Enamorate de mi

Creo que ella a eso le llamaba amor.

***Luke***

Al llegar a casa me encerré en mi habitación. Mis hermanas ya estaban dormidas. ¡Gracias a Dios! Y solo me senté al filo de la cama con mis codos reposando sobre mis rodillas. Mire hacia un lado, y sobre la mesa de noche, estaba la foto enmarcada de Katherine, la única mujer de la que me habia enamorado en toda mi vida. Supongo que era la historia más larga y patética de mi vida amorosa.

Y no es que tuviera una, porque realmente no la tenía. Después de ella, no quise involucrarme emocionalmente. Pero llego Gabriela y todo eso comenzó a cambiar. Lo que comenzó como un juego, poco a poco fue haciendo mella y mis sentimientos hacia ella aumentaron. Crecieron hasta que ya no pude detenerlos. Solo me quedo ocultarlos, alejarme para no revelarlos. Y si… fue lo más cobarde que he hecho. Soy un verdadero cobarde.

Pero no podía arriesgarme a que la vida me la jugara otra vez. No podía arriesgarme a que mi corazón fuera destruido de nuevo de esa forma, no cuando el sentimiento, era tan puro y genuino como aquella primera vez que lo sentí con Kate.

Kate lo era todo para mí. Ella fue quien me hizo lo que soy. Ella me motivo a que comenzara de lo poco, a que lo hiciera sin temer a nada, ella creyó en mí, y deposito su confianza en mí, al punto de invertir en mi sueño, sin importar los problemas que eso le causo con su padre por haber usado dinero de su empresa.

Los estudios Art Life, comenzaron como un sueño cuando llegue aquí. Me especialice en artes en Julliard y ahí fue donde la conocí. Ella también amaba las artes, y su pasión era el baile. Era una bailarina excepcional. Cuando la veía bailar, era algo sumamente majestuoso, algo único e indescriptible.

Nos hicimos amigos, los mejores, y le conté de mi sueño de tener un estudio de producciones artísticas en donde se promoviera el talento artístico en todos los ámbitos. Música, baile, pintura, poesía, y muchos otros. Cuando se lo conté, ella parecía incluso más emocionada que yo. Todos los días me decía lo mismo. ¡Lo vas a lograr!

Como no enamorarme de ella si era la mujer más dulce que habia conocido jamás. Habia tenido experiencias con mujeres, y si, todas habían sido muy malas. Siempre daba lo mejor de mí, el todo por el todo, pero para ninguna era suficiente. Siempre fui ese que se entregaba por completo, y con ella no era la excepción. Repito, era la única mujer que he amado en verdad.

Perderla después de tantos fracasos fue la gota que derramo mi vaso, para decir, ¡Hasta aquí, no me involucro más emocionalmente! Eso y algo que siempre recitaba. ¡Cuida tu corazón, no dejes entrar a cualquiera, porque podría ser muy peligroso, podrían destruírtelo, y tu corazón es lo más importante, porque de él mana la vida! Esa frase me marco para el resto de mi vida.

Cuando estaba por graduarme, hace tres años, ella llego muy feliz, diciendo que tenía una excelente noticia que darme. Me saco de la universidad, me trajo a Miami y me llevo a un viejo almacén abandonado. Allí comenzó Art Life.

- Esto es tuyo – dijo – es tu oportunidad de vivir tu sueño.

Recuerdo claramente como una lagrima se me escapo antes de poder abrazarla. Fue la primera vez en cinco años conociéndome, que ella me vio derramar una lágrima. Siempre fui recio para no llorar aun cuando los deseos eran más grandes que todo mi ego junto.

Pero ya mucho antes de que ella hiciera esto, me habia enamorado, y este regalo, solo fue un catalizador para que me volviera aún más loco por ella. Y supongo que debí seguir ese consejo que ella siempre me daba, y aplicarlo incluso con ella. Supongo que nunca debí dejarla entrar en mi corazón, aunque es una suposición muy estúpida, porque es gracias a ella que soy todo lo que soy.Creí conocer muy bien a Kate, pero ella tenía

un secreto, uno que descubrí hace muy poco. Eso me llevo a hacer todo lo que he hecho hasta ahora, y siento correctamente que fue el peor error que he cometido. Me metí directo a la boca del lobo. Metí la pata hasta el fondo y me hundí a mí mismo.

Cuando Kate murió, en mi búsqueda de asimilarlo, me sumergí en el trabajo. Trabaje duro para que Art Life fuera lo que es ahora. Quería honrar el apoyo que ella le dio a mi sueño, haciendo realidad todo aquello de lo que le habia contado que quería hacer cuando tuviera los estudios. Y lo hice, lo logre. Fue mi manera de llevar mi luto. Trabajar para honrar su memoria al cumplir todos mis objetivos. El único que nunca pude cumplir, fue vivir este sueño junto a ella. Y aun si no moría, no lo viviría.

En estos cinco años, solo llore una vez. Aquel día después de enterrarla, al llegar a casa me encerré en mi habitación y deje que mi llanto fluyera. Estaba completamente solo así que solo descargue toda la frustración, dolor, e ira, que sentía en ese momento. Jamás deje de pensar que si ella… ya no importa.




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