Él ya tenía una Mate cuando ella nació. El Alfa ya tenía compañera a quien amaba con toda el alma, cuando una preciosa humana con unos ojos verdes esmeralda con la piel más blanca que la luna y un cabello tan negro como la noche, apareció en su vida.
Era apenas una bebé cuando su mundo se derrumbó, posiblemente no iba a recordar el fuego a su alrededor, el olor a carne quemada, la desesperación de sus padres por sobrevivir para poder salvarla, ella era una dulce bebé de seis meses que lloraba tan fuerte que su llanto se escuchaba A través del bosque.
Rescatada de las llamas por una pareja de hombres lobos, creció libre, amada y feliz con uno padres amorosos y protectores, Nakia creció rodeada de hombres y mujeres lobos conocía a la perfección su naturaleza.
Sirhan, era el Alfa a cargo de la manada, cuando la pareja de lobos apareció con una pequeña humana en brazos pidiendo autorización para quedarse con ella, no vio nada de malo en eso era una pareja que no habían podido reproducirse así que aceptó, sin imaginar que esa bebé cambiaría su vida.