34 CAPÍTULO
Don Álvaro terminaba de hablar vía celular con el amor de su vida, con Doña Eloísa, y no dudo de inm yoediato en tomar nuevamente su celular, y marcarle a su hijo Álvaro, tal y como había quedado en que lo haría con su señora esposa, Eloísa, en la llamada que recientemente habían tenido ambos vía teléfono celular.
Don Álvaro estaba pendiente de que le contestara su hijo, pues no había tiempo que perder tenía que comunicarse con él, de inmediato puesto que su esposa ya había hecho ver cómo es que estaban realmente las cosas, y que sí era cierto qué El joven Álvaro no estaba mostrando lo que sentía, y uno al verlo pudiera pensar que todo marchaba bien en él, bien podría ser que no anduviera en las cosas bien, a como decía su mamá la señora Eloísa, Alvarito podría estar enfrentando una fuerte depresión, así es que don Álvaro volvía a marcar vía celular al número de su hijo, puesto que en el primer intento, la llamada no había podido entrar.
El celular de Don Álvaro estaba llamando al número de su hijo, del joven capitán de la empresa SOMOS LÍDERES LEART JET, y quien del otro lado del teléfono, y justo en aquel lugar donde estaba sonando la llamada de su padre, de su padre Don Álvaro, quién se encontraba intranquilo y un poco tenso, era que estaba pensando en una cosa, y luego en otra cosa más, respecto a todo lo que había vivido en Tucson, el hijo Don Álvaro, y quien no se esperaba a la misma, llamada, en aquel momento del día, y que de alguna manera este buen muchacho andaba en las boca de todos los empleados de la empresa de su padre, a cómo era la cosa y esto era como un buen muchacho, y un ejemplo a seguir por parte de todo aquel que lo conociera.
El joven Álvaro, estaba total y así de en verdad más que intranquilo, pensando en lo que había vivido y pasado en Tucson, El joven Álvaro recordaba las palabras que habían salido proferidas de la boca de sapo que su novia Montserrat poseía, se estresaba cada que recordaba aquello, que le había hecho su novia, ahora su ex novia, así como el mal amigo del Capitán Alcibiades, ambos le habían pasado a fallar prácticamente, y Montserrat ahora era la ex novia, pues la pareja había tronado debido a estas culpas que llevaba y llevaría, en la conciencia de por vida Monserrat, siendo que el capitán Álvaro no sentía odio realmente, eso no lo podía sentir él, y quién sí que podía tener todos estos bajos sentimientos, era pues había vivido siempre en el rencor, Monserrat, para quién su día día lo eran el rencor, el odio, el resentimiento, las ofensas, las malas palabras, los malos sentimientos, eran pues todos los sentimientos tristes, y malos de la vida, Los que llevaba en su alma y en su corazón muy arraigados a ella, por eso había hecho lo que había hecho Monserrat.
El capitán Álvaro lo que si podía experimentar eran sonrisas en tu rostro, Alejandro recordar los buenos momentos que había vivido con ella, con Monserrat, era así que dejaba ver unas sonrisas que dibujaba en su rostro, El capitán Álvaro, cuando se acordaba de ella, cuando la recordaba en aquellos momentos lindos que ella, le pudo dar, porque si se los había dado, sino como entonces él había podido amar a semejante ser caprichoso, y tan toxicó a la vez a cómo lo era Monserrat, algo tenía que tener el angelito quieran o no lo quieras ella había tenido lo suyo en frente del capitán Álvaro, y eso era lo que había enamorado al Capitán Álvaro el hermosa Monserrat bueno esto solamente para el quién fue el que se había enamorado de ella.
El capitán Álvaro veía a su celular retozar sobre del escritorio de la sala de pilotos, el se encontraba solo todavía, pues ningún otro piloto había llegado hasta allí aún, era muy temprano y si el capitán Álvaro estaba ahí era porque quería distraer su mente, quería dejar de estar tan metido de lleno en los pensamientos, que le producía todo lo que había vivido en Tucson.
Por otra parte el Capitán Alcibiades misteriosamente no había llegado todavía a la sala de pilotos, de la empresa SOMOS LÍDERES LEART JET, nada se sabía del Capitán Alcibiades, y el Capitán Álvaro creía que era un faltó de bolas, que le habían faltado pelotas para enfrentarlo, y que por eso no se aparecía, porque sabía que muy seguramente Don Álvaro ya lo hubiera corrido definitiva de SOMOS LÍDERES LEART JET.
Por fin entraba la llamada de Don Álvaro el padre del joven aviador en directo al celular de este.
Esas palabras que había pronunciado El joven aviador llenaban de una inmensa tranquilidad a Don Álvaro, pues Alvarito había dicho que tenía ganas, que tenía ganas de seguir y de salir adelante, y por otro lado aquello que había sucedido en el organismo del capital Álvaro, aquello que lo dreprimió el primer día, y que no obstante estante después de eso y después de algunos días, tan solo unos días después había pasado a sentirse un poco mejor, y ello sería debido a la costumbre fisiológica a la que se había acostumbrado a vivir, en un ambiente de felicidad desde su infancia, la felicidad ayuda a la salud y eso es lo que había pasado con el joven aviador, si estaba triste pero no se había hundido en una profunda depresión, más que el primer día en el que habían pasado los hechos, ese día si se sumió en el llanto y la desesperación toda la noche, él joven Álvaro.