—bien. Se lo diré —estuve mordiendo mi uña durante todo el rato. Ver a Walter al teléfono me causa ansiedad; ahora que colgó solo espero en silencio a que él diga algo, pero está allí mirándome como si estuviera a punto de darme una mala noticia y voy a congelar al mundo si es así.
—¿y bien? —pregunte aun viéndolo sentarse a mi lado en total seriedad.
—Bremoux viene para acá —parpadee varias veces sin entender.
—¿Qué?
—el consejo debatió durante toda la noche y… enviaran a varias personas para intervenir. —deje escapar todo el aire de mis pulmones y le lanzo una almohada a la cara.
—¡¿estás loco!? No me asustes así —él comenzó a reírse y me está por dar un ataque cardiaco.
—lo siento cariño, pero es que… estabas mordiendo tu uña. —abulto mis labios agobiada y procedo a manotearlo solo haciendo que se riera aún más, me abrazo pegándome a su pecho cálido dejando besos en mi cabello; solo así logro calmar mi vergüenza creciente.
Cuando Henry me dijo quién era esta persona no lo podía creer. ¿Qué madre puede convertir a su hijo en vampiro? Pero no la voy a juzgar, mi padre quiso asesinarme dos veces.
—los chicos parecen que están encantados y preocupados —moví mi cabeza en asentimiento, los pobres ya estaban angustiados cuando se fueron de aquí, pero según Cass Lisa era la mejor para defenderse en esa clase de situaciones además de que fue perseguida por vampiros y tiene experiencia en tratar con ellos. Todas esas palabras me retumbaron en la mente y cuando le sugerí que podía negarse que no la obligaría ir allí ella aun así acepto como si yo fuera alguna clase de emperador, ella estaba lista para morir si hacía falta y eso es lo que no quiero.
—no es para menos, decirle al consejo que estamos vivos creo que no debe ser fácil de digerir para sus ancianos cerebros. —ambos giramos hacia la ventana donde Cass de pajarraco ahora se había vuelto humano y estaba allí sentado como si nada.
—tu tambien eres un anciano. —le recordé entrecerrando los ojos, sus hombros se tensaron, creo que le di en el clavo.
—no soy tan viejo. —dijo mirándose las manos y echándose el cabello hacia atrás “ordenando” sus mechones que aun así regresaron a su rostro. Tiene una cara delgada y perfilada, además de que no tiene ni una sola marca de acné en su rostro y su cabello es tan liso que cae en su cara bastante bien, si no lo viera bien parecería asiático, pero lo que tiene de asiático lo tengo yo de virgen maría y eso es…n.a.d.a.
—lo que digas. —me abrase al torso de Wally quien solo al que nada más nos mirábamos soltó un fuerte resoplido.
—ok, he dicho que dejen de hacer eso. —su tono severo solo hizo que ocultara mi rostro en su pecho mientras cerraba los ojos por un momento.
—él tiene la culpa, anciano. —lo acuse señalándolo con el dedo sin ver.
—si lo pensamos mejor, creo que tienes más edad que todos aquí presentes, incluyéndome. —Sali de mi escondite apenas escuche esas palabras, sostuve la misma almohada que le lance a Wally e iba a lanzársela, pero Walter me la quito con un solo movimiento.
—les sugiero que no hablen de esto tan libremente —nos aconsejó aun con un poco de recelo en su voz ¿seguirá enojado porque no soy la misma Evie?
—si… es mejor que no. —lo vi lanzarse de espaldas por la ventana y esta se cerró un momento después, solo oímos el aleteo de sus alas alejándose.
—¿está todo bien? —su mano se froto en mi espalda con lentitud, haciendo que por primera vez ronroneara de gusto, ahora entiendo porque a los gatos les gusta que los acaricien tanto, lo escuche contener una risa así que fui directo a su cuello y le mordí, fue una mordida suave, pero el exagero tirándome a la cama poniéndose encima de mí.
Esos ojos cafés, están casi negros, sus pupilas están algo dilatadas.
—Evie... —susurro acercándose y dejando algunos besos en mi cuello, le deje hacerlo mientras intentaba no retorcerme; sus labios están quemándome con solo pasar por cada rincón entre mi hombro y cuello, solo cuando sus labios pasaron por la marca en mi cuello me tense.
—Walter…hay que bajar —dije tan de pronto que él se alejó confundido.
—¿Por qué? —iba a responder con alguna cosa cuando la puerta sonó, lo vi olfatear en el aire y su seño se arrugo, intente oler igual que él, pero todo lo que mi nariz alcanza a oler es el perfume y crema de afeitar que tiene el hombre encima de mí. Se levantó bastante rápido y abrió la puerta.
—¿Qué paso? —apenas pude ver la calva de Bobby mientras susurraba algo, la espalda de Walter marcada por su camisa se ve simplemente marcada y es de alguna manera sexy porque se cómo se ve esa espalda sin camisa.
—¿todo bien? —los vi mirarme mientras estoy sentada en la cama y Bobby solo sonrió casi forzándose, lo conozco bien como para saber que son problemas, así que me levanto de la cama y voy directo hacia ellos.
—no nos afecta directamente —me respondió Wally con precaución en su tono.
—una de las sucursales de los Shine en la ciudad central fue quemada hasta sus cimientos y hubo varios muertos de la junta directiva mientras algunos vampiros fueron llevados a hospitales —me mostro la tableta donde se veía una nota de periódico, medio leí las letras, es prácticamente lo que Bobby acaba de decir, pero no aparece ningún nombre más allá que el apellido de los muertos, todos son Shine.
#2527 en Fantasía
#332 en Paranormal
romance accion y drama, romance y tragedia, romance actor hollywood
Editado: 18.11.2024