Encontrando...amor?

Capitulo 50

—¡guardia! ¡Guardia! —los lobos que cuidaban afuera de la casa solo rodaron los ojos.

—callate, no vez que estamos bajo ataque! —se quejó uno de los jóvenes lobos a lo que Henry intento romper la puerta pero esta no tenia ni un solo rasguño.

—maldita magia.

—Henry, calmate, no podemos hacer nada —advirtió el chico viendo a su amigo caminar de un lado a otro. —sabíamos que podía pasar algo así, solo podemos confiar en que ella sea fuerte.

—no, creo que conoces perfectamente este olor, es su padre, hará lo que sea por entrar —le advirtió con tono severo a lo que el chico solo siguió acostado en la cama.

Habían pasado todo el día en la barrera esperando que Evie Lovelace despertara, al menos no los habían atacado cuando los vieron llegar, para Dylan ya eran buenas noticias.

Había intentado alejarse de todo, pero incluso los vampiros lo repudiaron, nunca pudo usar del todo su magia y ahora como vampiro se sentía inútil además de débil.

Había visto como Henry a pesar de su delgadez se mantenía aun consiente de sí mismo durante todos esos años siendo esclavo de los brujos, pero incluso así, Henry se mantenía fiel a sí mismo.

Le sorprendió saber que su amada lo había olvidado ya, incluso estando felizmente casada, sabía que la razón por la cual Henry era esclavo había sido por ella, se mantuvo firme por ella, pero el amor nunca fue reciproco.

—tenemos que ayudar a Evelyn, se cómo opera su padre, no necesitara entrar al castillo, solo necesita que este lo suficientemente cerca para atacar. —eso fue lo que mas despertó la curiosidad de Dylan quien ahora se levantaba de la cama de un salto y por la ventana comenzaba a gritar.

—¡guardias! ¡Guardias! ¡Es una trampa! ¡Es una trampa! —grito con insistencia y la poca energía que le quedaba.

John quien escucho el alboroto de los guardias se acercó, había querido ir a ayudar a Evie, pero su deber tambien debía ser cuidar de los habitantes del valle.

—¿Qué está pasando? —los lobos al mirar a John se pusieron firmes y tardaron en hablar.

—John…John Huntell! —el hombre se giró para mirar al granero viendo al vampiro asomarse por la ventana.

—Bremoux… ¿vas a dar problemas? —pero vio que el vampiro negó repetidas veces con la cabeza.

—es el padre de la señorita ¿verdad? Tienen que impedir que se acerque a la barrera. —John miro con el ceño fruncido a Henry. El hombre se veía desesperado.

—¿de qué estás hablando? —ver al hombre así de desesperado fue una faceta nueva para él.

—estuve esa noche…se necesitaron a tres brujos y la sangre de Glen para romper la barrera del castillo. —John ante la información repentina abrió la puerta del granero.

—¿Qué carajos estas diciendo? —sus ojos se abrieron rápidamente ante el reconocimiento de lo que podía ser esta nueva información.

—Glen no quiere entrar, si vino solo no entrara, pero solo necesita una pequeña brecha y--

—y que Evelin este a metros de distancia. —murmuro casi incrédulo. —maldita sea. —intento mirar a los cielos, pero los cuervos no estaban por ningún lado, así que miro a Henry de pies a cabeza. —¿estás seguro?

—lo conozco muy bien, por eso vine, sabía que él vendría…no pueden dejar a la señorita ir a enfrentarlo. —si no fuera por la barrera mágica saldría de allí rápido, pero su frustración estaba burbujeando en sus venas frías.

—no fue sola, esta con Styles —los ojos de Henry mostraron horror.

—es la peor cosa que pudieron hacer, los matara a ambos. —John lo miro sin creerlo. —son demasiado jóvenes en magia, Glen sabe de magia oscura, no tardara en buscar alguna manera de matarla. —John se mordió el labio inferior, mirando en dirección hacia donde se había ido Evie y Walter.

—¡nosotros iremos! —gritaron los guardias.

—creo que todos sabemos quiénes son menos necesarios en esta manada. —todos guardaron silencio un momento. Para Henry no era un secreto las miradas que todos le echaron al entrar, menos todo lo que los hombres hablaron mientras ellos estuvieron allí, algunos burlándose y otros maldiciéndolos, pero no tenían opciones, los brujos querían matarlos y los vampiros no les brindarían protección, solo tenían a Evelyn Lovelace.

—me voy a arrepentir de esto. —murmuro mientras se levantaba la manga de la camisa dejando su brazo frente a Henry. —tomaras lo necesario para llegar hasta allá y proteger a tu señora. —el vampiro miro atónito al hombre, pero este no quito el brazo.

Como si la barrera hubiera sido removida Henry dio un paso hacia afuera y con gentileza tomo el brazo de John, dándole una mordida suave. El hombre se quejó, pero no tenía opción, los vampiros eran diez veces más rápido que los lobos.

Cuando comenzó a sentirse mareado por la falta de sangre Henry lo soltó y uno de los lobos lo sostuvo del hombro, cuando fueron a mirar, Henry ya no estaba.

—espero cumpla su palabra. —murmuro con fastidio John, miro su brazo donde solo había dos orificios redondos del cual salía un poco de sangre.

—lo hará, Henry lo hará —aseguro Dylan aun dentro del granero con optimismo a pesar de su palidez.




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