Encontrando...amor?

Capitulo 94

—esperaba que este día no llegara —murmuro para mi viendo el caos que han creado mi esposo y los trillizos, Walter está llevando a los tres en su lomo mientras va por todo el jardín, los niños más grandes solo parecen estar esperando su turno.

Creo que nadie ha notado que dejaron la sala echa un desastre.

Estos años he aprendido a usar magia de restauración, solo para arreglar jarrones y platos rotos, levitación para poner todas las cosas en su lugar.

Dylan ya tiene diez años y es el más distante con sus hermanos, hice lo mejor que pude para que no sintiera que todo el peso de sus hermanos recaía en él, que fuera un niño normal, pero tal vez está en su etapa de individualidad. Se la pasa concentrado en leer algunos libros que logramos dejar que los niños leyeran sobre el mundo sobrenatural y como muy pocos humanos sabían de la existencia de la magia y los seres sobrenaturales.

No quiero interrumpirlos así que con un solo movimiento de mi mano hago lo que mejor se hacer, acomodar el desastre de mis hijos porque no quiero discutir, hoy me siento cansada.

Todos se habían repartido sus obligaciones hace años y las mías quedaron a manos de Walter ¿decisión propia? Un poco, pero las firmas son mías y las decisiones igual, nuestro vinculo se ha vuelto más fuerte que antes al igual que la necesidad.

No sabía que los lobos tenían esta clase de vínculos fuertes, pero según las expertas palabras de Cass es solo por el hecho de que tuve mis poderes apagados durante toda mi niñez y adolescencia que hizo que el gen de lobo que debía ser escaso, creciera y tomara el mando, ayudándome en el proceso.

Solo miro lo que este vínculo nos hizo y una sonrisa se me escapa de los labios. Tener seis hijos con nombres casi inspirado en las personas que no están en mi vida ahora, pero que fueron de alguna manera un ancla dentro de esta nueva vida.

Apenas nació el primero los dolores fueron tan fuertes como el dolor de ver la vida arruinada de Dylan, un padre que lo vendió como banco de sangre para cazar a más de los suyos y convertido en vampiro a tan temprana edad para que tuviera alguna libertad, pero ni eso pudo hacer.

Luego vinieron las gemelas, dos pequeñas niñas con magia caótica en las venas, desde que nacieron solo parecían comunicarse entre ellas para hacer travesuras y coordinarse tan bien que da hasta miedo mirarlas tomadas de la mano en un pasillo largo a mitad de la noche. Pero sus nombres tenían algo más de significado para mí, Clara por mi madre, Clarence y Aurora (Rory) por la madre de Walter.

Mientras que los trillizos fue algo que incluso lo supe apenas sentí la chispa en mi vientre; Robert por Boby, mientras trabaje para él me cuido con recelo, me dejo ver siempre una cara honesta en el bar, jamás hubiera sospechado de él y Walter; Keith verlo ahora más grande sé que no falle al usar ese nombre, Cass lo detesta, pero él se parece demasiado en cuanto a actitudes, Keith parece ser más irritante e intolerante con sus hermanos, más cuando los escucha llorar, Lana por otro lado es la única que tenemos que darle una charla a sus hermanos sobre que ella no tiene magia sino que es una loba, pero eso no quiere decir que no tenga dones o no pueda pasar a sus hijos los genes.

Pensar en todo ello me hace sentir como un sujeto de prueba para el consejo catedrático que se creó en el valle. Todos miraban a los niños e incluso mi pediatra los examinaba de más para debatirlo, es una de las razones por las que no quiero ni acercarme a esas personas, no puedo lidiar con él hecho de que mis hijos son los primero lobos-brujos en esa generación.

La historia de la familia Lovelace a traído no solo críticas y miradas de asombro por parte de profesores y periodistas que hemos tenido que sacar del pueblo por cómo hacen sus “entrevistas”. Una vez me miraban supieron que no tenían el mismo valor que cuando lo plantearon la primera vez, Walter me dijo que fui la razón de que todos se fueran de la ciudad esa misma noche, justo cuando el planeaba decirle que se fueran ellos lo hicieron voluntariamente.

Isabel se encargó de las entrevistas al igual que la turbia historia de Henry. Han pasado varios años y lo he visto mucho mejor que en los primeros años trabajando en todos los demonios que vi en su mente.

¿los enemigos? Ellos por fin han caído todos y las multas millonarias aún siguen apilándose en casa, algunos incluso han apelado por el perdón de nuestra familia e incluso para eso en las cenas familiares tenemos que poner un momento de pausa.

Si no recuerdan bien, estos sobrevivientes eran hijos de hijos, su sangre esta tan diluida que solo era un leve aroma para los vampiros y lobos que los estaban cazando, nunca quise indagar en sus mentes para saber sus traumas, solo con ver dos de ellos me basto para no quererme preguntar más por ello.

Como matriarca de esta familia debo mantenerme culta, educada y matemáticamente adiestrada en la brujería, Lucien parece mucho más sobrio que en sus inicios, aunque nunca lo dijo llego una noche a casa con una insignia de sobriedad y sonreí, incluso él tenía sus batallas que no compartió, todos tenemos una guerra interna que jamás compararemos con la de alguien más, pero estuvimos allí.

—mami… —tiran de mi falda corta al punto de que siento que se me caerán, miro abajo y allí esta unos cabellos negros mirándome con demasiada atención ¿el detalle? Tiene las manos manchadas de rojo, una de ellas ya manchando mi falda y la otra en su boca chupándola, pero no rojo sangre, rojo claro, tan claro como…




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