Nur mit dir (solo contigo)

Y bien llegamos al final de este libro...pero no de esta historia. Espero que hayan disfrutado la lectura tanto como yo disfrute escribirla. Esta es la primera parte de la historia de esta pareja...la parte rosa por llamarlo así...pero ya saben que no todo es algodones de azúcar. Bueno espero la disfruten y sigan leyéndome. Este no es el final. 

Muchas gracias a las personitas que me apoyaron con sus estrellitas. El resto puede hacerlo; también con sus comentarios o suscripciones. Y también muchas gracias a todos los lectores anónimos. 

Besos y bendiciones :)

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Manzanita y yo hicimos nuestro compromiso oficial el 2 de enero y el 7 de junio nos casamos. Fue un momento mágico e íntimo. No quisimos hacer una ceremonia grande y solo asistieron las personas más importantes. Invitamos a nuestro jefe y a los buenos compañeros que habíamos hecho dentro de la compañía.

Aún recuerdo lo nervioso que estaba ese día. Como era la tradición el día anterior a la boda Nina y yo no pudimos vernos y solo nos conformamos con mensajes y audios. Ni siquiera recuerdo a qué hora caí rendido. Pero todo el nerviosismo se fue cuando mi manzanita camino hacia mí. Llevaba un vestido straple en forma de corazón con encaje en la parte delantera. Sus brazos sostenían mangas caídas que estaban cubiertas por rosas. La parte baja del vestido no era tan abultada; lo suficiente para enmarcar su figura y también tenía rosas y brillos como detalles que llegaban hasta el bajo de su vestido. Su piel brillaba, pero lo que más resaltaba ese día era su sonrisa y el brillo y emoción en sus ojos. Sentí mis ojos llenarse de lágrimas. Esta preciosa mujer me pertenecía tanto como yo a ella. Y cuando nos dimos el sí supe que siempre sería así.

La fiesta fue todo un éxito. Mi madre y la de Nina fueron las más emocionadas, alborotadas y lloronas en todo esto. Habían arrastrado a mi manzanita por diferentes decoradoras, pasteleras, floristas, diseñadores, etc. Nina se había vuelto loca con los planes de la boda. Quería que todo estuviera perfecto y lo consiguió. A veces, cuando la encontraba con la organizadora hablando de gustos me preguntaba porque había contratado una si parecía que ella se daba abasto sola. A veces preguntaba mi opinión pues era consciente que la boda era de ambos y cuando no lo hacía igual me entrometía.

A pesar de tener todo listo, yo tenía una sorpresa para ella. Nina tenía la costumbre de reproducir una canción que le gustaba tantas veces que hasta yo terminaba por aprendérmela y luego de semanas o meses haciéndolo terminaba olvidándola y centrándose en la nueva que encontraba, pero una de esas canciones fue diferente. Nina no la reproducía a menudo, pero cuando lo hacía se derretía. La canción se llamaba Nur mit dir y estaba en alemán. Sí, manzanita aparte de ser una excelente diseñadora gráfica era buena para los idiomas. Cuando se enoja era todo un espectáculo, mezclaba todos los idiomas que había aprendido y el receptor de su enojo terminaba con los ojos como platos.

Como decía, Nur mit dir era su canción romántica favorita y últimamente la cantaba a menudo, sobretodo la parte que decía:

Ich hab nie gewusst, dass ich in diesem Leben solches Glück erleben kann
Diese Freude, die mein Herz erfüllt, sie kommt von dir allein
Ich lass mich tief in deine Arme fallen
Ich lass alles los, denn ich will nur mit dir sein
Nur mit dir
So wunder, wunderbar ist die Art wie du mich liebst
Ich bin zuhause hier bei dir

Nunca supe que podría experimentar tanta felicidad en esta vida
Esta alegría que llena mi corazón viene solo de ti
Me dejo caer en tus brazos
Dejo ir todo porque solo quiero estar contigo
Solo contigo
La forma en que me amas es tan maravillosa
Estoy en casa aqui contigo

Entonces una idea vino a mi mente. Así que me encargue de contratar al chico que la cantaba. No fue fácil y tampoco barato, pero valió totalmente la pena cuando cantó para nosotros. Tenía a Nina abrazada por la cintura cuando recibió su sorpresa.

—Damas y caballeros su atención por favor—requirió mi hermano quien fue el encargado de dar la sorpresa—. Gracias. Como ya sabemos todos estos tortolitos han recorrido un buen camino para llegar aquí, y debo admitir que lo han hecho con mucha madurez. Siendo sincero estoy sorprendido de mi hermano. Aun no puedo entender cómo consiguió a mi linda cuñadita. Lo siento tío, pero yo soy más guapo que tú y le iba mejor a la novia, pero el amor nos ciega. Tal vez en otra vida cariño—el muy descarado se atrevió a guiñarle un ojo a mi esposa. Iba a matarlo en cuanto tuviera la oportunidad—. En fin, no los hice detenerse para que me observaran a mí, aunque soy digno de ver y estoy soltero por si alguna hermosa dama quiere acompañarme en esta soledad que es la vida—busqué su mirada y entrecerré los ojos hacia él—. Como decía, estoy aquí para presentar el regalo del novio para la novia…

Nina alzó los ojos hacia mí como preguntándome de que trataba. Solo atiné a darle un piquito en sus labios.

—Solo mira hacia delante.

—…que sepas cuñadita que cruzamos el continente por ti. Damas y caballeros por favor demos fuertes aplausos a Thor Braarvig y su canción Nur mit dir. Espero haberlo pronunciado bien. El alemán no es mi fuerte. Esto es para ti Nina.