Enamorándome del lobo

Extra 1

El san Valentín del año pasado, y de los otros años pasados la pasaba con mis amigas y con Will, que en ese momento era mi novio. Salíamos todos en grupo y íbamos al cine a ver alguna película romántica para después ir a comer a algún restaurante o así.


 

Este san Valentín presiento que será diferente, si, es obvio porque ahora tengo otro novio, ahora no estaré con mis mismas amigas pero eso no importa saben. Ellas estarán con sus novios también. Anne estará con su familia. Mamá irá con Mike no sé a donde pero que luego le voy a preguntar para estar informada. Así que estoy yo, Carolina Lane, sentada en misma silla de mi aula. Faltaban minutos para ir a la cafetería.


 

—Pss, Pss —me sitea alguien. Es Anne. La miro interrogante.


 

—¿Kayler te dijo donde irán? —cuestiona. Aunque hoy fuera el día del amor y la amistad tenemos que estar en clase. Agh, ¿no pudieron darnos este día libre? En serio.


 

Negué con la cabeza. Es más, Kayler ni siquiera me pasó a traer para venirnos juntos a la escuela. Me tuve que venir en el coche de mamá. Ni si quiera me ha mandado un mensaje diciendo "feliz día del amor, Caro" no, nada de eso.


 

—Estoy segura de que tiene preparado algo —susurra ella para después empezar a anotar algo en su cuaderno. Es la tarea. Me apresuro a anotarla yo también. A veces miraba el parqueadero para ver si lo veía venir.


 

Pero nada.


 

La puerta de la entrada fue tocada por una chica, una chica quien traía un hermoso ramo de rosas en sus manos.


 

—¿Para quienes son, Hannah? —le cuestiona el profesor.


 

Quizás sean de Kayler, o quizás no. Es mejor no hacerse ilusiones. Aunque admito que me gustaría mucho que fueran para mi. Pero la chica empieza a leer la etiqueta de las rosas.


 

—Son para Carmen, de tu novio Jessel —anuncia. Si, desilusión y pena. Eso siento. Hannah se acerca a Carmen y se las entrega. Carmen sonríe y se aguanta las ganas de llorar. El murmullo de las chicas en él aula como que lindas están. Mira que romántico. Quiero un novio así. Son un amor. Y ese tipo de comentarios más. Rodo los ojos y aparto la cara.


 

Hannah sale del aula.


 

Segundos después la campana suena anunciando la hora del almuerzo. Guardo mis cosas y me pongo de pie seguido con Anne. Hay algunas chicas que me miran de reojo. Eso es raro.


 

—¿Que? ¿Tengo algo en la cara? —les pregunto llevándome las manos a la cara. Luego miro a Anne.


 

—No, solo ignóralas. —me dice. Asiento y salimos afuera, en las paredes hay corazones, carteles y todo eso debido al amor y la amistad. También hay chicos dándoles flores a sus novias, hay otros declarándoseles. Incluso hay una propuesta de matrimonio.


 

Que bien por ellos. Al llegar a la cafetería vamos por nuestros almuerzos y nos sentamos en la mesa de siempre. Todos están emocionados diciendo lo de la fiesta de hoy aquí en la preparatoria. La verdad no sé si tenga ganas de venir.


 

Saco mi celular y escribo un mensaje:


 

Carolina: Hola, gracias por desearme un feliz san Valentín, te deseo lo mismo :)


 

Me debato en si enviárselo o no a Kayler, me voy a ver urgida así. Borro el mensaje y guardo el celular. Siempre estará mi orgullo presente, así es, señores. Hay cosas que nunca cambian.


 

—No se donde vamos a ir mis padres y yo —dice Anne mientras le da un mordisco a su hamburguesa.


 

—Bueno, por lo menos ellos se acordaron de ti en este día —murmuré de mala gana dándole un sorbo a mi jugo.


 

Ella me mira con algo de tristeza, quiere decirme algo pero no se decide.


 

—¿Que? —inquiero, limpiándome con la mano un poco de jugo que iba por mi barbilla.


 

—Nada, olvídalo —niega para volver la vista a su hamburguesa.


 

Ni una llamada, ni un mensaje por parte de Kayler. Nada.


 


 

***


 

La noche había caído, estaba alistándome para ir a la dichosa fiesta de la preparatoria. No iba a ir pero Anne me convenció. En todo el día no he tenido noticias de Kayler. Me siento un poco triste porque pensé que era importante para el, pensé que pasaríamos este día importante juntos. En cualquier lado pero juntos. Sin embargo no fue así.


 

Una bocina afuera me avisa de que Anne llegó. Le doy una última vista al espejo para después bajar. No me puse la gran cosa, solo un vestido algo corto, unos zapatos converse y mi chaqueta. Hacía algo de frío. Al pasar por la sala noté a mamá terminando de ponerse un arete. Mike la llevaría a cenar.


 

—Ya me voy, má —le dije.


 

—¿Kayler está afuera? —pregunta.


 

—No —pongo los labios en una sola línea—. Creo que tuvo cosas más importantes que hacer —le sonreí.


 

Ella frunce su ceño y se queda pensativa, luego sonríe como si hubiera recordado algo.


 

—¿De que te ríes? ¿De mi desgracia? —llevo mi mano al pomo de la puerta y la mantengo allí.


 

—¿Como se te ocurre? Es solo que me acorde de algo... bueno, buscare mi bolso porque Mike no tarda. Y no te preocupes estoy segura de que Kaylersito tiene una buena explicación —me pasa diciendo mientras sube las escaleras—. No te emborraches.


 

—¡No prometo nada!


 

Abro la puerta y salgo, camino hacia el coche de Anne para después montarme al asiento copiloto.


 

—¿Lista? —pregunta.


 

La miro con aburrimiento, es obvio que estoy lista, pero en este momento no quiero responder sarcásticamente porque no estoy de ánimos. Es mas, el malhumor esta volviendo. Ella parece entender.


 

—Es obvio que si, ¿verdad? —sonríe.



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En el texto hay: hombres lobo, romance, amor

Editado: 27.11.2023

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