Ruby es el estereotipo de chica perfecta, no es ni muy alta ni muy baja, tiene curvas, no demasiadas, pero las tiene. Es rubia, tiene el pelo muy largo el cual queda hermoso con sus ondas naturales, y sus ojos son de un intenso color miel.
Pero... es un tanto homofóbica.
Lisa tiene el pelo castaño y le llega por los hombros. Ama vestirse de forma masculina, incluso los que no la conocen la confunden con un chico. Ella tiene curvas, pero las tapa con ropa holgada porque no le gustan.
Oh, y es lesbiana.
Por esa razón Ruby odia a Lisa.
Hasta que en el baile, sorprendentemente, eligen a Ruby como reina y a Lisa como rey.
Desde ese día todo cambia.
_ Me das asco_ Dijo Ruby con una mueca, volteando su cara hacia otro lado incómoda por la cercanía de Lisa.
Esta tenía sus manos puestas en la cadera de Ruby, mientras bailaban al ritmo de la música.
_ ¿Por qué?_ Dijo Lisa tomando por sorpresa a Ruby, haciendo que esta la mirara, y continuó_ ¿es porque tienes miedo de ser como yo y enamorarte?._
Ruby soltó una carcajada un tanto baja para que solo Lisa pudiese escucharla.
_ ¿enamorarme de ti?_ Respondió con tono burlon.
_ Yo nunca dije que te enamorarías de mi, pero si, ¿o vas a negar que quieres besarme?_ Dijo Lisa acercándose aún más a la rubia.
Ruby ansiaba poder decirle que no quería hacerlo, pero las palabras nunca salieron de su boca.
Su cerebro dejó de funcionar, y se acercó a Lisa cerrando sus ojos, para luego abrirlos por la carcajada que soltó la antes nombrada.
_ ¿En serio creías que iba a besarte?_ Dijo Lisa guiñandole un ojo para separarse.
Ruby se quedó pasmada unos segundos en la pista de baile antes de volver a la realidad.
El baile del rey y la reina había acabado, al igual que su conversación.
Aunque Ruby sabía que sería la primera de muchas, ella misma se encargaría de eso.