Encantus. Alas de hielo (libro 5)

Capítulo 7: Un cambio

Capítulo 7: 
Un cambio
 


Gerald

Me alejo de inmediato. Dar ha sacado una de sus dagas. Él es rápido, en un solo momento ha acorralado a una mujer contra el esquelético árbol, la hoja de la daga contra su garganta. Su piel no es normal, aunque la ha enmascarado muy bien. Aun cuando quiere parecer una humana, hay un reflejo en su piel que tiende a ser grisáceo, la piel de una sirena. Tiene que ser ella quien ha traído a mi hermana y Shema de Encantus.

Una sonrisa hambrienta cubre sus delgados labios. Hace mucho que las sirenas no salen del agua, sus colas las atan a las profundidades. Que ella esté aquí significa que mi hermana le ha ofrecido algo. Y lo único que puedo imaginar no me gusta para nada.

—He venido con la princesa oscura —dice en tono sutil y seductor. Su naturaleza es algo que no puede ocultar por más que lo intente.

Dar retira el filo de la daga de su cuello, pero aun así mantiene esa mirada cautelosa sobre ella. Le permite moverse.

—¿Qué te prometió mi hermana a cambio de traerla? —inquiero omitiendo lo obvio.

—Mis piernas —dice manteniendo esa cautivadora sonrisa.

Respiro.

La corte oscura siempre ha estado en medio de las demás, en nuestras manos se encuentran muchos secretos, entre ellos: liberar las piernas de las sirenas. En tiempos lejanos ellas tenían la libertad de andar y nadar, pero algo las hizo probar la sangre humana. La sangre siempre es el mejor conducto de magia, fuerza o poder, y las sirenas se volvieron adictas a su sabor, se convirtieron en un peligro para la humanidad. Fueron maldecidas y condenadas a las profundidades de las aguas. La magia ha existido desde tiempos remotos, y existió una época en que las hadas convivieron con la humanidad, al igual que otras criaturas, pero las ambiciones de muchos humanos practicantes de poderes desconocidos por nuestras habilidades terminaron en un caos, muerte y sangre. Fue una época de grandes pérdidas, y eso nos llevó a ocultarnos, pero nunca se perdió el contacto con la humanidad, para eso se crearon las puertas, una brecha entre nuestros mundos.

Cuando las sirenas fueron malditas por una bruja, a las hadas de la corte oscura les fue conferido el conocimiento para revertir de manera temporal o permanente la maldición.

Eso es lo que mi hermana ha ofrecido. Me preocupan las consecuencias que puedan surgir de ese trato. Tener a una sirena fuera del agua es un peligro, en algún momento comenzara a atraer a los hombres para alimentarse.

—No estoy seguro de que tu hermana haya tomado una buena decisión —expresa Dar al darse cuenta las complicaciones que podemos llegar a tener con ella.

—Ella no tenía muchas opciones —se jacta la sirena—. Las serpientes no la iban a ayudar. En Encantus es bien sabido que la corte oscura ha estado involucrada con la hermandad. Existe mucho peligro alrededor de tus tierras, príncipe.

Se me hace un nudo en el estómago. Hace más de un año algo ocurrió, del otro lado de las defensas, sentí como mi corte se extinguía, creí que era el final, nunca había sentido algo así y luego vino el impulso de una magia desconocida que sostuvo a la corte oscura. Sigo sin saber que fue con exactitud lo que sucedió, de lo que sí, mi corte es tan frágil como el cristal.

—Mi corte no ha estado involucrada, algunas hadas oscuras sí, pero no la corte —replico indignado por sus difamaciones. Pero al mismo tiempo tiene un poco de razón, ha sido mi abuela quien traiciono a Encantus en primer lugar. Por eso toda la culpa ha recaído sobre la corte oscura.

—Aun así, las serpientes no iban a colaborar con ustedes, mucho menos con la reina de verano —afirma.

Algo más ha pasado, no solo es la traición de mi abuela ¿Qué habrá hecho Mafer?

Me dispongo a preguntar por ella cuando Dar habla:

—¿Cuánto tiempo llevan dentro?

Señala la cueva.

—Mucho en realidad —dice la sirena—, la única forma que tiene de detener el cambio que está sufriendo su cuerpo es entrar a esa cueva. Maritza fue una bruja malvada, y así como nosotros nos alimentamos de la sangre, ella también lo hacía, además de la magia. Es allí donde radica su poder. Sinceramente, espero que tu hermana consiga liberar sus alas de este sitio o las perderá para siempre.

En el momento que ha mencionado el nombre de la bruja se levanta en su mirada una ira, un rencor que se obliga a controlar.

Maritza es un ser del pasado y quizás tuvo algo que ver con la maldición de las sirenas. Aunque existen muchas leyendas al respecto.

—¿Por qué no has entrado con ellos? —pregunta Dar con desconfianza.

Las sirenas son, como las serpientes, criaturas en las que no se puede confiar ciegamente. Son muy astutas y todo lo hacen para su propio beneficio sin importarles a que o quien sacrifican en el proceso. También se han convertido en criaturas despiadadas. Por años la corte oscura ha mantenido una buena relación con ambas, y de alguna manera hemos conseguido limitarlas y que coexistan con la humanidad sin que causen tanto daño. Pero ahora, con todo lo que ha ocurrido todos esos años de relación es como si nunca hubieran existido. A mi madre se le debe estar desmoronando el reinado.




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