Encontrando...amor?

Capitulo 87

nota: escenas graficas de violencia, leer bajo su propio riesgo.

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ella estará bien. —Cass mantenía su voz neutral, pero el pánico crecía en sus ojos; el ambiente tenso se mantenía en calma mientras ellos protegían con dientes y garras lo que ponían y a quienes podían, la magia de muchos no funcionaba y les tocaba pelear con armas.

Walter se sentía agitado mientras sus lobos a su alrededor esperaban órdenes.

espero que se quede allí —Cass intento no reírse para sus adentros. Emitiendo su silbido agudo, hizo que su ejército de más de quinientos cuervos cubriese los cielos interponiéndose entre los soldados brujos enemigos y los habitantes del valle, habían atacado hasta cierto punto, ahora se mantenían allí, a la espera.

Walter olfateo el aire descubriendo porque todos mantenían la calma, incluso su hermano, Levi. Su padre se aproximaba con pasos decisivos y muchos lobos a su alrededor. El hombre al olfatear a lo lejos, sonrió complacido y con un aullido fuerte y retumbante que hizo a los lobos correr directamente a donde se encontraban los cuervos.

—Magnus…ya es tiempo —Cass no despego la mirada del mas de personas intentando desesperadamente atacar a los lobos que se le venían encima, fallando en el intento mientras estos dejaban cuerpos partidos a la mitad y mares de sangre por todas las calles.

Magnus rápidamente movió sus manos nombrando el hechizo que esperaba no volver a usar durante mucho tiempo; su cuerpo comenzó a brillar repentinamente al igual que el resto de cuervos que comenzaron a caer del cielo convertidos en humanos, subiéndose al lomo de los lobos cortando con dagas por las ranuras de las armaduras mientras otros atacando directamente en las orejas de los animales haciéndolos gritar de dolor.

Los disparos no cesaron, contra los cuervos ahora hombres y mujeres quienes con agilidad esquivaron las balas protegiendo a los aldeanos como podían.

Superándolos en número, la mandíbula de los lobos mucho más mortífera, comenzaron a devorar más cuervos.

El grupo de la manada de Walter al no estar preparados el numero apenas llegaban a cien. Defendiendo como podían a los brujos y hechiceros del valle incluyendo a los Lovelace, en un mar de sonidos de huesos rompiéndose, disparos y espadas.

¡LEVI! ¡NO! —grito en la mente de su hermano mientras este ataco sin piedad a una de las brujas mordiéndola en el hombro, rasgando este con una de sus patas delanteras haciendo que el cuerpo de la frágil mujer cayera una parte al suelo mientras la otra seguía sostenida del hocico del lobo, la sangre y las vísceras salían disparadas en un sonido chapoteando. Ante el horror frente a sus ojos una brisa rápida ataco por un costado al lobo haciendo que soltara el brazo inerte.

—Lisa… Lisa… —Isabel alarmada y en estado de shock apenas podía recoger la cabeza descolocada de la joven mujer quien con una expresión de sorpresa y vaciá, se mezclaba con la sangre que se encontraba con la de muchas otras personas.

Isabel, cegada por el odio iba a atacarlo, lo que no esperaba era encontrar a Walter rasguñando y mordiendo la armadura de su hermano al punto de quitarle algunas partes de este.

El sonido de un aullido a lo lejos lo alerto, varios lobos corrieron al llamado dándole ventaja a Levi de regresarlo los golpes dislocándole una pata que en segundos se regenero. El hermano mayor miro con asombro como el menor le gruño, pero olfateo el aire, el olor de su pareja lo alerto e hizo que comenzara a correr.

—Cass… Cass… los lobos… ella está en peligro —el cuervo apenas podía estar consciente de su entorno, debía mantener el hechizo sobre sus hermanos para que estos siguieran luchando. Alejando a todos de Magnus mientras este se encontraba en trance por el hechizo que lo ataba a los cuervos.

—¡¡Isabel!! ¡Ve! —gruño en voz alta, pero la mujer dejo un pequeño beso en la cabeza de Lisa Lovelace, dejando con cuidado la cabeza sobre la tierra destrozando a su paso a varios humanos y lobos por igual.

—¡disparen! —se escuchó desde atrás de Megara, mas no se inmuto. Cass intento hacer una barrera, pero esta se le vino abajo en cuestión de segundos.

Walter observo con odio a su hermano y a su padre juntos, mientras en el otro extremo los lobos que iban a atacar a Megara se transformaban en humanos manteniéndose arrodillados y otros con las manos en el pasto quemado.

—son unos inútiles… no pueden con una simple bruja —gruño cada palabra haciendo que Megara y su lobo en llamas se giraran; la figura de la gran bestia bajo su cabeza volviéndose solo humo.

—Thomas… Rothlow —la voz entre la espesa neblina que quedo del humo hacia que los ojos verdes esmeralda sobresalieran; uno de los hechiceros al lado de los lobos hizo que el viento alejara el humo encontrando a una mujer delgada, pálida con el cabello espeso y completamente negro mirando a Thomas directamente.

El hombre quien había tenido confianza en regresar y atacar directamente a su hijo en lo que este llamaba Manada, miraba a la mujer que él creía muerta, la versión aniñada de aquella noche regreso a él casi de golpe.

—esto no les incumbe. —dijo con desprecio mirando a los brujos y hechiceros que acompañaban a Thomas Rothlow y con un movimiento de su mano estirada hacia ellos, estos comenzaron a tocarse el pecho mientras se retorcían y caían inconscientes en el suelo.




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