Encontrando...amor?

Capitulo 60

—¿ya hablo?

—no Cass, no he dicho nada importante —respondí con fastidio llevando yo esta vez la bandeja para lavarla, pero en mitad de mi camino a la cocina, una chica me la quito de las manos con una sonrisa y se la llevo, me quede allí parada mirando hacia la nada para luego girarme.

entonces no piensas hablarlo —fue como una afirmación en su tono habitual de molestia.

no es el momento —susurre en su mente y él solo se levantó.

—entonces me iré a hacer algunas cosas y regreso más tarde. —anuncio y se marchó volviéndose un cuervo haciendo que soltara un suspiro fuerte mientras me tumbaba en la silla.

Me quede mirando la mesa y las pequeñas líneas de esta mientras pasaba mi uña por ellas, todos se habían quedado en silencio a la espera de que dijera alguna cosa.

—oh, cierto. Casi olvido al vampiro —dije levantando la mirada, todos parecían que estaban a punto de soltar una carcajada, solo Magnus tosió un poco para calmarse.

—¿a Henry? —pregunto tan tranquilo que esperaba que se riera después de decirlo.

—fue el quien me salvo la otra vez ¿no? —pregunte de nuevo, pues aún recuerdo haberlo visto antes de que las luces se me fueran. Él se interpuso ente el bastón de mi padre y yo.

—sí, John lo dejo salir, le dio de su sangre. —esas palabras captaron toda mi atención.

—¿Qué? —pregunte incrédula levantándome de la silla.

—por eso llego tan rápido, luego que te trajeron hasta aquí se fue directamente al granero y de allí no ha salido. —me quede fría al escuchar eso. ¿Jhonny le dio de su sangre? ¡¿Cómo así?!

Solté un suspiro fuerte pues al menos Henry regreso al granero, al parecer si está cumpliendo con su cometido de “servir” a mí. Todos me quedaron mirando con sonrisas incomodas.

—debo darle al menos las gracias. —camine hacia la puerta y antes de abrirla esta se abrió dejándome ver a un Bobby bastante asombrado.

—¿¡ Meg!? Dijeron que estabas…

—ya estoy bien, solo me desmaye de agotamiento —explique a lo que él solo asintió y me cedió el paso.

—¿A dónde van? —pregunto desde mi espalda, pero apenas me gire para mirarlo, viendo que Magnus, Lucien y Walter se detuvieron en la puerta.

—Hablare con Henry, creo que ya fue mucho tiempo para descansar —dije con un ánimo demasiado renovado.

Seguí mi camino sin saber si ellos me seguirían o no, pero las pisadas detrás de mí son más que obvias; de camino allí algunos lobos hicieron una reverencia y otras chicas me saludaron entre susurros y sonrisas, fue extraño, mire un par de veces hacia atrás y ellos venían con tanta tranquilidad que me parecía extraño.

Una vez llegamos al granero los chicos que estaban hablando entre si se asustaron y se quedaron tiesos como piedras.

—hola chicos! —los salude tan informalmente que ellos dudaron y se quedaron mirando un momento para luego hacer una reverencia.

¿estamos en Japón o qué?

—buenos días mi señora. —intente no reírme y trate de restarle importancia.

—iremos a hablar con los chicos allí dentro. —dije viendo como ellos lentamente asintieron y se hicieron a un lado.

Creo que Wally les dijo algo porque los chicos se marcharon.

Toque la puerta un par de veces para luego abrirla.

—espero que nadie esté en ropa interior —bromee y solo mire a los dos chicos sentamos en la mesa mientras … ¿jugaban ajedrez?

Ellos me miraron y se levantaron rápido.

—My…Lady, no la esperábamos. —Henry fue el primero en intentar acomodarse la ropa que traía, al parecer tienen más ropa aquí y el lugar está muy organizado. Me siento un poco mal de tenerlos aquí como si estuvieran encarcelados, pero son vampiros, cualquier cosa puede pasar y más por su necesidad de sangre.

—¿Cómo se encuentra? —pregunto Henry al examinarme de pies a cabeza mientras Dylan solo se mantuvo en silencio.

—estoy mucho mejor, gracias, lamento… no haber venido antes —mire mis manos e intente limpiarlas. —y sin nada que traerles, pero veo que los muchachos —me detuve un momento. —¿si los tratan bien? —ambos me miraron confundidos, pero vi a Henry dar un pequeño paso al frente.

—mi señora, no tiene que preocuparse mucho por nuestro bienestar. —ante su “afirmación”, negué varias veces.

—tengo que…a pesar de que son, personas de interés tambien tengo la responsabilidad de su salud, son vampiros y no sabemos cómo manejar todo esto. —Henry asintió lentamente.

—estamos bien, los chicos han sido… respetuosos —la manera en la que lo dijo me hizo saber que seguramente tienen algún resentimiento guardado, pero al menos han hecho lo que he pedido.

—entiendo y… Henry… Bremoux? —el hombre asintió leve. —salvaste mi vida. —intente que entendiera exactamente lo que hizo por mí, pero el solo mantuvo una sonrisa.

—es mi deber… usted me libero de esa familia de brujos e incluso nos aceptó aquí. —lo vi asentir de nuevo.

—pero ¿Cómo sabias lo que pasaría? —él me miro un poco extrañado y luego al grupo detrás de mí.




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