendrá más significado ya que alguien te envenenará y yo con el corazón acongojado... (Bueno, no tanto) tendré que descubrir quién de todos los personajes fue el que te asesinó, en medio de la historia conoceré a mi lectora que también sentía algo de simpatía por ti y mientras muestro mi gran intelecto averiguando quién quería perjudicarte, la lectora se enamorará de mí. Al final, llevaré al culpable ante la justicia después de que batallemos y mi vida esté en peligro, me salvaré y por último besaré a mi amada lectora. ¿Qué dices ahora?
-Que sigues siendo un tonto. No hay más personajes que tú y yo, por lo tanto si no cometí suicidio tú eres el culpable...
-¡Bah! La autora incluirá más personajes obviamente. Aunque tienes razón, no me gusta mucho el misterio, mi amada no tuvo un rol principal en lo que acabo de describir; por eso dije al principio que me gustaría que la historia fuese de acción... Sí...agentes especiales... podría ser.
-¿Serás un agente especial?
-¡Seremos agentes especiales! Aunque tú serás el nerd que hackea la seguridad de los edificios en los que tendremos que entrar. Yo seré el que dará las palizas, muchos me perseguirán y me dispararán al mismo tiempo y todas las balas fallarán... excepto tal vez una en el brazo, en la pierna o en el costado para hacerlo más dramático pero me recuperaré fácilmente sólo necesitare un trozo de tela como vendaje y podré continuar... Ahora, cuando sean combates de cuerpo contra cuerpo entonces me podrán emboscar pero como siempre atacan uno por uno, ¡los dejaré a todos inconscientes de un solo golpe!
-Creo que te olvidas de la lectora.
-¡Claro que no! Verás, hay dos opciones, la lectora puede ser a quien nosotros debamos proteger, habrá algo que la hará especial y que el gobierno y criminales la busquen, por eso debo cerciorarme que nada le suceda y llevarla a un lugar seguro en el que podré finalmente besarla...
-Ah, ¿y la segunda opción?
-Bien, ella podría ser también una agente, le gustarán las pistolas y será cinta negra; me dirá comentarios sabihondos, no le gustará mi coqueteo al principio pero al final aceptará que me ama...
-De pronto veo eso convertido en comedia...
-¡Que no! No habrá comedia. Pura acción y romance.
-Si tanto deseas que el romance esté entremezclado con algo más, te recomendaría mejor una historia de miedo.
-Ya lo había pensado pero no me parece.
-¿Ah? No me digas, Raúl, que le tienes miedo a los fantasmas.
-¡No seas ridículo! Es que en las historias de miedo, los hombres son de lo más inútiles, siempre terminan muertos o extremadamente magullados y sangrantes cuando al final es la mujer la que resuelve todo.
-¿Crees que así es siempre?
-Por supuesto. Verás, la protagonista (en este caso mi lectora), se mudará a una casa grande y antigua donde ocurrió algo misterioso hace muchísimos años pero no saben con certeza qué. Tiene problemas familiares y fue a ese pueblo para un nuevo comienzo. Tendrá un novio al que ama mucho (yo). Pasan los días y de repente empiezan a ocurrir cosas extrañas: los objetos se mueven, tiene pesadillas, escucha voces raras...
-No olvides el ático.
-¡Claro! no se anima a entrar al ático o al sótano porque en medio de la oscuridad algo parece estar esperándole y si al fin decide ir a ese lugar será sólo lentamente hasta que algo la asuste e intente agarrarla pero logra escaparse. Luego, quiere confiar en alguien para relatarle lo que está sucediendo pero nadie le creerá y (me avergüenza decirlo pero estas historias así son) yo me preocuparé por ella pero tampoco podré creerle. Después, ella investiga y descubre que algo muy malo sucedió en esa casa, alguna tragedia o asesinato; entonces algo realmente malo sucede nuevamente, intento ayudarla pero el espectro, fantasma o como quieras llamarle, me ataca asesinándome, apuñalándome o torturándome y después la protagonista puede resolverlo todo ella sola con una mínima ayuda de las demás personas. Y ahora te pregunto yo a ti Nicolás, ¿dónde está el romance ahí?