Enamorándome del lobo

13

  Kayler me miraba profundamente a los ojos, había algo en su mirada. Pasé mi vista a sus labios, en realidad no sé porqué siento unas ganas enormes de besarlo. Es ... ¡Kayler! El chico con aires de grandeza, El que es el más popular de la escuela, El que parece el líder de todos y Apuesto que es mujeriego; pero no lo he visto con ninguna chica, además de Paige, claro.

  Se acercó más, un poco más hasta que ... La bocina de un coche nos hace sobresaltarnos, escucho una maldición de su parte y esconde una risa. Me pongo de pie para ver quién es el responsable de tan grande interrupción.

  Mamá.

  Venta de su coche, muy sonriente y se dirige hacia mí.

  —¡Carolina, hija mía! —Me abraza.

  ¿A qué se debe tanta felicidad?

  —Má ... ¿qué pasa? —Cuestioné, safandome de su agarre.

  Su mirada pasó a detrás de mí.

  —¡Oh, Kayler! No sabía que estabas aquí, Cariño. —Le dio un beso en la mejilla.

  Rodé los ojos.

  —¿Cómo está? —Saluda él.

  —¡Increíble! —Ahora se dirige a mí— ¡Tengo una cita!

  Alzo mis cejas con cierta sorpresa. ¿Mi mamá? ¿Una cita?

  -¿Que? —Susurré a lo bajo.

  Ella asintió sonriente y sube las escaleras arriba.

  —¡Voy a cambiarme, él viene en una hora! —Exclama, mientras se dirige a su habitación.

  Fruncí el ceño. ¿Quién será "él"? Espero que sea de mi agrado porque sino ... Lo siento, mamá.

  Kayler se acerca a mí y rodea mi cintura con sus brazos; lo miro mal.

  - ¿Estás bien? —Pregunta.

  —Sí, solo no pensé que mamá ... Tuviera una cita después de ... —me detengo. No tengo porqué decirle a Kayler nada de mi vida privada.

  —Déjala, está felíz. Que sea felíz.

  Enarqué una ceja en su dirección.

  ¿Qué eres y qué hiciste con el arrogante de Kayler? —Lo señalé.

  Rió

  —Ya que estamos en esta, tú también te has portado menos grosera; tomando en cuenta de que tengo la cintura y no ha hecho nada.

  Y en ese momento me doy cuenta de que es verdad, así que me safo de su agarre y me siento en el sofá.

  - No estoy de ánimos para pelear hoy. —Admitir.

  Se sentó a la par mía.

  -Yo igual.

  Miraba la televisión para evitar su mirada, no sé qué me pasa el día de hoy pero me siento ... Bien tenerlo a mi lado. Me siento, de alguna rara y extraña forma, completa.

  —Deberías de cambiarte la ropa interior —dice. Lo miro inmediatamente— Digo, para que después no te de un resfriado. Además, estás mojando el sofá-contraseñala ..

  Bajo mi mirada a donde estoy sentada y ¡es cierto! Lo mojado me traspasó el corto y ahora estoy mojando el sofá. Mamá me va a matar. Me levanté de inmediato.

  Kayler me miraba divertido.

  —Después lo seco —susurré— esperaré a que se vaya mamá para cambiarme.

  Alza una ceja.

  - ¿Quieres que te ayude? —Pregunta, en su típico tono pícaro.

  Sonrío

  No, espeté.

  Después de pasar media hora mirando una película de comedia, mamá baja las escaleras. Lleva un vestido hasta las rodillas, sandalias de plataforma y el cabello suelto.

  —Estoy lista. —Murmura.

  Kayler y yo nos ponemos de pie. La verdad no se mira tan mal y creo que en este caso sí le haré caso al tarado que tengo a la par y dejaré que mamá sea felíz. Se lo merece.

  —Ya veo de dónde sacó Carolina su encanto. —La halagó.

  ¿En serio dijo eso?

  Mamá solo lo que quedaba viendo con una adoración que daba como ... Celos.

  ¡Por Dios! No sé ni lo que digo.

  —Eres tan lindo, Kayler. —Susurra.

  En eso la vocina de un auto se escucha. Ella solo abre los ojos y comienza a morderse las uñas, nerviosa.

  —¡Llegó! —Exclamó— ¡Dios! Me siento como una adolescente en su primera cita.

  Miro a Kayler, el tiene la misma expresión que yo. Mamá parece más mi hermana mayor que mi mamá. Tocan la puerta dos veces y ella se apresura a abrir. Un señor de más o menos la edad de mamá aparece frente a nosotros. Tiene el cabello negro, es alto, tiene buen gusto al vestirse y una sonrisa muy ... Alegre.

  —Hijita, él es Mike. —Lo presenta.

  Él estrecha su mano hacia mí. La tomo.

  —Hola, Carolina, es un gusto al fin conocerte.

  Le sonreí

  —Igual. —Murmuré.

  —Y él es Kayler, el novio de mi hija. Mamá, tan ca, mamá, tan campante.

  Abrí los ojos de la sorpresa. ¡¿Cómo se le ocurre ...?!

  —En realidad, no somos novios ... —me apresuré a decir.

  Podía ver la cara de Kayler. Estaba como reteniendo la risa.

  Maldito Le divierte verme en apuros.

  - No todavía —apunta él. Lo codeo.

  —Hacen linda pareja, ¿no crees? —Dice mamá a Mike.

  La fulmino con la mirada. Antes de que Mike respondiera, me apresuro a empujarlos a la salida.

  —Bueno, mamá, se les hará tarde, váyanse con cuidado. No hay vengas después de las una vez, ¿está bien? Adiós. —Antes de cerrar la puerta, me dirijo a Mike. —Ah, Mike, cuidala.

  Cerré la puerta. Uff, respiré aliviada. Kayler rió.

  - No te rías. —Le pegué en el hombro. Pero no le dolió a él sino a mí.

  —Auch ... —susurré.

  Rió más fuerte.

  —Tu mamá sí que sabe —comenta.

  Empiezo a subir por las escaleras para cambiarme la ropa interior y ponerme mi pijama.

  - No, definitivamente ella no sabe nada. —Apunté.

  Llegué a la puerta de mi habitación y volteé a ver.

  —Ahora, si me disculpas, voy a cambiarme. —Cerré la puerta en sus narraciones, pero la volví a abrir— Sin entradas.

  Él se quedó con cara de aburrimiento.

  Cogí ropa interior limpia de mi ropero y me dirigí al baño. Yo bastante primeramente la ropa y después mi brasier y mis bragas. Cogí la ropa interior limpia y me la puse. Dejé la ropa sucia en una esquinita del baño y salí para buscar mi pijama. La habitación estaba un poco oscura así que me apresuro a encender la luz.



#173 en Thriller
#56 en Suspenso
#379 en Fantasía

En el texto hay: hombres lobo, romance, amor

Editado: 27.11.2023

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.