—¡¿estás loca?! —solo use el hechizo que el vampiro me mostro y como que fue demasiado pues el brujo cuando vio que estaban a punto de atacarlo intento usar un escudo, pero no le funciono, en cambio ese vampiro clavo sus dientes en el brazo del hombre haciéndolo gritar de dolor.
Grito que atrajo a varios más de los hechiceros que venían con él. El vampiro que me ataco se quedó atónito llevándose lentamente las manos al cuello, creo que ahora si se acaba de dar cuenta que el otro vampiro no tiene el mismo collar que él lleva.
Me quedo mirando a mí de vuelta y antes de pestañear de nuevo estaba a mis pies tomándome de las manos, al parecer no hablaba y como paso con el primer vampiro, este tambien me dejo mirar sus memorias, todo fue tan rápido que, aunque no había podido llorar con él primero al ver la masacre, con este mis lágrimas salieron de mis ojos.
Había tanto dolor en esos recuerdos que no tuve valor.
—¿mi… mi Lady…? —me limpié las lágrimas de mis ojos y vi al pobre chico que hace un momento estaba siendo atacado por el de cabellos cafés. —¿Cómo los… libero? —miro atónito al vampiro.
—dame un collar… un anillo, algo —extendí mi mano hacia Cass y este me miraba incrédulo.
—¿Qué pretendes? —susurro en mi mente frunciendo las cejas.
—no ves lo que yo… ellos… ellos están sufriendo —grite en su mente y Cass lejos de sorprenderse me quedo mirando mordiéndose el labio inferior.
—han matado a muchos brujos, a tu familia —cerré los ojos con fuerza. Este pobre vampiro en los huesos no era lo que él pensaba. Era todo menos eso.
—te di una orden, Keith! —vi sus ojos negros abrirse en sorpresa y bajo protestas se alejó y tomo al pelirrojo de los cabellos arrastrándolo hasta donde estábamos y le quito un anillo y me lo entrego.
Procedí a hacer lo mismo que con el otro vampiro y con solo colocar mis manos en su collar este se volvió cenizas, mientras el anillo lo deslicé en su dedo.
—eres libre —el vampiro me miro y luego llevo las manos a su cuello, comenzando a llorar, era la primera vez que veía a alguien llorar.
Se alejó aun agachado y se marchó entre los árboles, unos minutos después a lo lejos se escuchó un grito.
—¿sabes lo que has hecho? —Cass me tomo del brazo con fuerza, pero él no haría que cambiara de opinión.
—si —seguí mirando por donde se había ido el vampiro. —acabo de liberar a un hechicero Lovelace. —Cass me miro sin creer lo que acababa de decirle.
Lo que había visto apenas me toco fue a un pequeño joven que usaron como banco de sangre hasta que el mismo vampiro que ayude lo mordió para convertirlo y evitar que siguieran usándolo, lo que no esperaba es que el chico no huyera a tiempo, haciendo que le cortaran la lengua y le hicieran lo mismo que al resto, dejarlo hasta los huesos alimentándolo con un humano para apenas mantenerlo motivado.
El horror lo sentí en mi propia piel, las ganas de ese pequeño de salir de ese infierno eran mayores.
—dos de cinco —dije y fui hasta donde estaba el otro brujo mal herido.
Cass tiro el cuerpo del pelirrojo al lado del otro.
—mandale saludos a mi padre… y dile… que iré por él —el hombre me miro aturdido sujetándose el cuello.
—¿Qué… que has hecho? ¿¡cómo pudiste!? ¡ZORRA! —le acerqué y le di un golpe con el pucho cerrado, rompiéndole la nariz.
—para la próxima, querido primo… llevare tu cabeza de paseo por toda la ciudad. —levante la vista para observar a los otros brujos que ni se atrevían a moverse.
Un par de lobos aparecieron y comenzaron a gruñir a nuestro alrededor.
Pero reconocí a los nuestros entre ellos, comenzaron a rodearlos y estos se alejaron ayudando a levantar a los dos brujos heridos.
Uno que otros se quedaron inmóviles, llenos de ¿dudas? Quizás.
—les recomiendo largarse de nuestro hogar antes de que cambie de opinión —entre los presentes escuche a una mujer gritar y luego sostener entre sus brazos al pelirrojo.
—¡¿QUÉ LE HICISTE?!
—Lo mismo que le hare a todo aquel que crea que soy una amenaza! —el lugar se quedó en silencio cuando las nubes comenzaron a arremolinarse sobre mí, varios destellos morados bajaron del cielo haciendo que todos dieran un paso atrás.
¿de dónde venían esos efectos especiales? Porque yo no lo hice.
—cazaron a mi familia… ahora yo los cazare a ustedes.
Escuche un gemido de sorpresa acompañado de varios truenos y centellas. Pensé que eso no los detendrían y lucharían, pero en cambio comenzaron a marcharse.
Me gire incrédula hacia Cass y para mi sorpresa a lo lejos estaba Lucien escondido invocando el hechizo de tormenta. Se veía visiblemente herido y con sangre que no se a esta distancia si es suya.
Cuando se marcharon, los que quedamos en pie levantamos de nuevo la barrera y esta vez pudimos respirar de alivio.
…
—¿estas demente? —grito John dando un golpe en la mesa, pero luego se arrepintió, tenia varias heridas serias en su cuerpo.
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Editado: 18.11.2024