Encontrando...amor?

Capitulo 23

—bien, tenemos que-

—sí, sí, trabajo de jardinería —dije intentando restarle importancia y quitándome la chaqueta comenzando a levantar algunos escombros.

Todos se quedaron callados mirándome comenzar a limpiar.

eso, así un poco más a la derecha —me quede de piedra al escuchar al ave.

—juro que voy a freírte y se lo daré de comer en sopa a la gente del pueblo. —lo apunte con una de las ramas de la maleza que estábamos quitando.

que humor —se quejó aleteando.

—¿Por qué…

—es un ave un poco excéntrica —Magnus miro a Cass y se comenzó a reír.

—sí, así da la impresión de ser. —confeso el hombre mayor que era el único que solo se dignó a acomodar las cosas del ritual de matrimonio.

Se suponía que tenía que ser cuanto antes por cuestiones de la luna y así, por lo que estamos limpiando la misma área donde hicieron el ritual cuando Evie era niña, según el lugar más poderoso para este tipo de cosas.

Cayo la noche y al menos el lugar es presentable, estoy cansada, más que el resto al parecer.

—¿están listos? —no sé porque Walter miro al cielo, pero tambien lo hice.

La noche esta despejada y el clima no es tan frio, está por llegar la media noche y la luna justo con la fogata es lo único que ilumina todo, vi a Cass volverse humano e incluso Bobby y Walter se sorprendieron. Magnus los tranquilizo.

—Meg, mira, te hice esto —me giré para mirar a Lucien quien tiene una corona con algunas ramas en las manos y ¿frutas?, antes de poder decir algo él la coloco sobre mi cabeza.

—gra-gracias supongo —fue todo lo que logre decir.

—sí, bueno, es una boda —sus ojos se cristalizaron.

—¿eh? ¿vas a llorar? —él se rio y yo solo mire incrédula mientras se limpiaba las lágrimas.

—lo siento, estas cosas son conmovedoras —intentare ignorar este momento incómodo y extraño para mí.

Solté un suspiro y cuando vi a Magnus haciéndome señal supe que era el momento. Nos acercamos y estuve con el estómago revuelto, incluso la brisa pareció paralizarse, ni las hojas se movieron, todo quedo en silencio.

—hoy, frente a los ojos de la diosa, completaremos esta ceremonia para unir a …

Magnus no pudo seguir, el sonido de personas gritando y lamentándose, a pesar de que era minúsculo llego a nuestros oídos, mire a Cass y la expresión seria que tuvo me dijo que no era algo agradable; me gire solo para encontrarme que a lo lejos entre los arboles había una pequeña columna de humo.

—mierda —maldijo el pajarraco y cuando lo volví a mirar ya se iba volando a la dirección donde estaba el humo.

—Magnus… ¿es necesario tanta palabrería? —el hombre negó levemente mirando tambien distraídamente a esa dirección. —bien, entonces ve a lo importante. —su mirada regreso hacia mí al igual que la de Walter, lo mire y este solo asintió decidió.

Una de las aves tiro frente a Magnus el cuchillo ceremonial y este lo tomo.

—Diosa, tu que los has bendecido con tu infinito amor, ahora se testigo de cómo sus destinos se ligaran para el fin de los tiempos. —esas palabras no le gustaron y menos como la brisa comenzó a batir de la nada.

Walter estiro su mano y Magnus corto justo en la palma, este ni se quejó, rodé los ojos cuando vi una media sonrisa ¿triunfando Wally? No lo creo. Estire tambien mi mano y la estreche junto a la de Walter, Magnus se encargó de envolverlas en unas vendas aromáticas mientras estaban unidas; comenzó a realizar un cantico extraño.

—hago esto por las personas que han salido heridas por tu familia en los últimos años. —dije tan rotundamente que él me miro a los ojos con asombro. —puede que no recuerde mi vida, pero si …si hare pagar a los culpables y si eso incluye a tu padre.

—yo mismo te daré el cuchillo con el cual cortar su cuello —me quedé en shock al escucharlo, algo dentro de mi comenzó a vibrar, pensé en vomitar, pero solo se mantuvo en mi estimado, dando vueltas.

—más te vale o yo misma te asesino, esposo —lo vi sonreír de nuevo y no pude evitar querer soltar nuestras manos.

Tengo que casarme con este hombre solo para salvar a más personas.

Las vendas en nuestras manos se volvieron casi como gelatina.

—ahora… pueden soltarse —

—iiu ¡¿Por qué?! —mire mi mano como esa baba comenzaba a brillas y de nuevo la cicatriz en AHORA nuestras palmas se comenzaba a cerrar, pero la marca rojiza quedaba allí.

—las marcas que ahora los unen desaparecerá luego que se complete la transformación de ambos —Walter y yo miramos nuestras manos al mismo tiempo.

—¿Qué…que transformación? —pregunte horrorizada.

—tranquila… todo estará bien ahora. —aunque lo dijo, no estoy segura de ello.

Tenemos que encargarnos ahora de lo que sea que se queme en la misma dirección que vinimos.




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