Una hora exacta paso y tuve que despedirme, ya que ella saldría con Lucas, no la culpaba, tenía otros planes.
Le había mentido a Nicholas, no saldría con Nathan, ni siquiera había vuelto a ver sus mensajes, simplemente por ahora no era el momento.
Salí y me dirigí a la banca del parque, que ahora estaba vacío, así que tomé mis audífonos, los conecte a mi teléfono y empecé a escuchar las melodías.
Durante los días en los que me encontraba sola escuchaba algo de jazz ya que era relájate, cuando estaba feliz escuchaba rock-punk, como "Green Day", amo "Wake me up when September ends".
El viernes era la graduación y si me preguntaran si estaba lista, sería un completo no, de hecho estaba pensando en no ir, sabía que no me divertiría y que solo sería una pérdida de tiempo.
En cuanto pude me subí a mi carro, iría al restaurante de la carretera (Watson's), era lo único que podía hacer para ir a comer. Debía decir que sí, había demasiados restaurantes en la ciudad, pero ninguno me encantaba como ese.
— Señorita Wilson, es un gusto como siempre –dijo el señor Watson, el dueño del restaurante.
— Gracias señor Watson.
— Adelante, tenemos disponible tu gabinete favorito –dijo estirando el brazo.
— Gracias –sonreí, y me adentre al restaurante.
Cuando me senté, tomó mi orden y él sabía que no era necesario que viera el menú, como siempre pedí unos molletes y mi refresco de Coca-Cola.
Pase un rato leyendo el libro que traía en mi bolsa, no era una novela como hubiera deseado, era un libro de introducción a leyes. Era bueno leer algo antes de que empezaran las clases, la verdad no quería parecer una tonta en frente de todos...
— ¿Raven? –levante la vista como un rayo.
Me quede paralizada, no sabía qué demonios hacer durante un momento como estos.
— ¿Qué tal Nathan? –sonreí.
— Nada, solo venía a comer –se sentó en el sillón de frente.
— Jaja, que coincidencia –reí.
— ¿Qué estás leyendo? -miro mi libro.- Introducción a leyes, wow creo que te adelantaste algo –tomo el libro.
— Sabes que me gusta tener las cosas en orden –mire sus manos, tenía muy marcadas sus venas.
— Si, lo sé –me miró y sonrió, pero después de mirar mis ojos su sonrisa se desapareció. –Raven... yo... quisiera pedirte... perdón por lo que viste en el centro comercial, de verdad yo no lo tenía previsto, ella es mi ex-novia.
— Nathan... lo comprendo, además estas en todo tu derecho –trague saliva. –Nosotros no somos nada.
— Pero podríamos serlo. Solo si tú lo deseas –tomo mi mano.
— Aún no se muchas cosas de ti, me gustaría conocerte más a fondo.
— Yo sé de ti muchas cosas, pero si, a mí también me gustaría conocerte más a fondo.
Sonreí, sonreí como un gato rizón, era algo nuevo para mí... sentí como el corazón me daba vuelco, sentí como las mariposas se movían en mi estómago, y esa sensación de sentir su piel tibia sobre la mía era fantástico, deseaba que esa sensación jamás se fuera.
La noche llegó, pero él y yo habíamos pasado todo el tiempo hablando, el señor Watson nos regaló algunas rebanadas de pay y unas malteadas, así que el tiempo se pasó más lento, para nosotros, mientras que en la vida real ya era tarde.