Capitulo 56

—pero no me cambies el tema —rodé los ojos soltando un fuerte suspiro.

—¿Cómo puedes ver a Evie? —me encogí de hombros.

—no lo sé, pensé que ella “descansaría en paz” pero… —recordé brevemente ese maldito lago encantado. —espera, porque sabes de la biblioteca.

—debemos regresar a ca—lo jale del brazo, empujando detrás de su rodilla al mismo tiempo haciéndolo caer en el mismo sitio.

—te me sientas y me dices, pero eso es ya! —él me miro incrédulo y con los ojos muy abiertos.

—Elena —susurro en advertencia, pero estoy preparada, así tenga que usar varios hechizos y algunos golpes no me moveré.

—ningún Elena, ni Migiri, te me sientas y me dices que más sabes anciano o te convierto en cuervo y voy sacándote pluma por pluma. —el silencio reino en el lugar, miro detrás de mí y luego me miro a los ojos.

—es solo…que no es fácil para mi hablar de ello —a pesar de que se veía incomodo, toco mi frente con su pulgar y eso fue todo. Ahora veía todo de una manera diferente, el estaba a mi lado y estábamos allí, estábamos en el mismo castillo, pero ambos como espectadores. Como simples fantasmas.

—no puedes casarte con mi hija, esto se tiene que acabar, ahora —un hombre de voz profunda gruñía mientras veía a un Cass arrodillado y con la cara herida. Le dieron una paliza.

—papá ¡NO! ¡basta! —grito la chica mientras dos hombres la sujetaban de los brazos.

—lo… lo siento señor —dijo con una media sonrisa en los labios ensangrentados mientras seguía de rodillas frente al hombre. ¿Qué está pasando?

—no eres más que un simple animal —el desprecio se notaba en todo ese hombre, sentí tanta pena por Cass que lo tomé de la mano.

—lo se… pero… me enamore…no la culpe a ella —quise llorar en ese momento al ver la escena, no solo estaban allí ellos, estaba tambien los empleados de la casa, todos con expresiones aterradas. El padre de mi abuela sostenía un arma.

—Greg Mace! ¿¡qué crees que estás haciendo!? —mi bisabuela llego al ver el alboroto queriendo interponerse entre el arma y Cass. —dejalo en paz!

—¿crees que quiero ver a mi hija con esta maldita ave? —el hombre forcejeo con la mujer y lo peor que pudo pasar paso.

Al momento en que el arma se disparó ambos padres se quedaron atónitos mirándose en uno al otro.

—¡MAMÁ! —grito Lace quien aún era sostenía mientras el cuerpo de mi bisabuela caía lentamente y solo Cass la sostuvo en sus brazos mirando con horror como el bonito vestido en color verde se manchaba de sangre rápidamente.

Todos soltaron un grito de horror, excepto mi abuela, quien envió una ola de energía tan fuerte que no solo los guardias que la sujetaban salieron volando, sino que su padre se tambaleo apenas soltando el arma.

Mi joven abuela llego hasta su madre intentando detener el sangrado, miro a Cass a los ojos intentando buscar su ayuda.

—no, mamá… no —la voz quebrada de mi abuela solo me hizo querer romper a llorar, no podía ayudarlas.

—se… sé que hacer —dijo la otra versión de Cass asombrado viendo como la mujer ya había cerrado los ojos.

—tu no harás nada —cuando el hombre intento acercarse mi abuela solo extendió la mano como yo aquella vez en el callejón y envió a su propio padre a volar lejos.

“tu abuela no había usado ese nivel de magia, fue su primera vez”, escuché lo que dijo Cass y me sorprendí, entonces, podías hacer algunas clases de magia, pero una explosión como esa era más difícil para la edad de mi abuela.

Ambos tomaron la mano de mi bisabuela y entre ellos hicieron que todos los cuervos de la zona sobrevolaran a su alrededor dejándolos en una cúpula, para el resto ellos desaparecieron allí, pero yo lo que vi fue como ambos ahora junto al cuerpo de su madre quien exhalo fuertemente se levantó del regazo de Cass.

“venir aquí es una habilidad de los Cuervos, pero… fue la primera vez que traje a un vivo y a un muerto aquí, pero fue por la misma Lace”, explico con calma.

“¿Qué sucedió luego?”, dije al ver que el recuerdo se desvaneció y todo permaneció en negro.

—su padre nos vio regresar con la señora sana y salva… él tuvo que irse de la casa, ella le perdonó la vida, pero se separaron —asentí lentamente separándome de él al ver lo cerca que estábamos.

—entonces… me quieres decir que…

—que ese lugar no es el mismo a donde vamos los cuervos, ese es el lugar donde habitan las diosas o algunas brujas que logran cruzar el sendero —cerré los ojos con fuerza intentando entender sus palabras.

—dime… —abrí los ojos y lo miré directamente —dime que no es el sendero donde…—el solo asintió.

—ese sendero es como una trampa, los humanos no pueden llegar a él y tu…—yo intente mantener la calma.

—yo me hundí…—dije casi en un hilo de voz.

—es porque estabas viva y eres… humana, al menos tu alma —ahora si… voy a morirme. —y la razón de que Evie te esté llevando para allá es porque algo debe querer decirte.

—me mostro la biblioteca… y ella sabe mi nombre —lo vi fruncir el ceño confundido, como si fuera algo obvio.