Enamorando A Un Millonario From Juan Josh

18 CAPÍTULO

 

El capitán Alcibiades Robledo Mosqueda conoce de siempre y desde su infancia a Monserrat, la hermosa novia de su mejor amigo el capitán Álvaro Cafetales García.

El capitán Alcibiades conocía a Montserrat Barrientos Lanestosa desde que éran dos jóvenes adolescentes, ambos habían estudiado juntos el nivel secundaria en los colegios La Salle de seglares, en México, el amor nacio en el corazon del adolescente Alcibiades, desde el primer mes de conocerse y de haberse tratado en aquel plantel, de secundaria en la ciudad de Toluca, la capital del Estado de México, desde sus primeros días de amistad desde que ya tenía Montserrat 12 añitos, y el capitán Alcibiades 14 años de edad, no no pertenecían a la misma generación escolar, de hecho ella cursaba el primer año en ese plantel, y Alcibiades el adolescente ya iba en tercer año de secundaria, en la misma escuela, un colegio de paga ubicado en una zona muy comercial, y de alta plusvalía en la ciudad de Toluca.

Montserrat y Alcibiades de hecho vivían en la misma zona habitacional, allá en Toluca, en una zona exclusiva de aquella ciudad, también se veían por las tardes no solo cuando estudiaban y tomaban clases en aquella escuela, perteneciente a los colegios La Salle de Seglares ,de aquella ciudad capital, del Estado de México.

Alcibiades le había hablado de su amor en aquellos años de secundaria a Montserrat, quién nunca lo acepto como su novio, que nunca lo podría ver como su amor, Y es que la vida es así para todo mundo, es así, pues conocemos a alguien, y nos conocen, nos enamoramos, y no se enamoran de nosotros, la mayoría de las veces, o con suerte, si lo harán, pero las cosas siempre son así entre seres humanos.

El joven Alcibiades sí sería aceptado por Monserrat, no como su novio, no como el amor de su vida, pero sí como su mejor amigo, ese era el lugar que tenía en el alma de ella, en el alma de Monserrat, Alcibiades era el mejor amigo de Monserrat pero no nada que se acercara a ser su amor, los años pasaron y el joven Alcibiades estudio en otra preparatoria, diferente a la que estudiaría  Monserrat, pero si que se seguírian viendo en aquel lugar habitacional, dónde sus padres tenían sus respectivos hogares, un lugar tan maravilloso y hermoso, en el cual la señorita Monserrat, y el joven Alcibiades pasarían su infancia, adolescencia, así como su juventud de una forma bastante feliz, Alcibiades nunca la olvidaría, pero se había dado cuenta que podría seguir viviendo la vida, sabiendo que Monserrat era un ser humano que respiraba y que era real, pero había aprendido a dejar de sufrir por eso, por amor, y de hecho llegó un momento que con el pasar de los años, él ya no sabía si era amor o costumbre, pero la seguía tratando, no era su amor, pero él sabía muy bien que su alma, ya se había ganado un lugar en la existencia de Montserrat, y con ello él estaba feliz pues sabía que nunca iba a pasar a más, pero si que era el mejor amigo de Monserrat, Y eso le alegraba el corazón, le entregaba una inmensa paz, Alcibiades había aprendido a ser el mejor amigo de Monserrat, y quién para él, mientras no apareciera otra mujer en su existencia, seguirá Montserrat siendo el amor de su vida, salían a fiestas, y se veían, se saludaban, frecuentaban, y hablaban, todo dentro de una relación cordial de amistad en la que ambos estaban contentos.

 Ella tuvo un novio y luego tuvo otro, y posteriormente vino el capitán Álvaro, quién para la chica caprichosa de Monserrat, para ella Álvaro, él sí sería el amor, pero la chica era muy caprichosa y controladora, bastante tóxica realmente, al haber sido hija única Monserrat, fue enormemente sobreprotegida, por sus papasitos, quiénes en vez de haberle hecho un bien la habían pasado a ser un mal, puesto que la niña Monserrat, que en su niñez había sido una niñota, aún ya en su vida presente y actual, seguiría siendo eso, una niñota, bastante celosa y controladora, que de hecho los celos con medida y no exajerados, suelen ser agradables y lindos, porque para aquel que es celado, solo se le está demostrando que lo aman, y qué es bien querido, solo que Montserrat tenía unos celos enfermizos del tamaño del mundo, porque siempre había tenido para ella en exclusividad el amor de su madre, y el amor de su padre, al haber sido hija única, y si alguien no le daba toda la atención requerida, a ella, pues pasaba a suceder que Montserrat se sentía celosa, incomoda, e insegura, cosa que no le agradaba a la niñota de Monse, por eso utilizaba sus herramientas femeninas, para controlar siempre a sus parejas, lo que había llevado a cabo con sus dos novios anteriores, Y ahora con el capitán Álvaro, a quién conocería en una taquería muy concurrida en aquella ciudad, de Toluca, en una tarde soleada, de brisa tranquila y con una temperatura bastante agradable, y unos tacos al pastor de los más deliciosos que se hacían en aquella ciudad, en el interior de un antro de moda en la ciudad de Toluca, y gracias a Alcibiades, curiosamente el mejor amigo de Monserrat Y por igual de Álvaro, esta amistad en común a ellos dos sería quién los pasaría a presentar, Y así de tal manera gracias a Alcibiades, Monserrat conocía a Álvaro, y también gracias a Alcibiades, Álvaro conocía a Monserrat.

Alcibiades se lo pasaba a presentar, pero Alcibiades no sentiría celos de Álvaro en referencia de Monserrat, porque ya sabía que Monserrat era un pan del cual nunca él iba a comer, ni a probar, el lo sabía muy bien, por lo que no tuvo pudor en presentarle a Álvaro su mejor amigo, a Monserrate, Álvaro era el mejor amigo de Alcibiades, y Monserrate también lo estimaba a este, como su mejor amigo.

 Montserrat le haría cada cosa al Capitán Álvaro, quien en su vida había tenido una novia, El capitán Álvaro era un muchacho bien parecido y simpático, hijo también único, lo mismo que Monserrat, a quién conocería esa tarde en aquel antro de moda y no de mala muerte, en aquella ciudad de Toluca.

El joven Álvaro era el hijo del dueño de una empresa con arraigo ya entre todas las empresas, de aquel lugar, debido al servicio de transporte aéreo ejecutivo que prestaba SOMOS LÍDERES LEART JET, propiedad del padre del joven Álvaro, propiedad pues de Don Álvaro.




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