(Raven Wilson)
— ¿Estás seguro de esto? –pregunte mientras el tocaba el timbre de su casa.
— Raven... ellos no muerden. Tranquilízate –me tomo por los hombros y me atrajo hacia él, dejo un beso en mi frente. –Yo te amo y eso es lo más importante.
La puerta se abrió de golpe y una chica como de mi edad se lanzó a los brazos de William, obviamente era su hermana.
— Hola a ti también Sam –dijo William quien respondió el abrazo.
— Te extrañe muchísimo –se separó de él y luego me miro a mi. Era una chica súper hermosa, parecía modelo de revista. –Tú debes de ser la famosa Raven –recuerda Raven, espera a que ellos den el primer paso.
— Raven, te presento a mi hermana Sam. Sam ella es mi novia Raven –le extendí la mano y ella la estrechó con una gran sonrisa.
— Mucho gusto –dije y ella asintió.
— El gusto es mío, pero pasen por favor, hace mucho frío –abrió más la puerta y nos dejó pasar.
Al pasar me llegó el aroma a rosas, era como si acabaran de rociar ese perfume enfrente de mí. Cuando nos adentramos más, la luz de los grandes ventanales me cegó un poco, pero eso no impidió que viera el hermoso candelabro que colgaba sobre nosotros. Era una casa simple hermosa, parecía de la misma realeza.
— Siéntete como en casa Raven –dijo Sam y yo asentí.
— Gracias –agradecí y ella me sonrió.
— Iré a decirle a Robert que le avise a nuestros padres –mire a William y el dejó las maletas aun lado.
— Si, ya quiero que vean a Raven –apreté los labios y él se acercó a mí, Sam dio media vuelta y se fue hacia otro lugar.
— ¿Qué pasa? –pregunto y yo negué con la cabeza.
— Nada, solo es un poco de presión –apreté las cuerdas de mi abrigo y el me miro extrañado.
— Sé que es un poco difícil conocer a nuevas personas, pero créeme que son las personas más dulces –tomo mi mano y la apretó.
— No es eso es que creo que omitiste muchos detalles –le mire y el observo la casa.
— ¿Hablas por esto? –yo asentí. – Raven no por eso...
— ¡William! –la delicada voz de una mujer se escuchó.
Podría jurar ver los mismos ojos de William en ella, era una mujer extremadamente hermosa, la edad ni si quiera se le notaba, su cabello era negro azabache y su piel parecía de porcelana. Se acercó a nosotros y me miró con una gran sonrisa.
Primero abrazó a William, y estos al separarse me miraron atentos, como si me estuvieran inspeccionando.
— Madre, ella es Raven Wilson, mi novia –dijo y la señora estiró su mano, rápidamente y con una seguridad que no sabía de dónde había salido le estreche la mano.
— Mucho gusto Raven, yo soy Isabella Fairchild –me sonrió y yo le devolví la sonrisa, para mi parecer era una excelente persona.
En eso unos pasos se escucharon por toda la habitación, William miró sobre el hombro de su madre y sonrió, yo no podía ver por qué la señora Isabella estaba de frente mío.
— Padre –dijo William y se alejó de nosotras. Le dio un abrazo y su padre le dio varias palmadas en la espalda. Dios mío, esta familia tiene excelentes genes.
— William, ¡qué bueno que regresaste! –exclamó y se separó de él.
— Si, ven tengo que presentarte a Raven –en eso cuando el señor me vio se sorprendió demasiado, como si hubiera visto el mismo fantasma Canterville.
— ¿Ginette? –parpadeo un par de veces, en eso la madre de William, miró extrañada a su esposo. Como el señor tenía la mirada fija en mí no supe cómo reaccionar, así que solo me quede quieta.
— Algo muy parecido, soy Raven Wilson, hija de Ginette –el señor se acercó a mí y le estire mi mano.
— Mucho gusto Raven. Increíble el parecido que tienes con tu madre –estrechó mi mano.
— Gracias –William tomó mi mano y me acerco a él.
Después de varias horas de platica, su madre le dijo a el señor Robert (un señor de servicio) que no ayudará con las maletas y una vez en el cuarto William me empezó a decir que iríamos a tales lugares y la verdad era que no le estaba poniendo atención, por que esperaba que fuera la hora de dormir para hablarle a mi mamá y a Victoria.