32 CAPÍTULO
Bianca, la hermosa esposa del contador Alejandro, estaba que se la llevaba el diablo totalmente, Y para colmo molesta, totalmente, Y para colmo decepcionada, totalmente, de lo que su marido solo le podía dar a ella y a sus dos hijitos, a Delfina y a Rubén, acerca de no haber entregado un apoyo moral de padre, un apoyo moral de esposo, de amor para Delfina, si, sí que lo había, un poco de vez en vez pero lo había, pues Delfina era su dedo gordo del pie, y un poco, sí un poquito de amor para su hijo varón, pero solo un poquito, para el joven Rubén, y para la hermosa Bianca pues él se comportaba muy frío muchas de las veces, aunque si la amaba pero él era así de frío, a veces distante, enamorado como todo hombre de la vida, y ese era el dolor y la queja de la hermosa Bianca, porque ella era una gran mujer que requería de la atención y de las atenciones de un buen hombre, ella necesitaba de un hombre qué la amara realmente, pues realmente ella sentía que no la amaba, pero el contador Alejandro era así de frío, y la hermosa Bianca era que requería de un hombre cariñoso y amoroso, y de un hombre sincero en el amor, que no lo escondiera y que no le diera de a poco en poco amor, ella lo quería todo con él, y si la amaba solo que ella no comprendía, y a veces le pasaba a exigir demás, Bianca se había esforzado toda la vida tratando de hacer que la mula de su esposo, se comportará a la altura del matrimonio, que tenía con ella, con Bianca, con la hermosa Bianca, Bianca lo venía viendo en su pensamiento, en su sentimiento, en su ser, a su marido cómo según ella, le había pasado a nombrar, y a bautizar, a este, cuando ella hacía referencia de Alejandro su esposo, ella le nombraba y ella lo veía como "el prángana del amor",
Bianca estaba esperando, estaba aguardando por la llegada de su marido a casa, pues tenía en mente enfrentar al temible contador Alejandro, ella no iba a aguantar así cómo así que su marido, le impusiera su santa voluntad a su hijo Rubén, ella no le iba a tolerar, y no lo iba a permitir de ninguna manera, Bianca comenzaba a sentirse preocupada por la relación que mantenía su marido Álvaro con el joven Rubén, pues nunca este le dejaba hacer su vida en paz y tranquilamente a su hijo, a su único hijo varón, los minutos pasaban en el reloj y Bianca la hermosa Bianca comenzaba a impacientarse, pues era la hora de llegada de su marido a casa, la hora normal de llegada, y este todavía no sé aparecía, ella comenzaba a preocuparse, y es que así son las cosas cuando normalmente te urge hablar con una persona, y sabes dónde encontrarla y en qué momento del tiempo, y del día hacerlo, y sabes eso pero a la vez es que, pasa que no sabes nada, porque ahora no puedes encontrar a esa persona, así es la vida llegan a pasar situaciones que nos alejan de los parámetros, que nosotros tenemos en mente, y a los que por supuesto claramente estamos acostumbrados, de cómo funciona nuestra vida, de cómo es nuestra vida y de cómo debería de ser nuestra vida, Y tenemos todos estos parámetros en mente, pero la verdad es que no tenemos nada, porque la vida es la vida y en cualquier momento todo puede cambiar, hasta tu situación en la misma vida, visto esto desde el punto de vista de que en cualquier momento incluso, la puedes perder, tanto a la vida cómo a tu salud, inclusive puedes perder gravemente tu salud, y en cualquier momento te puedes ir de este plano de existencia tierra, porque la vida tiene sus cosas, y porque son cosas de la vida.
Y así era que el tiempo se paso ese día para la señora Bianca, inclusive 5 horas después de la hora acostumbrada, de llegada a la casa de su marido, pues la hermosa Bianca tendría que esperar cinco horas más, después de haberlo estado esperando todo el día, como no había llegado a la hora de llegada, la hermosa Bianca, había tenido que esperar algún tiempo de más, y así después de ese tiempo de espera fue que de repente, el contador Alejandro estaba cruzando la puerta de entrada, a su hogar, 5 horas después de su hora acostumbrada de llegada a casa, lo que le esperaba hay contador Alejandro, era la batalla que contra de su mujer Bianca, en contra del hermosa Bianca, Era que tenía que librar el contador Alejandro y qué sería aquella batalla sin precedentes en el matrimonio de ellos dos, y lo que le podía poner el banquillo al contador Alejandro, y a la misma Bianca en tal relación.
El contador Alejandro había cruzado el umbral de la puerta de su apacible hogar, Bianca su mujer le estaba esperando, el lo había notado casi de inmediato, solo le había bastado con verla, y él sabía que Bianca su mujer quería dialogar con él, qué Bianca su mujer quería pelea.
Al contador no le agradaba nada ni en lo más mínimo que Bianca su mujer se refrigera el con ese terminó con el término de "prángana del amor"