Enamorandome de mi mejor amigo

Capítulo 9

La tarde empezó a correr más rápido, Nicholas yo la habíamos pasado de maravilla, habíamos ido a todos los lugares que eran especiales para nosotros, la verdad el centro no había cambiado mucho, y eso me hacía realmente feliz.

Caminamos a casa, ya que ninguno de los dos quisimos ir en taxi. Al llegar el sol estaba dando sus últimas, respire hondo, mire mi casa con detenimiento, luego mire la de Nicholas, recordé aquellas tardes en las cuales él y yo jugábamos en el patio o cuando trepábamos el árbol para llegar más rápido a casa. Estos lugares prácticamente vieron mi niñez, vieron mis momentos felices, pero también vieron los peores.

— Te reto –lo mire confundida. – Quien suba el árbol primero y llegue a su cuarto gana.

— ¡Estás loco!, hace años que no trepo un árbol, la última vez fue hace tres o cuatro años.

— Raven, no te amargues la vida, hazlo antes de que crezcas y te hagas como nuestros padres. –pensé atentamente lo que decía, tenía razón en ciertas partes, lo haría.

— Trato –dije y le extendí la mano.

— ¡Bien! –exclamo y estrecho mi mano con la suya.

— A la cuenta de tres.

— 1...2... y 3

Sentí la energía recorrer mi cuerpo, como si una chispa dentro se hubiera encendido, rápidamente corrí con todas mis fuerzas, Nicholas era muy rápido, pero lo puede alcanzar, toque el árbol primero que él. En el primer hueco que encontré puse mi pie izquierdo, tome la fuerza y puede poner el otro, casi no miraba Nicholas, porque en este momento no importaba, con mis manos fui alcanzando rama por rama, sentía que me caía, pero realmente no lo hacía, solo era algo de mi imaginación. Mire arriba y vi como solo faltaba poco para llegar al balcón de mi cuarto, tomé la última rama y me apoye en ella con mi brazo, sentí como mi cuerpo se estiraba y con mi brazo izquierdo alcance el balcón, así que tomé con fuerza el barandal y mi pie derecho lo puse en la marquesina. Por fin tenía todo mi cuerpo enganchado en el balcón y pase mi pierna al otro lado y así fue más fácil pararse, rápidamente corrí a mi habitación, abrí la ventana y entre.

— ¡Llegue! –grite.

Pero no recibí respuesta, así que me asome por la ventana y no vi a Nicholas, así que salí de mi cuarto y camine al tope del balcón. Mire a bajo y Nicholas apenas estaba por el medio del árbol.

— Creo que el niño que me ganaba ha perdido –dije.

— No lo creo –dijo haciendo esfuerzo, así que su voz se oyó rara.

— Vamos Nicholas, ya gane.

No sé ¿Cómo?, no se ¿Por qué?, Nicholas se distrajo y cayo.

Volví a mi casa y baje las escaleras como loca, abrí la puerta principal y salí corriendo por ella. Llegue a su lado y se estaba riendo.

— He perdido –dijo entre risas.

— ¡Dios Nicholas!, ¿Te duele algo?, ¿Dónde te pegaste? –pregunte.

— Solo en la cabeza, no te alteres –trato de pararse.

— Tranquilo, si te quedas en el suelo no pasa nada –sonreí.

— Claro que pasa, porque no podré hacer esto...

—  Claro que pasa, porque no podré hacer esto

Tomo mi cara y me beso.

Me beso como hace tiempo hubiera querido que ocurriera, de pronto un rayo de electricidad paso por mi cuerpo, sentí como las mariposas del estómago revoloteaban sin parar. Juro que vi esos fuegos artificiales.

Me separe, sabía que lo que hizo lo arruinaría todo. El encanto se acabó cuando pensé en lo que éramos, solo mejores amigos y no sacrificaría mi amistad por una relación que podría acabar mal.

Me levante y corrí, corrí con todas mis fuerzas a donde nadie pudiera encontrarme. Lo mire por última vez y tenía la cara con el ceño fruncido, sin más volví la mirada a el camino.

 Lo mire por última vez y tenía la cara con el ceño fruncido, sin más volví la mirada a el camino

 

(Nicholas Parrish)

Desperté, deseando que hubiera sido una pesadilla, la había besado, pero era algo que llevaba esperando. Ese beso, fue el mejor beso que puede haber tenido, sentí como una chispa de electricidad había recorrido mi cuerpo, pero acabó tan rápido y no sabía porque.

Había huido de mí, le llame miles de veces dejando el mismo mensaje, "lo siento", y era verdad pudo haber sido el mejor momento para mí, pero ella estaba enamorada de otro y no podría reclamarle nada, porque estaba claro que ella no sentía nada por mí.




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