Nicholas me dijo que no había pasado todo el tiempo con Cassidy, me dijo que primero se fue a ver a su tía en Denver y que después se fue con ella, pero al parecer todo lo que le había contado a Nicholas había sido mentira, pero él me confeso, que primero intentaron regresar a su relación, pero resulto que ella, no quería regresar con él y que solo había sido para no pasar sola las vacaciones, no evite sentirme mal por él, pero no podía hacer yo ante esa situación.
— Compre esto –dijo sacando tres botellas de vino tinto.
— ¿Para qué? –pregunte.
— Por nuestro mal de amores Raven, brinda conmigo, vamos –dijo mientras iba a la cocina.
— Normalmente diría que no, pero hoy aceptare al menos una –se escuchó el ruido de dos copas golpeándose.
— Exacto, eso me agrada.
Se sentó en el sillón y dejo las copas en la mesa que teníamos frente, abrió la primera botella y empezó a verter el líquido en las copas.
Antes de empezar a tomar, prendió la chimenea y ambos nos quedamos juntos observándola mientras hablábamos.
Yo ya no me encontraba en mis cinco sentidos, y pienso que Nicholas tampoco. Cuando el empezó a sacar el tema de Nathan yo simplemente ya no quería escuchar.
— No quiero hablar de él –me miró con una sonrisa y después le dio un trago a su copa.
— Pero tengo una duda Raven... ¿de verdad lo querías? –pregunto.
— Le tomé cariño conforme el tiempo... pero yo no puedo amar a otra persona que no sea... -calle y el me miro confundido.
— ¿Qué no sea quién? –pregunto. Ambos miramos a los ojos, sabía que Nicholas necesitaba una respuesta y hoy se la daría, después de tres años.
— Tu... -abrió los ojos como platos y yo para controlar los nervios respire hondo. –No habrá otra persona en este mundo que yo pueda amar, si no es a ti.
— Yo nunca podré amar a otra persona que no seas tú Raven... Te amo desde el primer minuto que te vi... eres la única que puede robarme suspiros, la única que hace que mi corazón lata tan fuerte que quiera salir de su lugar... te amo y siempre lo hare Raven Wilson.
— Yo te amare por siempre Nicholas Parrish.
Rápidamente tomó mis mejillas con una fuerza impresionante... y ambos nos fuimos en un beso tan necesitado. Las manos de Nicholas iban recorriendo levemente mi cuerpo... sentí como sus manos frías empezaban a tocar mi brazos haciendo que me estremeciera.
— Te amo –dijo en medio del beso.
— Te amo.
(Nicholas Parrish)
Cuando despertamos, pensé que todo había sido un sueño, pero no, Raven se encontraba entre mis brazos. No sabía qué hacer, ¿recordaría todo lo de ayer?, ¿cambiara nuestra amistad?, ¿seguiremos siendo los mejores amigos?, no lo sé, solo sabía que amaba a Raven y que ahora el amor era correspondido.
Su cabello se veía tan sedoso que acerque mi mano y lo acaricie. Ella fue abriendo los ojos y yo solo sonreí.
— Dime que esto no fue un sueño... dímelo –dije y ella apretó los labios.
— Si fuera un sueño, no creo poder soportar la realidad –la mire atento y solo pude reír.
— Créeme que yo tampoco –tome su mejilla y me acerque a ella para darle un tierno beso.
— Nicholas... yo no sé qué pensar –dijo y le mire confundido.
— No pienses nada, solo debemos disfrutar el momento.
Raven me miro con el ceño fruncido, ella quería respuestas, pero yo también, entonces era mi cuestión de no saber qué hacer.
— Todo lo que dije ayer es verdad –dije y ella empezó a desaparecer su ceño.
— Lo sé, pero... no quiero arruinarlo, no quiero que esto termine, Nicholas he esperado tanto este momento que pensé... que jamás llegaría.