Yo sabía muy bien que había decepcionado a mis padres, eso nadie me lo iba a poder negar, también están muy enojados por el hecho de que deje a Raven por esta chica y les dije que yo lo sentía más que ellos, pero no me creyeron. Defendieron a Raven hasta con los dientes y creo que tienen razón, porque ellos pensaban que llevábamos más años de relación y la verdad es que yo también lo hubiera hecho si fuera ellos.
Al llegar en la noche Cassidy estaba ya dormida en la cama, creo que será mejor que no salgamos hasta que sea la hora del vuelo.
El vuelo estuvo tranquilo, no había mucha gente y era obvio pues todavía no son vacaciones.
— No te fue nada bien, ¿verdad? –pregunto Cassidy.
— No Cassidy, están muy decepcionados, la verdad me merezco eso.
— Claro que no... de hecho eres un chico responsable, elegiste criarlo, otro chico me hubiera dejado con la responsabilidad, pero tú no, tú te estás haciendo cargo de tus actos –le mire y apreté los labios.
— Gracias, creo que tiene razón en eso. Pero ellos no están enojados por eso –me senté en una de la sillas de la cocina. –Ellos están enojados por el hecho de que lastime a Raven y también porque estoy arruinando mi carrera. No creen que soy responsable y también pienso que es porque no soy como ellos quieren.
— Creo que están equivocados –se sentó a mi lado y tomó mi mano. –gracias por enfrentarte a ellos Nicholas, gracias. –me dio un beso y yo sonreí. Al menos ella me hacía reír un poco.
— ¿Quieres ir a cenar? –pregunte y ella se sorprendió.
— ¿De verdad? –respondió y yo asentí. –Me iré a arreglar no tardó.
Froté mi cara con las manos con cierto fastidio, ahora ya no tendría el apoyo de mis padres, mi padre me dijo que me quitaría mi mensualidad, así que ahora debía de conseguir un mejor trabajo. Tal vez sea hora de pedirle un favor a un amigo, que su padre es jefe de un despacho contable, seria genial que me ayudara con un trabajo.
Salí de tomar una ducha caliente, me puse uno de mis trajes, me puse un poco de mi loción favorita y anude mi corbata. Cuando salí tenía la esperanza de que Cassidy estuviera lista, pero no, aún seguía arreglándose, claramente nadie sería igual que Raven, ella no tardaba nada, claro si las comparara a Cassidy con Raven nunca terminaría.
Después de media hora, Cassidy salió y la verdad no se veía nada mal, pero no hacía que mi corazón se acelerara.
(Raven Wilson)
William me invitó a un restaurante de la zona, quería discutir unos asuntos pendientes de la oficina, la verdad me sentía un poco aterrada, ya que últimamente hemos tenido problemas con el caso de mi ex vecino Daniel, llevamos tres meses tratando de resolverlo, pero ni el juez, ni los abogados se deciden y la verdad William está buscando estrategias para poder retomar bien las riendas del caso.
Le llame a Pamela como mi recurso de belleza y ella gustosa como siempre lo hizo.
— ¿Con quién dices que iras? –pregunto.
— Es un asunto de trabajo, pero ya vi las fotos de restaurante y es muy elegante, así que no puedo ir en fachas –respondí y ella rio.
— Conociéndote podrías ir así –le brinde un golpe en el hombro y ella se empezó a sobar. – ¡Oye!, la violencia no es método de resolver problemas.
— Lo siento, pero estoy muy nerviosa –rodó los ojos.
— ¿Por qué?, no dices que solo es una cuestión de trabajo, no tienes por qué estar nerviosa –fruncí la boca y respire hondo.
— Pamela, debo de decirte algo –ella sorprendida dejó de maquillarme y se sentó a mi lado.
— ¿Qué pasó? –pregunto. Tenía que contarle la verdad, vamos ya eran pocos días en los que nos quedaban en la universidad y no creo que Pamela divulgue esa información.
— Voy a ir a cenar con el profesor William –ella abrió la boca sorprendida y después me miro confundida tratando de formular palabra. –Pero es por trabajo, él es mi jefe, del que siempre te he hablado.
— Raven... ¿Cómo pudiste ocultarme esto? –susurro.
— Pam, tenía que hacerlo, nadie podía saber de eso. Las personas siempre malinterpretan las cosas y yo... no quería que él se metiera en problemas –trato de decir algo más, pero la corte. –Hay otra cosa más... salí en algunas citas con el... mucho antes de enterarme de que él era el nuevo profesor –se tapó la boca con las manos y me miro alegre.