Capitulo 64

—orden en la sala, orden, ¡he dicho que orden! —el anciano comenzó a toser mientras golpeaba con su martillo la mesa, haciendo que las voces de toda la sala disminuyeran a susurros. —bien… bien… así está mejor. —se aclaró la garganta observando el salón, todos los presentes comenzaron a acomodarse en sus asientos; unas cincuenta personas entre ellas hombres o mujeres jóvenes al lado de ancianos con pequeñas placas en sus mesas, rodeando un pequeño podio con la vista al frente del gran juez.

—señor… la señora Bremoux quiere exponer un caso su señoría —susurro el hombre mientras observaban abajo a la mujer acompañada de dos jóvenes visiblemente confundidos mirando hacia los lados.

—¿los chicos? ¿otro caso perdido? —el hombre trago grueso cuando las miradas de la mujer se cruzaron con el estrado.

—no tuve el valor cuestionarla esta vez su señoría —el hombre mayor solo soltó un fuerte suspiro.

—está bien, veamos que tiene que decir la señora Bremoux esta vez —su ayudante solo asintió y se aclaró la garganta antes de gritar.

—Caso a exponer hoy. —todo el mundo guardo silencio ante el grito del ayudante del juez mientras que Isabel no despegaba la mirada del hombre. —la señora Bremoux y… compañía —la sala se llenó de susurros mientras la mujer caminaba con seguridad hacia el podio.

Lisa y Jared le habían explicado la complejidad del asunto de camino allí, haciendo que la ira de la mujer crece cada vez más. Las voces de las personas a su alrededor llegaron a los oídos de Jared quien comenzaba a incomodarse.

—buenos días, consejo de Ciudad Central, como ya saben, Soy la defensora de lo que ustedes llaman casos perdidos. —los ojos de Isabel se pasearon alrededor del salón haciendo que las personas en las mesas despegaran su mirada de ella, con incomodidad. —pero esta vez, espero que no lo tomen como un caso más ya que esto concierne a una de las familias primarias de este consejo, la familia Lovelace. —el salón se llenó de susurros llenos de desprecio.

—Señora Bremoux, si sabe que la familia Lovelace fue quien se distancio de este consejo —Lisa se acercó sorprendida.

—La familia Lovelace jamás haría algo así —grito ganándose más gritos en la sala mientras el juez de nuevo golpeaba el mazo sobre la mesa.

—señorita manténgase al margen por favor! —Lisa se quedó de pie en el podio al lado de Isabel quien la tomo de los hombros.

—Calmate pequeña, dejame hablar —susurro haciendo que Lisa miro a la mujer y asintió levemente.

—lamento el ímpetu de mi querida niña, pero ella tiene un punto. —todos susurraron bajo. —¿no les pareció raro? Siendo los primeros en encabezar este consejo ¿sean los primeros en enviar una carta?

—el hijo de la Matriarca Lace Lovelace envió una carta en representación de su casa por la muerte súbita de su madre.

—¡¿muerte súbita?! Que descaro —Lisa grito, pero esta vez fue Jared quien la cayó.

—señora Bremoux —le advirtió el juez, Isabel se aclaró la garganta antes de soltar la bomba que al parecer el consejo desconocia.

—tengo informes, testigos y textos de que hace quince años, Glen Lovelace, movido por la avaricia, asesino a su madre, esposa e hijo para quedarse con la herencia familiar —la gente grito con horror, mientras unos defendían a Glen otros parecían asombrados, haciendo que Isabel se sostuviera el podio. —con la ayuda de la cabeza de las familias Shine y Grey junto a Lobos que cazaron y asesinaron a cada miembro de la familia que se negó a absurdo dominio de poder —mientras más hablaba Isabel el salón guardo total silencio. El asistente se acercó tomando la carpeta que Isabel saco en su podio y la hizo levitar con rapidez hacia el juez quien al abrirlo comenzó a mirar con horror página tras página.

—Se-señora Bremoux. —dijo con incredulidad el juez levantando la mirada hacia la mujer. —es… bien sabido que usted, era cercana a la Señora Lovelace. Lamento su perdida. —Isabel solo bajo la cabeza de manera solenne, su relación con Lace era demasiado complicada para explicarla en pocas palabras, pero saber que su muerte tuvo que ver directamente con su hijo, le partió más el corazón. —pero lo que aquí expone es...

—la masacre de los Lovelace si vivio hasta hace un par de meses que la sobreviviente hija de Glen Lovelace apareció —el salón nuevamente se lleno de susurros asombrados.

—¿como...como podemos saber que es ella? —Isabel había esperado por es pregunta.

—segun testigos de esa noche, los pocos guardias sobrevivientes quienes cuidaron y siguen cuidando el terreno del valle como puede apreciar en las fotos, aseguran que Lace paso su poder ancestral a la jovencita —el juez miro con horror hacia Isabel y está siguió manteniéndose serena.

—¿sabe... sabe lo que significa eso, Sra. Bremoux?—el juez se ajusto sus lentes en el puente de su nariz

—la niña que logro escapar esa noche fue cuidada por Keith Price, por lo que no manifestó sus dones sino hasta que cumplió su mayoría de edad. sigue bajo entrenamiento pero... si padre ya sabe de su existencia y a mostrado el deseo de ... asesinar a su hija está vez con sus propias manos—los gritos incoherentes del público ante la acusación directa de homicidio hizo que más de uno la maldijera.

—pero... mi pregunta es... ¿porque Glen se arriesgaría a blasfemar contra toda su familia y su sangre?— Isabel se giro para mirar a Jared y este asintio dejando a una Lisa alterada sentada en una silla.

—este joven puede explicar mejor eso, su señoría. —isabel se movió del podio dejando a Jared bajo las miradas enojadas e indignadas de muchos.