—no, juro que vomitare de nuevo —aleje el plato de avena de frente de mi como si este estuviera envenenado, el solo olor hacia que todo el estómago se me cerrara.
Todos me miraron sorprendidos ¿Qué esperan? Acabo de recibir un pronóstico nada lindo de lo que me espera en el futuro.
—¿no quieres comer? Le podemos decir que Magnus prepare alguna otra cosa —ante la sugerencia amable de Wally solo sentí que mi estómago quería tirar hasta mis jugos gástricos sobre la mesa, corrí al baño y deje salir solo la saliva, mi estómago desde muy temprano me hizo el aviso de que no me dejaría comer en paz.
No sé porque mis nervios estallaron después de la conversación con Isabel y el resto de la familia, todos me miraron palidecer y apenas pude dormir. Cuando salgo del baño Walter y Cass están allí susurrando, no es hasta que me ven que simplemente se giraron hacia mi mirándome con total sorpresa y atención.
—parecen asustados ¿Qué pasa? —antes de que respondieran una mujer llego apresurada con una taza en una bandeja, de ella salía vapor al igual que un olor que me hizo agua la boca, la tome casi sin pensar, olfateando el vapor que desprendía, sople un par de veces y luego le di un sorbo, ellos siguieron mirándome con atención hasta que termine casi la taza.
—¿te sientes mejor? —parpadee varias veces por la pregunta tan cautelosa de Cass.
—ahora que lo dices, él te me calentó el estómago —respondo con tranquilidad hasta que ahora ellos tres se miran entre sí.
—ve y no digas nada, trae frutas con miel —susurro, pero aun así lo escuche, la chica con ojos brillosos por la emoción se fue dejándome con la taza en las manos.
—¿Qué pasa? —insistí, pero ellos se volvieron a mirar.
—¿Por qué no lo escucho? Me hubiera dado cuenta —dijo Walter entre asustado y preocupado.
—ella no es una loba, su porcentaje es bajo, se protegen con magia, tal vez —Cass parecía estudiar las probabilidades mientras miraba a la nada.
—si saben que estoy aquí y los escucho —dije entrecerrando los ojos con cautela.
—cariño, porque no… vas a descansar, cuando lleguen los del consejo te buscare. —Walter al tomarme de la mano con cuidado sentí un nerviosismo, sus manos sudadas, su lobo gruño en mi mente, no un gruñido que pudiera distinguir de otros anteriores, este es…particular, casi puedo sentir sus ojos amarillos en mí.
—¿Qué no me están diciendo? —di un paso atrás con horror soltando la mano de Walter al instante, ese gruñido me puso los pelos de punta.
—Meg… ¿te ha bajado el periodo? —su tono bajo y cauteloso me hizo mirarlo sorprendida y avergonzada, con horror, las imágenes de Walter y yo compartiendo intimidad me hizo recordar un pequeño detalle, jamás nos cuidamos.
—me… me estás diciendo —lleve una mano a mi vientre, pero él me empujo a Walter y luego a mi hasta el interior del baño.
Cuando estuvimos dentro los tres, muy apretujados, el me hace una seña de que guarde silencio.
—tienes que guardar esto, es un momento vulnerable para ti y para este clan —aun en mi mente parecía susurrar y mirar a todos lados como si las paredes tuvieran oídos.
—no… no puedo estar embarazada ¿Por qué Walter dijo que no podía sentirlo? —vagamente recordé de algunos fanfic que los alfas pueden sentir a su cachorro en el vientre de las mujeres incluso antes de que ella.
—como le dije, no eres loba, no del todo, eres una hechicera de nivel alto sin entrenamiento, tal vez tu instinto o el del bebé hace que se mantenga oculto —puse la mano sobre mi vientre.
—¿Qué está pasando? —escribió Walter en una nota en su celular.
—no sé si estoy embarazada —le escribí de regreso.
—lo estas —dijo casi entre dientes Cass los tres casi a una respiración de distancia. —el té que te tomaste es para las náuseas en el embarazo, linda no dirá nada, sabe lo que está en juego así que mantente bajo este techo hasta que sepa un poco más de cómo manejar esto. —yo asentí lentamente, entonces por eso me calmo rápido las arcadas de las náuseas, fue como mágico, aunque aún temo vomitar tan rico te, el sabor de la miel aún está en mis labios.
—¿no es un embarazo hechiceristico normal? —lo vi poner los ojos en blanco, llevando su dedo índice y pulgar al puente de la nariz.
—espero olvidar esa palabra, pero no, eres la matriarca, la anciana joven y aunque casada, tu esposo es un lobo, ¿sabes los problemas que traerá eso? —negué varias veces. —el padre de Walter e incluso tu padre intentaran matarte aún más rápido, recuerda que aún no sabemos en quien confiar. —yo hice una seña de sellar mis labios.
—me iré a descansar, no tengo ánimos de estudiar. —dije alto y ambos chicos se irguieron asintiendo levemente, Cass abrió la puerta y salió rápidamente yéndose a la cocina mientras que yo y Walter subíamos las escaleras, una vez en la habitación el me entrego su celular y había una nota.
—no te preocupes, yo estaré aquí todo el tiempo, le diré a Bobby que se encargue del resto —yo asentí entregándole el celular de regreso y el solo tiro el mismo sobre la cama y se subió encima de mi dándome tantos besos que comencé a reírme, se acercó a mi oreja con una respiración tan calmada que me asusto.
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Editado: 18.11.2024