20

  Estaba soñando tranquilamente que me comía una pizza entera yo solita, sin nadie que me esté pidiendo a mi al rededor, pero, de pronto escuché un ruido proveniente de mi ventana. Estaba lloviendo muy fuerte, habían rayos, a mí me dan miedo los rayos, así que ese ruido me hizo ponerme en alerta. Me cobijé de pies a cabeza con algo de miedo, en este momento me gustaría dormir con alguien, pero no hay, no hay nadie cerca. Ash. Tal vez debería de ir a dormir con mamá, como cuando era niña y también llovía muy fuerte, me cruzaba a su cama y ella me abrazaba, ahí me sentía cómoda, el miedo se iba. Pero ahora no me parece una buena opción ir.

  De pronto, otro ruido me hizo sobresaltarme, también proveniente de la maldita ventana, la había dejado cerrada con un candado, ya se imaginarán porqué. Sé que Kayler es mi novio y todo pero eso no cambia las cosas. Me armé de valor y saqué la cabeza de la sábana, miré mi reloj de noche y eran las 2:40 am. ¡Dios! Odio desvelarme. Saqué mi mano e intenté encender mi lámpara, pero no encendía ¿se fue la luz? ¡agh! Lo único que me faltaba. Me senté en la cama observando la oscuridad de mi habitación, estaba oscuro, solo se iluminaba cuándo venía un relámpago, esto parece más una película de terror. Esta es la parte caundo la habitación se ilumina y ves a un espanto parado frente a ti. Solo espero que no me pase eso. Sentía frío, más de lo normal.

  Busqué mi teléfono bajo mis almohadas, al encontrarlo, encendí la linterna. Ah, la ventana está abierta y por eso siento más frío pero, ¿porqué está abierta si la había dejado cerrada? ¡y con un candado!. Respiré profundo, esto es raro. Salí de mi cama y me dirigí sigilosa a la ventana. El candado estaba roto ¡Oh, Dios! Se metió alguien a la casa y no es Kayler porque si fuera él estuviera metido en mi cama y no asustándome porque si es así juro que lo mato. Cerré la ventana y así me quedé viendo el lago. Quise divisar más allá pero la oscuridad me lo impedía, muy en el fondo quiero ver si se puede ver la casa de Kayler. Y como escuchado mis suplicas, vino un relámpago iluminando todo, así que pude ver su casa, estaba a oscuras. Obvio, todo mundo está dormido, solo yo soy la loca paranoíca que está despierta. Suspiré y me puse de pié para volver a la cama, pero choque contra algo. Es un hombre. No puedo verle la cara pero estoy frente a él. Miedo. Eso es lo que siento ahorita.

  —¿Q-quién eres? —balbucié.

  Retrocedí hasta chocar en la pared. El hombre se acercó más y más y llevo su boca a mi oído.

  —Soy el amor de tu vida. —susurró.

  Y de pronto el miedo se fue y solo llegó la paz. Pero la paz llegó acompañada con el enojo.

  —¡Pero que hijo de...! —lo empujé.

  Kayler rió.

  Maldito. En cerio que un día me va a salir matando de un susto.

  —Eres una miedosa. —Se acerca a mí.

  Me aparté de él.

  —Kayler, en cerio, me asustaste mucho. —espeté —¿y cómo es que pudiste romper el candado? —me detuve en seco y lo encaré.

  Se encogió de hombros.

  —Fuerza. 一respondió. Se acercó más y rodeó mi cintura con sus brazos. Está un poco mojado. —Y debo de confesar que verte dormir es... Tierno. —me besa la nariz.

  Yo creo que me quería besar la boca pero como está muy oscuro no miró bien. Quise reirme. Él rió un poco. Estar con Kayler es tan lindo, tan... Perfecto el momento que me olvido de todo, incluso de la conversación por teléfono que tuve con esa chica de SU celular. Al pensar en eso me vuelven las dudas. Todas esas chicas que mencionó ella han sido sus novias y las ha dejado ¿porqué? ¿Acaso solo nos busca para pasar el tiempo? ¿y si soy solo eso? Luego formaré parte de la larga lista de ex. Yo no quiero ser una más. Pero esto creo que será mejor discutirlo en otro momento, estoy cansada y solo quiero dormir. Lo tomé de la mano y lo encaminé a mi cama. Se fue quitando su chaqueta mojada y sus pantalones... Solo quedó en boxer. Oh, Dios.

  Me miró con una sonrisa traviesa.

  —Solo será por esta noche —dice—no querrás que duerma con la ropa mojada ¿o sí?.

  —N-no, claro que no. —admito que estaba nerviosa. Verlo así casi desnudo en mi cama es... Tentador.

  Nos metimos entre las sábanas y él me rodeó con sus brazos mi cintura. Como siempre estaba calentito. Me dio un último beso en mi mejilla y en un rato nos quedamos dormidos.

  ***

     Al día siguiente estábamos en la cafetería, teníamos la últimas horas libres así que teníamos mucho tiempo. Kayler me había traído hoy como siempre, sin embargo me hacía falta algo. No había visto a Connor los últimos días, lo cuál me parecía extraño. Es mi amigo así que es normal que lo extrañe un poco. Lo buscaba por toda la cafetería para ver si lo podía encontrar pero no estaba.

  —Anne, —me dirigí a ella, quién estaba comiendo un trozo de pizza. Ella me miró. —¿No has visto a Connor? Tengo días de no verlo.

  Ella frunció el ceño y negó con la cabeza.

  —De verdad que no lo he visto. —dijo—debe de ser que salió por unos días con su padre. A veces pasa.

  Asenti dándole a entender que entendía. Le había contado a Anne que Kayler me pidió ser su novia y ella chilló de la felicidad. Hablando del rey de roma...

  —Hola, —me despositaron un beso en la mejilla y por el cosquilleo que sentí supe quién era.

  Kayler.

  Se sentó a la par mía, mientras saludaba a Anne, pero no venía solo. Su amigo, cuyo nombre se me olvidó, venía con él. Se sentó a la par de Anne y le sonrió. Ella se puso roja que hasta dejó de comer por la pena.

  —Te miré muy pensativa. —comentó Kayler a mi lado. No creeran que se me olvidó lo de ayer. Tengo que averiguar quién era esa chica y todo lo que me dijo.

  —Kayler, tenemos que hablar. —dije.

  Su semblante se puso serio, sabía que lo que le iba a decir no le iba a gustar. Me levanté y caminé hacia la salida, escuché pasos tras de mí así que sabía que venía. Mientras íbamos caminando notaba cómo los chicos se apartaban de nuestro camino como en señal de respeto. Sé que es por Kayler, todos aquí lo respetan y le tienen miedo. Yo no.