Desperté por el ruido del despertador, rápidamente me quite las cobijas con cuidado, y apague el reloj, acostumbraba llegar temprano a la cafetería para tomar un taza de chocolate, pero hoy me tendría que saltar la primera hora, pues ya es algo tarde.
Me sentía cansada, con el cuerpo cortado, creo que me dará un resfriado algo fuerte.
Abrí su closet y rápidamente tome uno de sus pantalones de mezclilla, rápidamente me los puse, me vi en su espejo y me veía anormal, o sea con ropa súper grande, Nicholas y yo estábamos algo parecidos de altura pero nada que ver con la cintura, de nuevo me acerque a su closet y tome una sudadera.
Mire la cama y Nicholas aún seguía dormido, no tenía pensado levantarlo, posiblemente estaba aún más cansado que yo, abrí la puerta con demasiada delicadeza, por qué no quería que la madera tronara o algo parecido. Mire por los dos lados antes de salir, el lugar estaba despejado, era algo tarde así que eso era bueno pues ya casi todos estaban en clase, me sentí como en una misión imposible, pues tenía que ser muy discreta.
Antes de llegar a las escaleras tomé una liga de mi muñeca y me hice una coleta baja, acomode la capucha y me puse en posición Nicholas en cruda.
Al llegar al recibidor, mire si alguien estaba en la sala, y lamentablemente estaba un chico en la ventana pero se veía demasiado despistado así que apresure el paso, justo cuando iba a tocar la puerta, el piso trono, bendigo a la bendita madera.
— ¿Quién está ahí? –pregunto, me quede estática, mi cuerpo no reaccionaba, me habían descubierto y no sabía qué hacer. - ¡Nicholas!, qué bueno es verte amigo, ¿llegaste tarde?, porque ya no te escuche –asentí con la cabeza, no lo vería seria delatarme más, rápidamente al tocar la perilla de la puerta sentí un peso en mi hombro, mire por el rabillo del ojo y era su mano. -¿Qué te comieron la lengua los ratones? –me volteo con una gran fuerza, baje la mirada... me habían descubierto.
Hubo un silencio demasiado incomodo, subí la mirada y sus ojos salieron de sus órbitas, juro que pude verlo sonrojado, Nathan abrió un poco la boca, sabía que me diría algo.
— Raven, ¿Qué demonios estás haciendo aquí? –tomo mi brazo y me hizo mirarle a los ojos.
— No tengo tiempo, disculpa, nos vemos pronto –quite su brazo y di una vuelta sobre mis talones.
Corrí, hasta que mis pulmones me pidieron aire, me fui deteniendo lentamente, rápidamente tomé mis piernas, estaban algo calientes, cuando recobre el aliento mire en donde estaba y era un milagro que enfrente de los dormitorios.
Respire hondo, toque la puerta de la entrada, no espere mucho tiempo cuando un chica de segundo grado abrió la puerta, primero me miro con el ceño fruncido, pero al quitarme la capucha ella abrió los ojos como plato.
— Raven, te hemos buscado por todas partes, bueno, Pam inicio tu búsqueda en la mañana –mire a la chica con incredulidad, ahora si problemas vengan a mí.
Entre y muchas chicas empezaron a murmurar y algunas se levantaron de los sillones de la sala.
— ¡Chicas apareció! –grito muy cerca de mí, me sentí sorda unos minutos.
Se acercaron y una chica subió las escaleras, rápidamente me empezaron a preguntar lo que había pasado, yo solo respondí que me había ido a caminar desde muy temprano.
— Raven, eres una irresponsable, te quiero pero me preocupaste tanto –corrió hasta abrazarme, me dio un fuerte abrazo, me miro de arriba abajo y subió una ceja. – ¿Por qué demonios vienes vestida de hombre? –pregunto y me sonroje.
— Tengo mucho que contarte –gire los ojos y le tome el brazo. -¡Por cierto, gracias a todas! –exclame y jale del brazo a Pamela.
Pamela dio también las gracias y subimos a mi habitación, no tardó mucho en preguntarme el "¿porque?" de las cosas, así que tuve que explicarle, con lujo y detalle, primero me regaño, por no haber avisado y al final me hizo quitarme la ropa de hombre.
Antes de entrar a la regadera, tome mi teléfono, tenía que avisarle a Nicholas lo que pasó.
<< Raven; 9:39 am.