Capitulo 76

—¿Victor Huntell? —pregunto un anciano en traje perfectamente arreglado mientras ajustaba en el puente de su nariz sus lentes.

—es mi hijo —respondió la mujer un tanto temerosa viendo las figuras de seis hombres desconocidos y justo al fondo un rostro familiar. —¿po-porque buscan a mi hijo? John ¿Qué está pasando? —hablo alto pero el hombre de cabellos rubios se mantuvo sereno sin pronunciar ni una sola palabra.

Los hombres entraron sin pedir más permisos ganándose los gritos de protesta de la mujer y comenzaron a buscar por todos lados, no fue hasta que un hombre mayor apareció en la sala que los hombres se pusieron alertas.

—Glen Lovelace, está detenido por genocidio e intento de asesinato a su propia hija, Evelyn Lovelace de Styles —ante las palabras duras y resonantes del hombre mayor Glen miro con horror a este en reconocimiento.

—¿Qué? no… eso… no es cierto. —Glen miro en pánico a la mujer que antes había abierto la puerta y algunos otros miembros aparecieron en escena.

El hombre con bastón miro al de lentes frente a él con el ceño levemente fruncido, intento hacer un movimiento con su bastón, pero unas aves negras entraron a prisas colocando en las muñecas de este unos grilletes sin ninguna ranura y al instante su bastón se hizo trizas.

—¿crees que no vendríamos preparados? —pregunto con una sonrisa leve en los labios, antes de que Glen cayera al suelo un par de manos lo sostuvieron, ambas mujeres jóvenes con el rostro cubierto por una máscara que apenas les dejaba pequeñas ranuras en los ojos como más mascaras de teatro.

—es una equivocación —repitió el hombre ahora lleno de terror en sus ojos. Las mujeres que lo sostenían eran conocidas por ser las enviadas a capturar a prófugos de alto perfil, su eficacia es del cien por ciento en más de cinco décadas este grupo de elite era enviado solo por casos muy graves contra la magia y el orden natural de los reinos que constituían el complejo central por lo que Glen al verlas tembló y la casa al mismo tiempo tambien lo hizo; La madre de Víctor miro asustada como bajaban a su hijo de las escaleras aun cubierto con vendas en el cuerpo.

—¡no! ¡Es mi hijo! —intento acercarse y uno hombre joven que venía con el grupo detuvo su acercamiento colocando su brazo frente a ella.

—bien, Víctor Huntell, queda detenido por intento de asesinato de Evelyn Lovelace de Styles, conspiración y robo de magia —mientras los cargos se iban dictando las mismas pulseras que tenía Glen ahora tambien sujetaban las manos del joven, colocaron a ambos de rodillas frente al anciano.

—no, no pueden llevárselo ¿Quiénes se creen? —la mujer sacudió el brazo del joven y corrió a abrazar a su hijo quien por la conmoción se encontraba aturdido sin creer lo que estaba sucediendo.

—Mamá… mamá no-no dejes que me lleven —tomo con desespero las manos de su madre quien lo miraba con dolor y desesperación. —es culpa de él, él me dijo que lo hiciera! —grito señalando a Glen, el rostro sereno del hombre parado frente a ellos solo le dedico una mirada mientras sacaba una carta del interior de su traje.

—señora Huntell, esta casa al igual que las casas de la familia Shine, Mace y Rothlow serán congeladas hasta el veredicto del juicio —ante la mención de ese nombre, Glen abrió los ojos con terror, intento pararse, pero las manos de las mujeres lo hicieron volver a caer de rodillas.

—¿juicio? —pregunto incrédula la mujer abrazando con firmeza a su hijo.

—se-señora… no… no hay señal —dijo alarmada una de las criadas con el teléfono en la mano. —los otros miembros de la familia comenzaron a verificar sus celulares notando que lo dicho por la criada es cierto.

—¡no tienen derecho! —grito un hombre mayor quien intento acercarse a John, pero este apenas y se inmuto, manteniéndose callado como los hombres de trajes le habían dicho que hiciera.

—están siendo juzgados bajo la ley penal 73 del mundo místico —la expresión de terror en Glen lo hizo intenta pararse de nuevo e intentar huir siendo sostenido por la ropa y arrojado de nuevo por las chicas al suelo quienes lo pisaron sin piedad para que se quedara quieto.

—¡eso es ridículo! —grito horrorizada la mujer intentando abrazar a su hijo cuando de nueva cuenta las mismas mujeres que lo habían traído del piso superior la alejando de él.

—no… no pueden hacer eso —grito el padre de Víctor quien intento usar su magia, pero al ver que esta no salía miro asustado sus manos.

—usurpación de identidad, organización y planificación para hacer daño contra un grupo de personas en este caso su propia familia —siguió hablando el hombre con total neutralidad.

—él no es un Lovelace —grito la mujer desde el suelo haciendo que el hombre se detuviera para mirar con incredulidad a la mujer luego al mismo Glen.

—¿seguirás engañando a estas personas? —Glen se mantuvo en el suelo mirando al techo de la casa.

—¿eres un Lovelace? —pregunto de nuevo la mujer levantándose del suelo al ver que a no podía acercarse a su hijo. Ante el silencio de Glen, el hombre soltó un fuerte suspiro y ajustándose los lentes prosiguió.

—bajo dicha ley se prohíben el uso de magia, hechizos de manera directa o indirecta, así como el contacto con alguno de los implicados o las víctimas. —la habitación se llenó de total silencio.