—no lo permitiré —yo solo observo con atención las caras de todos los presentes mientras la habitación se llena de gritos y quejas.
—creo que no están tomando en cuenta las palabras del Sr. Bremoux —quise reírme con ironía, las mismas personas que no estaban de acuerdo con que Henry se quedara, ahora creen en sus palabras.
—señora Lovelace ¿tiene algún problema con ello? —toda la habitación se quedó en silencio absoluto, podía escuchar un alfiler caerse. Solté un fuerte suspiro mirando la palma de mi mano.
—yo no soy la que tiene problemas con ello, pero dado los antecedentes de las familias que por obvias razones no estan presentes y los intentos de asesinato, creo que me abstendré de ir, al menos que sea un terreno neutral. —
—¿asesinatos?
—los deje escrito en los documentos y en la carta
—no veo ninguna marca en usted, ni en el Sr. Bremoux, incluso parece gozar de buena salud. —apreté los puños con fuerza ¿Cómo se atreve? — ¿Cómo pueden estar completamente sanos con ataques de brujos? —bufo de manera burlona, mientras que a mi lado la silla de madera resonó en la habitación.
—yo puedo responder a esa pregunta —mire a Isabel quien parecía decidida. —recordemos que estamos en las ruinas de lo que fue una de las familias más antiguas de este lado del mundo, a sus pies, no solo están los restos de las paredes de piedra, está la sangre y huesos de infinidad de miembros de la familia, así como soldados caídos. —la habitación se llenó de silencio y los invitados se miraron con incomodidad. ¡Incluso yo!, había olvidado que esto más que un refugio, es un cementerio.
—señora Bremoux —quiso interrumpir uno de los hombres mas jóvenes pero Isabel apenas lo miro.
—no solo de difuntas ancianas, hombres, mujeres y niños por igual están en cada metro cuadrado de este lugar, inmóviles desde el día que dejaron de respirar —el silencio volvió a caer y entre mis aliados todos mantuvieron silencio, pero no uno incomodo, uno que decía que este lugar para ellos es más que solo un terreno histórico.
—además de contener eventos traumáticos, la energía de cada alma asesinada esa noche sigue en la tierra y solo una anciana puede acceder a ella. —mis ojos se abren casi de par en par, Cass había dicho que hablo con Clarence, él puede comunicarse con los muertos, eso quiere decir que…
—me está diciendo que ella. —el hombre mayor me miro con incredulidad y asombro, ¿Qué tengo?
—ella lo ha hecho casi de manera inconsciente, desde que sus dones se liberaron, no solo tiene el poder de una anciana matriarca, tiene cada don de cada miembro de esta familia. —los susurros fueron llegando y las miradas de todos caían en mí, solo mire mis manos.
—pero… para ella obtener ese poder no debería…—Isabel se veía orgullosa de lo que está diciendo mientras yo estoy sintiendo ganas de vomitar de nuevo.
—en efecto, ella debería usar hechizos, pero como ya les he dicho, esta tierra para ustedes puede estar maldita, pero para un Lovelace esa fuente de poder está dada con los permisos de sus antecesores. —me quede con la boca abierta ¿Qué dijo? ¿Cómo que permiso?
—no me venga con los hechizos de la última brisa —la regaño con voz de desdén el hombre, parece que ese nombre no le gusto, y no es el único ¿Cómo que ultima brisa?
—aquí no usaron magia los que no pudieron por el bloqueo mágico, así que técnicamente sus muertes o lo que pensaron en ese último instante cuenta. —explico Magnus con calma a lo que todos los jóvenes asentimos, esto es mejor que las clases particulares de Lucien, quien ahora que me pregunto ¿Dónde está? Lo veo pegado a la pared intentando no morderse las uñas
—esto es… es…—la cara de disgusto de uno de los invitados es bastante obvia.
—antinatural —termino otro de los raritos recién llegados y yo casi exploto ¿antinatural? Ven aquí que yo te explico que es antinatural.
—eso es romper las reglas tradicionales, es una blasfemia a la magia —declaro el más anciano de todos con una expresión de tristeza y algo más que no pude descifrar, menos cuando su mirada choca con la mía, parecía que sus ojos estaban brillando.
—ya está casada con un lobo por el vínculo, los dioses así lo quisieron. —replico dando un golpe a la mesa Isabel mientras otros pequeños gritos estaban a su favor.
—esto se está yendo de las manos, señora Bremoux —el anciano parecía mantener la calma, pero sus ojos transmitían algo de terror ¿desconcierto? Tal vez.
—esta familia lo que quiere es justicia o venganza —replico Isabel en un tono de voz tan frio que casi sentí un escalofrió recorrerme la columna.
—¿Cómo usted en el complejo de la familia Shine? —le recordó casi como un regaño el señor mayor sentado al frente.
—ellos no acataron las ordenes y atacaron primero —su defensa es más como una niña defendiéndose de haberle agarrado del cabello a otra en el recreo sin razón alguna.
—¿aun quiere que salga a hablar con ellos? —todos ellos se miraron entre sí.
—aceptara enviar a alguien a presenciar las acusaciones. —mire a Isabel y luego a Walter quien por alguna extraña razón se había quedado callado todo este tiempo.
—yo… enviare a John Huntell —todos guardaron un silencio bastante fuerte. —y a Cass.
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Editado: 20.12.2024