Encantus. Alas de hielo (libro 5)

Capítulo 13: Nueva reina

Capítulo 13:

Nueva reina

 

Mafer

 

—¿Cuándo se ha visto que una reina secuestre a la princesa de otra corte? —gruñe mi padre en un tono que excede la normalidad.

Hago todo mi esfuerzo por no prestarle atención a su sermón, pero es una tarea complicada cuando eres la única en la habitación, además de él. El anterior rey de verano tiene una despampanante mirada dorada, que calcina a cualquiera en el acto, soy la actual reina y aun así me siento intimidada. Me había preparado para este momento, estoy consiente de que actuar a sus espaldas estuvo mal. Tiene todo el derecho de estar enfurecido. No me atrevo a interrumpirlo.

—Lo ideal sería que encontraras la manera de coexistir con las demás cortes sin resentimientos, y lo que has hecho no ayuda en nada a mejorar nuestras relaciones con la corte oscura.

Nada de lo que haga parece que pueda mejorar mi relación con la reina oscura, pero no creo que él tome de buen humor mi comentario, aun así...

—Tampoco es como si hubieran cambiado demasiado, ya mi relación con Zulay estaba por el subsuelo antes de… secuestrar es una palabra muy fuerte, la llevamos a dar un paseo.

Sus cejas parecen unirse en una sola como un mal augurio. Vale, mi padre tiene razón, se me ha pasado la mano. Llevarme a Susej al pueblo de las serpientes sin consentimientos de su madre, no ha sido la manera más correcta de hacer las cosas, pero era necesario. No tenía idea de que más podía hacer y los condenados siguen al acecho, su objetivo llevar a la princesa oscura con Maritza. Eso no podía permitirlo.

—¿Un paseo, María Fernanda? Con eso te justificas, ahora sus dos hijos están del otro lado.

Ya veo de donde herede este temperamento, el parecido físico no es lo único que comparto con mi padre.

—Tienes razón, mis acciones no son justificables con nada. Por donde se mire me he metido en un lío enorme, pero también hay que ver la otra cara de la moneda —me siento sobre la cama. Hace poco que desperté y mi padre parece que hubiera estado esperando en el pasillo el momento preciso para entrar. Una pocas horas de sueño despejaron mi mente de todo el evento traumático que fue ir al pueblo de las serpientes. Pensar en ellos me hace estremecer—. Susej ahora está despierta, y estoy segura de que sigue siendo un hada, lo que no hubiera sucedido si seguía metida en ese tétrico castillo. Su madre no estaba haciendo nada al respecto, tenía que hacer algo. Además, ahora está con su hermano, no lo ha visto en una muy buena temporada. Es como irse de vacaciones.

La curva de su ceja izquierda se pronuncia en un arco que acentúa mucho más su molestia, lo bueno de todo esto es que de alguna manera los años perdidos entre él y yo se vuelven efímeros en momentos como esto. Se siente muy bien tener un padre que se preocupa por las decisiones que tomas, e intenta que cada día seas mejor. Aunque no soy fácil, los problemas como ley, me persiguen y estoy bien con eso. A veces pienso que mi vida sería muy aburrida si solo me sentará en el trono a escuchar las quejas de las hadas, hacer eventos despilfarradores para que todas las hadas estén felices y se regocijen en el vino.

Ya debería acostumbrarse, ni siquiera ser la reina ha podido cambiar eso.

—En definitiva, son unas vacaciones, sin retorno, porque no veo como los harás volver. Ya llevamos en estos tres años, y ninguna de las puertas se ha abierto. Me quieres explicar ¿cuál es tu plan?

El tiempo ha conseguido que en la mayoría las esperanzas se marchiten, ya nadie espera que ellos vuelvan. No los han olvidado, pero tampoco se enfrascan en algo que de momento no pueden hacer, son pocas las veces en que el tema de las defensas se toca entre las cortes. Encantus se ha ido acostumbrando a estar aislado por completo de los humanos cuando siempre ha existido, así sea un delgado hilo que nos conecta. Muchos esperan que Idris solo aparezca y solucione lo que ha causado las defensas de la tierra que ella representa.

Mas, yo no puedo quedarme tranquila, sentada en un trono, esperando a que algún día las cosas cambien, el tiempo no perdona y las personas que amo están de aquel lado, y llevo tres años sin verlos y no estoy dispuesta a que pasen más años de alguna manera voy a encontrar a Idris y tendrá que hacer retroceder las defensas.

—Encontrar a Idris, ese es el plan. Ya lo sabes, padre.

Sus largas piernas cubren el espacio entre la cama y la entrada de la habitación en tres pasos. Toma asiento a mi lado. Sus codos hincados en sus piernas y el rostro entre sus manos.

—¿Por qué crees que la encontrarás cuando nadie más lo ha hecho en años? —alza el rostro, sus ojos dorados me observan con determinación.

Ya hemos tocado este tema, el hada suprema de Encantus tiene años en el anonimato, desde que su hermana unió su magia con el poder de una bruja y termino perjudicando a ambos mundos, pero más al nuestro. Las defensas son una extensión directa de sus poderes, lo que significa que fue la misma Idris quien nos exilió del resto del mundo sacando la maldad, pero al mismo tiempo separándonos. Se supone que para eso se requiere de un equilibrio que fue lo que hicimos, pero sigue siendo injusto, aun cuando el objetivo fue cumplido.




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