Era la hora del descanso, lo que indicaba que aún faltaban tres horas para la aplicación del examen de este día. Los alumnos habían salido de sus respectivos salones para platicar con sus amigos, distraerse y algunos otros aprovechaban para ir a comer algo ligero antes de volver a clases.
- ¿Qué día es hoy? –Se escuchaba murmurar por los pasillos. –
-Uhm… creo que es jueves, si no me equivoco. –Alguien más respondía. –
- ¿En serio? ¡Qué rápido! Ya falta menos para el fin de semana.
-Ya mañana terminan los exámenes finales. -Se alcanzó a escuchar la última parte de la conversación mientras el grupo de amigos se alejaba entre risas. –
-Con que jueves, ¿hah? -Murmuró Romina, quien estaba sentada encima de la paleta de su mesa-banco mientras mecía en el aire sus pies. –
-Dime que has estudiado, aunque sea un poco para el examen de hoy… -Preguntó su amiga Jade sentada frente a ella, imitando los movimientos de los pies. –
- ¿Qué examen toca el día de hoy?
-Inglés…
-Es la materia más fácil, ¿quién estudia para el examen del idioma que habla?
-Bueno, una cosa es hablar en el idioma, y otra muy diferente es saber utilizar bien la gramática y los tiempos.
-Es nuestra lengua materna, sería un tanto gracioso reprobar, ¿no crees?
-Tienes razón, pero créeme, hay quien sí reprueba.
-Esa persona no seré yo. -Le dedicó una gran sonrisa a su amiga. –
-Hoy te noto más animada… ¿Sucedió algo de lo que aún no me entero?
-Se-cre-to. -Le guiñó un ojo. –
- ¡Quééééé! Creí que no tendríamos secretos siendo amigas. -La miró haciendo pucheros. –
-No me lo tomes a mal amiga… pronto te lo contaré, lo prometo.
-Sólo espero que no me lo cuentes hasta el día de la graduación.
-Prometo que no te haré esperar tanto tiempo. -Sonrió. –
-Bien. -Le regresó la sonrisa. –
- ¿Qué me dices de ti?
- ¿Eh?
-Te veo diferente… ayer tenías un ánimo fatal y hoy estás demasiado bien.
-E-eh… respecto a eso… yo… -sus mejillas se tornaron rosadas. –
- ¿Por qué te sonrojas? -La miró con expresión desconcertada. –
-Oh, allí estás. -El joven de cabello castaño oscuro y ojos azules se acercó al par de señoritas. –Te estuve buscando por todas partes.
-Pero si te he dicho que iba a estar en el salón.
- Mentirosa… -Pasó un brazo por la cintura de la pelinegra. –
-La joven de ojos verdes se sonrojó ante el gesto de su pareja. -No me llames mentirosa.
El joven rio levemente ante el sonrojo de ella y la besó tiernamente.
Romina literalmente se quedó boquiabierta al verlos darse un beso. - ¿Eeeeeh? -Exclamó sorprendida. –
-Ah, olvidaba que estabas presente. -Dijo secamente Asher. –
- ¿A qué ha venido eso de que olvidabas mi presencia? -Infló sus mejillas. –
-Simplemente eso.
- ¡Niño tonto!
- ¡Niña torpe!
- ¡Cómo te encanta fastidiar!
- ¡Tú molestas más!
- ¿Quieren detenerse de una vez? -Intervino Jade. –
-Dile a él que pare. -No bien terminó la frase, la campana sonó anunciando que el receso había terminado. –
-Jade suspiró. – Menos mal...
Los alumnos comenzaron a entrar al salón, pero hubo uno que se quedó parado en el umbral de la puerta, miraba a todos lados dentro del salón, hasta que dio con su objetivo.
- ¡Romina! -Llamó su atención. –
La joven castaña miró en todas direcciones buscando la fuente de donde provino su nombre. Sintió una mirada desde la puerta y la siguió. - ¡Allen! -Dijo entusiasmada. –Ya vengo. -Se apresuró a ir con el joven, dejando a sus amigos de lado. –
-Por un instante creí que no me harías caso.
-Perdóname, sabes que soy distraída. Pero me bastó tu voz para venir. -Le regaló una sonrisa brillante. –
Él rio. –Eres tan adorable. -Le colocó una mano sobre su cabeza. –
Ella se sonrojó. –Sólo contigo.
- ¿Estudiaste para tu examen de hoy?
-No lo necesito. Hoy es inglés.
-Ya veo, te irá bien entonces.
-Eso espero. -Le sonrió con inocencia. - ¿Tú tienes examen hoy?
-Sí, Química avanzada.
-Eso suena complicado.
-No lo es cuando le entiendes.
-No basta con entenderle, si no te gusta, se te hará complicado.
Él volvió a reír. -Cuando lleves esa materia, yo te explicaré. -Le sonrió. –
-Para entonces ya no estarás aquí… -Su semblante entristeció. –El próximo año te graduarás...
-Revolvió el cabello de la joven. –No pierdas tiempo pensando en lo que pasará el próximo año.