Encanto de Luna

Compañera

Mía, mía, mía repetía su lobo al ver a tan bella mujer enfrente de él, porque Nakia ya no era una bebé ni una niña como la última vez que la vio, ahora era una hermosa mujer con todas las partes correctas de una y su lobo quería marcarla.

–Él es el Alfa Sirhan –Indicó Santiago a las jóvenes- Ella es mi hija Alejandra y ella es Nakia la hija de Idara y Sebastián.

–Mucho gusto –Dijeron ambas de forma muy educada-

–El gusto es mío –Respondió el Alfa, Nakia sintió estremecerse al escuchar la voz profunda de Sirhan-

– ¿A dónde van? –Preguntó Santiago-

–Vamos a comer a la cafetería. –Respondió Alejandra-

–Bien, les advierto que no quiero que se pongan a experimentar en sus reuniones en el bosque –Dijo el Beta y ambas pusieron cara de sorpresa seguida por una de no romper un plato- Si, me enteré de que van hacer una de sus famosas reuniones así que nada fuera de lo normal.

–Papá, solo serán unas cervezas y la única que puede emborracharse es Nakia y no pasa de dos así que todo será tranquilo.

–Saben a lo que me refiero. –Volvió advertirles el Beta-

–Todo será tranquilo, lo prometemos –Dijeron ambas con una gran sonrisa inocente-

–Bien, vayan a comer antes de que me arrepienta de dejarlas hacer fiestas en el bosque.

–Gracias, nos vemos. –Dijeron con tono de despido, desapareciendo de inmediato de ahí antes de que Santiago se arrepintiera-

–Puedes creer estas niñas, creen que me hacen tonto. –Comentó con una gran sonrisa-

– ¿Qué es lo que pasa? –Preguntó con curiosidad y tratando de calmar a su lobo para no salir detrás de ella-

–Que les encanta hacer fiestas en el bosque, pero la última vez mezclaron ayahuasca con la cerveza y terminé con más de una docena de lobos adolescentes alucinando y con una Humana que durmió por más de dos días. –Dijo sonriendo-

–¿Cómo consiguieron la ayahuasca? –Inquirió sorprendido-

–Resulta que Nakia está estudiando en sus tiempos libres con Sila, ese día le había enseñado sobre esa hierba y les platico a los demás y se les ocurrió mezclarla para ver qué era lo que se sentía, ya sabes cosas de jóvenes.

– ¿Porque está estudiando con Sila? –Cuestionó aún más sorprendido-

Sila era el chamán de la manada, tenía más de mil años y nunca había querido enseñar a nadie sobre lo que él hacía, por lo que le pareció extraño a Sirhan.

–Cuando Nakia cumplió los dieciséis años, Silva dijo que ella era la indicada para enseñarle, la verdad no sé si vio algo en ella, solo me dijo que ella era la indicada y hablo con Idara y Sebastián los cuales al principio estaban renuentes, pero al final aceptaron y desde entonces le da clases. –Comentó Santiago- Deberías hablar con él.

–Lo haré.

Continuaron hablando, poniéndose al día en relación con todo lo sucedido en todos esos años en la manada.

–No recordaba que el Alfa fuera tan guapo –Dijo Alejandra-

–Ni yo, pero se fue cuando estábamos muy pequeñas, sé que él me regalo a bolita de nieve.

– ¿Se habrá vuelto a casar?

– ¿Que con eso? tú ya tienes mate –Dijo riendo antes de tomar de su malteada de fresa-

–Pero tu no.

–Yo tengo a Gael, yo no soy loba. –Respondió sonriendo Nakia-

–No tu eres una chaman. Así que sabes que algo vio en ti Sila ¿Nunca te ha dicho que es?

–No, nunca solo se dedica a enseñarme y regañarme. –Dijo encogiéndose de hombros-

Después de terminar de comer cada una regreso a su casa para arreglarse para la fiesta, estaba nevado a sí que tenía que abrigarse muy bien, habló con Gael antes de salir a la fiesta.

–Nada de andar experimentando con tus amigos, Nakia –Advirtió su padre-

–No papá no haremos nada de eso, ya Santiago nos los advirtió también, por cierto, ya regreso el Alfa. –Comentó mientras se colocaba la caperucita con la que había sido rescatada ya le quedaba a la perfección y era muy calentita así que era uno de sus abrigos favoritos-

– ¿Sirhan volvió? –Inquirió sorprendido-

–Sí, hoy en la tarde.

–Con razón nos llamaron para una reunión. –Le comentó su papá pensativo-

–Bien, ya me tengo que ir me voy a portar bien –Aseguró para luego besar su mejilla y abrir la puerta-

–Con cuidado. –Nakia solo asintió sonriendo-

Se llevó a cabo la reunión donde se le hizo saber a la manada que el Alfa había regresado y se incorporaría de nuevo, todos estaban feliz por que estuviera de nuevo entre ellos, solo Idara estaba preocupada, porque ella sabía que había una extraña conexión de Sirhan hacia su hija, desde que había llegado a sus vidas el Alfa siempre estuvo al pendiente de ella siempre cuidando de la pequeña Nakia y aunque Sebastián decía que era normal porque debía de tener más cuidado porque era humana a ella le parecía que no era solamente eso, había algo más, algo que el Alfa no había descubierto.




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