Enamorate de mi

Cachetes rojizos

Últimamente he llevado una vida muy agitada. Desde que me gradué hace unos meses y obtuve mi título en comercio publicitario mi vida cambió radicalmente, las cosas llegaron como jamás me lo espere.

Cuando tenía diez años me mude con mi padre a Miami, él estaba aperturando una sede para su empresa multimillonaria de publicidad, Open your eyes Inc. Jorge Gavotti, mi padre, se hizo muy famoso entre los medios de publicidad por sus campañas creativas basadas en el encanto juvenil.

Cuando entre a la universidad comencé a estudiar comercio publicitario como medio de preparación para ocupar mí puesto como futura dueña de Open your eyes. Mi padre siempre decía que una buena preparación me garantizaba un buen futuro, y agarrados de la mano de la mega corporativa de mi padre, que ahora tenía varias sucursales alrededor del mundo, no tenía que preocuparme por conseguir un buen empleo al graduarme.

Mi padre siempre decía “Gabby, esta empresa es tu herencia, cuando yo me vaya, no te dejare en la calle, tendrás todo esto, pero debes prepararte, este es mi legado para ti”

Jamás imagine que sus palabras se cumplirían tan rápido,  jamás imagine que me dejaría sola en el mundo, a cargo de su multimillonaria empresa, tan pronto.

Hace dos meses mi padre falleció de un infarto. Fue un duro golpe, yo lo amaba con todo mi corazón, pero… él ya sabía que esto ocurriría. Llevaba varios meses, enfermo, y nunca dijo nada porque no quería preocuparme. Hizo todos los preparativos para que me nombraran directora O.Y.E cuando el muriera y nada mas haberme graduado, a los tres días ya me habían nombrado directora de la empresa.

Lo más loco fue, que mi padre estuvo conmigo la noche de mi graduación, como si nada, se veía tan saludable, con tanta energía, y de la noche a la mañana, ¡Bum!, estaba enfermo desde hace meses. Murió dos días después de mi graduación y ese mismo día la directiva de la empresa me nombro presidenta. Ni siquiera tuve tiempo de llorar mi perdida, la empresa estaba en su etapa anual en donde tenía más trabajo y requería más tiempo.

Aunque estudié para asumir mi rol como presidenta de Open your eyes, y me gustaba mucho la carrera que había estudiado, mi sueño siempre fue estudiar arte. Soñaba con tener mi propia academia de artes y cuando entre a la universidad quería estudiar artes para trabajar en la mejor y más famosa empresa de este ámbito en toda Miami.

Los estudios Art life han sido la mejor empresa de promociones y estudios artísticos de todo Miami. Cuentan con una academia de pintura, una de artes escénicas, y una academia de música. Su trabajo consiste en promocionar el talento de sus alumnos y catapultarlos a la fama en cuestión de meses.

También poseen la mejor disquera de la que se haya escuchado jamás, haciendo famosos rápidamente a muchas bandas y cantantes con mucho potencial.

Quería ir allí para estudiar artes y mostrar mi talento con la pintura pero… las cosas no siempre son como las queremos. Tuve que actuar según los requisitos de mi padre para poder asegurarme ese futuro que a él tanto le preocupaba.

Han pasado dos meses desde que asumí el mando de Open your eyes, y la verdad no he tenido mucho tiempo para salir, aunque realmente no salgo mucho…

¡No sé a quién quiero engañar!

Los días de trabajo han sido largos y agitados, tanto que al llegar a casa por las noches caigo rendida en mi cama de manera inmediata, casi ni ceno a veces.

¿Pueden creer que aún no he llorado la muerte de mi padre…?

Se me dijo al principio que requería de una asistente, pero no preste mucha atención. Siempre he sido algo testaruda para escuchar a los demás. Creo que la única persona a la que siempre escuche sin rechistar fue a mi padre.

Finalmente me vi tan agobiada con tanto trabajo que tuve que convocar un día entero de entrevistas para hallar una asistente.

- Buenos días, señorita… - inspeccione el currículo que la jovencita me había entregado al entrar a mi oficina. ¿Jovencita? ¿Qué rayos digo? Como si yo fuera muy vieja.

- Garnier – adelantó la muchacha al verme agobiada escudriñando su currículo para encontrar su nombre – Shauna Garnier, es un placer – dijo extendiéndome la mano para saludarme correctamente. Yo correspondí el saludo.

- Tome asiento señorita Garnier – invite mientras tomaba un poco del café que tenía justo a un lado la pila de currículos. Ella asintió algo tímida, no sé por qué – cuénteme ¿Por qué desea este empleo? – escudriñe jugando con mi bolígrafo mientras la inspeccionaba con detenimiento.




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