Encontrando...amor?

Capitulo 86

—oh, vaya… que oportuno —dijo con total tranquilidad mientras se inclinaba y tomaba del suelo un hacha con la hoja cubierta de sangre, solo para salir ilesa de un impacto directo. —¿eh? —Megara levanto la cabeza para mirar a un hombre con el rostro cubierto dejando ver sos sus ojos y un arma en sus manos apuntándole.

—¡muerte a la perra! —cuando volvió a disparar la bala se detuvo en el aire; los ojos de Megara estaban de un verde intenso mirando a tan solo la mitad del camino la bala, el hombre asustado no esperaba que la bala regresara e impactara directamente en su hombro.

—bueno, considerémoslo uno menos —siguió su camino sin encontrarse cuerpos, tan solo destrucción y casas quemándose.

Dio un par de pasos rapidos hasta una de las intersecciones cuando un hombre paso volando impactando en la pared de una de las casas y cayendo inconsciente, cuando miro en la dirección de donde había venido, allí estaba un lobo con una armadura brillante en negro.

—si fuera de noche no podrían ser vistos. —dijo casi para si Megara pero eso alerto al animal quien al mirarla y olfatear en el aire comenzó a gruñir para luego aullar tan alto que sus oídos los tuvo que cubrir.

El terror comenzó a subir rápidamente en su sistema haciendo que instintivamente comenzara a correr.

—mala idea, mala idea, ¡aah! —pudo escuchar entre el silencio la cantidad de armaduras que se acercaban con una velocidad impresionante.

Megara llego hasta una zona abierta con apenas segundos de ventaja donde al girarse apunto con rapidez disparando directamente en la cara de un de los lobos que cayó en seco al suelo, directo a los pies de Megara, el resto de los lobos al llegar se quedaron en silencio mirando el cuerpo del gran lobo en el suelo comenzando a manchar la tierra de sangre.

El fuerte olor hizo retroceder a Megara sin dejar de sostener el arma.

Su mano tembló ligeramente con anticipación, no queriendo mostrar ninguna expresión que confundiera a los lobos con temor, su mirada escaneo la zona, notando que los lobos de hace quince años habían evolucionado, ahora tenían armaduras para pelear, igual que sus lobos, pero estos al igual que el lobo muerto tienen un logo en su armadura en el pecho.

Un aullido largo y firme igual como el que los había llamado ahora los hacia detenerse y mirar con cautela a la mujer a unos diez metros de ellos.

estas rodeada, bruja —escucho la mujer dentro de su mente, esta apenas y se mostró visiblemente afectada.

—bien… —murmuro bajo apretando el hacha en sus manos, Megara acomodo su postura recta moviendo su cabeza de un lado al otro liberando la tensión de ellos.

—bien, no seré cinco, pero tengo magia —los lobos la miraron confundidos notado como el tono verde esmeralda de los ojos de la mujer de cabellos negros frente a ellos comenzaba a tornarse brillantes. —Mi nombre es Evie Lovelace —el aire alrededor de la mujer comenzó a incrementarse mientras las manos de esta se tornaron en una flama purpura y la tierra a su alrededor comenzó a agitarse, dejando salir de ella destellos en color verde y blanco. —esta es la casa que destruyeron… será mejor que se arrepientan, ahora —gruño la mujer haciendo que el hacha en sus manos se encendiera en fuego.

Los gruñidos y mordidas al aire no faltaron mientras comenzaron a correr hacia Megara, rodeándola y comenzando a atacarla desde todos los ángulos.

Al ser tan pequeña entre lobos de más de dos metros con armaduras, la mujer se deslizo por debajo de uno de los lobos logrando romperte la armadura hasta hacerla caer. El grupo de Lobos al ver a su jefe completamente quieto comenzaron a olfatear la sangre, todos miraron debajo de él viendo como sobre la armadura ya en el suelo gotas de sangre comenzaban a brotar hasta crear un rio junto a las tripas.

—primera advertencia —susurro con voz gélida levantándose mientras arrastraba el hacha echa de fuego que poco a poco se fue alargando hasta convertirse en una guadaña.

Lentamente se giró para mirarlos y por primera vez los lobos fueron los que retrocedieron, frente a ellos una energía como una llamarada en fuego purpura y lila envolvía a la mujer de pies a cabeza.

Algunos lobos llegaron a dudarlo y cuando estaban listos para atacar alguien lanzo una lanza que impacto directamente en la espalda de Megara, atravesándola.

Todos miraron con escepticismo al ver que las llamas de la mujer no se apararon. Megara por su parte solo perdió el equilibrio momentáneamente dándose cuenta del arma que la había atravesado, soltó la guadaña de sus manos tomando el extremo de la lanza que sobresalía por su pecho.

—¡EVIE! —Cass cubierto de sangre y con la ropa rasgada descendió de los cielos con una mirada de incredulidad; los lobos por su parte no se atrevieron a moverse. No cuando la mujer frente a ellos hizo que el cielo se nublara en cuestión de minutos.

Cass intente acercarse para ayudarla, pero las llamas se extendieron como alas haciéndole imposible el paso. Los pies de Megara se despegaron de la tierra a un metro de distancia del suelo mientras la lanza se derretía.

Los rayos y truenos no tardaron en llegar cayendo cerca de donde estaban los lobos.

Elena —susurro Cass, un mensaje mental directo a Megara, pero esta no respondió ni se inmuto. La manada-aquelarre Lovelace llego dispuestos a pelear contra lo que sea, pero la escena frente a ellos los dejo en pausa; sentimientos mezclados entre terror, horror y sorpresa, frente a ellos Evie Lovelace estaba levitando envuelta en llamas con un color esmeralda en sus ojos.




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