El Capitán Alcibiades Robledo Mosquera, desde niño llevaba sufriendo depresiones, sus padres le habían detectado ese problema, básicamente lo había hecho su mamá, la señora Carmelita Mosqueda Doroteo, fue quien se dio cuenta primero de esto, Y cuándo fue que se lo comunicará al padre de Alcibiades, al señor Alcibiades Robledo Betanzos, este mismo a su señora esposa Carmelita, no le quiso volver a poner atención, pues cuando su mujer hablara de ese tema, él no le pondría atención a su señora esposa, en eso había quedado con ella el señor Alcibiades, pues él no quería saber nada más acerca de todo ello, ya que no quiso ver ese problema en su hijo, no lo quería aceptar porque no iba con la idiosincrasia del papá del joven, Alcibiades, así es que simple y llanamente le dio la espalda y carpetazo al tema, para el padre del joven este asunto estaba cerrado en definitiva, en la casa estaría prohibido volver a hablar, y volver a citar tal estupidez, así lo consideraba el señor Alcibiades, pues para el señor la depresión era una enfermedad de niñas, y para niñas, no de hombrecitos, el señor estaba en un garrafal, y abismal, error, al no haber sido más el señor padre del joven Alcibiades, no más que otro más, del tipo del típico macho mexicano, pues él era así, el padre de Alcibiades solo era todo un gran tonto, cómo negociante era muy bueno, sabía hacer negocios, crear negocios, desarrollarlos y terminarlos, por algo había conseguido el capital para que su hijo Alcibiades, tuviera acceso a la oportunidad de estudiar la carrera que tanto soñaba, y qué tanto amaba, la carrera de piloto, pero tenía ese aspecto en su personalidad, y con eso había perjudicado grandemente a su hijo, pues con tantos complejos en su personalidad, no se daba cuenta que pasaba a perjudicar enormemente al joven, al nunca este haber recibido tratamiento oportuno desde cuándo había sido un niño, ya que si lo hubiese llevado por aquellos años, por aquellos tiempos, con algún versado en el tema, llámese un psiquiatra, o un psicólogo, ahorita ya no existiría ese problema en la vida de su hijo, o al menos estuviera tratado por un especialista, como los ya citados aquí previamente, y el asunto estaría salvado, y con el problema solucionado, pues él podría ejercer su carrera, si, el joven Alcibiades sin ningún tipo de problema prácticamente él lo podría hacer, pero que al no haber recibido tal tratamiento, tal suministro del mineral del litio para su sangre, que era lo que necesitaba para curarse el joven Alcibiades, era que el problema él lo tenía, y lo presentaba, y estaba afectando gravemente el que él se desempeñará como todo un piloto aviador comercial, el sueño del joven Alcibiades de ser aviador estaba en peligro, pues ya lo era se había graduado como piloto aviador comercial, pero si persistía esta enfermedad de la depresión en su salud mental, tendría que dejar de volar, porque un piloto no puede ser un ser humano depresivo, con la responsabilidad de pilotear bajo esas condiciones una aeronave, y no podía ser un ser humano con una aeronave a sus mandos, muy tampoco por igual, no no lo podía ser, y no podía existir un piloto así operando un aeronave de vuelo, por obvias razones, una persona con depresión existe, pero se debe de tratar, pues puede ser un aviador con problemas de depresión, pero puedes consumir litio para que tu sangre tenga los suministros que necesita, y puedes seguir volando y pasando los exámenes de medicina de aviación, y sin poner en riesgo la aeronave, y ser un piloto normal, pero tienes que ser un piloto tratado, de ser tu un ser humano con depresión, pues un ser humano depresivo, con depresión, con licencia de piloto aviador comercial, no combina en ningún aspecto, y para hacerlo esto combinar, tienes que ser un piloto, un ser humano tratado, en caso de que tengas un problema de depresión, puesto que una depresión no tratada es un peligro enorme y mortal para cualquier pasajero, que se suba a tu avión.
El capitán Alcibiades había notado como su problema se había venido incrementando poco, a poco, día con día, mes con mes, año tras año, esa era la realidad de él, esa era la verdad dura que tenía que aceptar, pues él estaba enfermo de algo, pues el siendo un capitán piloto aviador se preocupaba porque era una amenaza esa sensación de tristeza y de malestar anímico, qué de no resolverla Y qué de no darle una soluciónque, pronta, rápida, y directa, atentaría contra de su sueño de seguir siendo un piloto aviador, porque ser un piloto aviador era muy exigente, en el aspecto de la salud, puesto que no se pueden arriesgar las vidas que van en el aparato de vuelo, qué dependen del capitán y del copiloto, estás mismas vidas, vidas que están poniendo su confianza, primero en la línea aérea a la cual compraron el boleto o pase de abordar, y luego igualmente es que están poniendo su confianza por igual manera, cada uno de estos pasajeros, una vez que ya se encuentran a bordo de la nave, y así mismo y así de importante, todos los pasajeros que ya están a bordo de la nave, y que pagaron un boleto también han puesto su confianza en los aviadores, encargados de pilotear tal nave, en la cual ya han abordado y que estarán listos a despegar estos pasajeros.
Aquello que experimentaba en sus emociones, y en sus sentimientos, a veces de mucha alegría, Y a veces con unos grandes bajones en su estado emocional, era precisamente eso, cambios en su estado de ánimo, el se podía sentir bien y si estaba entre gente se sentía mejor, la pasaba bien, disfrutaba de la un compañía de sus amistades pero como no tenía una novia, y cómo le hacía falta el mineral de litio en sangre, que ya le habían detectado este problema durante el examen de medicina de aviación, pues era más fácil que tuviera depresiones ya de adulto o de joven adulto, que cuando era tan solo un niño, ahora sus males referentes a sus depresiones se veían más acentuados, en el presente que cuando el era un niño, por aquello de la edad, por aquello de que no tenía novia, de que estaba enamorado de Montserrat y que ella nunca le iba a corresponder, todo eso incrementaba su estado depresivo del capitán Alcibiades Robledo Mosqueda.