Enamorate de mi

Acorralada.

Bueno mis linduras, antes que todo, quiero regalarles un cordial saludo y un abrazo cargado de cariño a todas y todos. Quiero también ofrecerles una sincera disculpa por haberme retrasado con la publicación de este capítulo más de lo debido.

El día de ayer fue una completa odisea para mí, primero se fue la luz en mi casa, vivo en Venezuela y constantemente se me va la luz, y ayer justo cuando iba a escribir este capítulo para programar la publicación porque estaría el resto del día ocupado. Bueno ¡Surprise! Jajajaja, se fue la luz.

Se preguntaran ¿Por qué no lo tenía escrito aun? Bueno, resulta que si van a mi página, se encontraran con otra historia de la cual he subido tan solo un par de capítulos, y se titula Nieve carmesí. Bueno, esta historia ya casi la termino en mi pc, y además de ello, estoy escribiendo otra más. Así que saquen cuentas, estoy escribiendo tres historias a la vez, y a la que le he puesto más tiempo es a nieve carmesí por el hecho de que ya me faltan solo nueve capítulos para terminarla.

¿Por qué no la escribí en la noche cuando llegue a casa? Bueno eso es muy sencillo.

En la noche, cuando llegue, fui a llevar a un amigo a su casa en mi carro, y regresando a mi lindo hogar, el caucho, llanta, o como le llamen, se espicho, de reventó, se desinflo como le quieran decir, y me quede varado como hasta las 11 y media de la noche en una zona súper peligrosa de mi ciudad, por no tener las herramientas para cambiarlo, pues en mi maletero traía el repuesto. Sin embargo creo que Dios es muy bueno, y gracias a él, nada ocurrió, y luego de esperar mucho rato bajo la lluvia, un carro se detuvo a auxiliarme. Podrán imaginar cómo llegue a casa, empapado, agotado, afligido por lo del caucho pues aquí en Venezuela es bastante difícil comprar los cauchos para el carro, son realmente costosos y, bueno caí rendido en mi cama. He ahí por qué no lo subí ayer.

Sin más que decir, disculpen en serio y espero lo disfruten.

***Gabriela***

La noche era todo lo que necesitaba, eso y una buena nota musical, una buena banda que supiera transmitirme el deseo de convertir cada pincelada en un elegante baile.

Mientras pintaba, siempre estaba bailando. Creo que era mi única pasión además de pintar, era lo único que amaba más que mis lienzos y pinceles.

Al compás de arsonist lulaby de hozier, pincele y cree uno de los dibujos más hermosos que jamás había pintado. Pinte a una mujer que jamás en mi vida había visto en persona, pero que si la había visto en uno que otro sueño.

Quería entender quién era ella, y por qué estaba tan metida en mi cabeza que la recordaba de la nada y quería pintarla. Y por primera vez mi pintura de ella fue asombrosa. Hermosa en toda su expresión.

¿Quién eres?

Al fin mi mente estaba despejada, ya no recordaba que era lo que me quitaba el sueño en aquella noche tan hermosa, donde las luces de la ciudad podían visualizarse de manera clara y preciosa desde mi ventana.

Me llene de sosiego al ver aquella escena, y luego mirar mi pintura, sintiendo que esta vez no sabía que rayos trataba de expresar a través de dicho arte. Pero no preste mucha atención de ello. Eran las tres de la madrugada y debía dormirme.

***Luke***

Ayudaba a Vanessa a enjuagar los platos ensuciados durante la cena, siempre lo hacía, y hoy no sería la excepción, así que mientras lo hacíamos, ella seguía mirándome muy intrigada.

- ¿Entonces? ¿Me dirás como te fue con tu jefa? – Investigó de manera entrometida como siempre.

Me quede mirándola, contemplándola por unos segundos y luego decidí responder – Fue muy divertido – dije con una sonrisa pícara en mi rostro, una que mi hermana secundaría – Gabriela Gavotti es un raro espécimen, una verdadera belleza natural – expliqué mientras secaba el último de los platos con una toalla.

- Del uno al diez ¿Qué tan hermosa? – inquirió curiosa con una ceja alzada, era la primera vez que me escuchaba hablar así de una mujer.

- Once – respondí con una sonrisa sincera, y ella abrió grande los ojos mirándome con mucha sorpresa, porque si, era primera vez que me escuchaba hablar así de una mujer.

- ¿Qué tiene que la hace tan hermosa? – Preguntó con una sonrisa de confusión y una ceja alzada.

- Que esta fuera de mis estándares de belleza… ella… no se compara a ninguna de las mujeres que suelen gustarme, ella es diferente – indique fascinado solo de pensar en esa dulce carita que era más cachetes que cara en sí.




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