Encontrando...amor?

Capitulo 96

—¿alguna cosa más que quiera saber? —ella parecía calmada mientras hablaba, creo que todos los cuervos son demasiado formales conmigo, no como Cassspian.

Solo decir su nombre me hace reír.

En fin.

—Cass menciono una vez, que podía ir a ese lugar si lo quería, ya sabes, estuve muerta unos momentos y eso —no sabía cómo mi ansiedad comenzó a subir por mi garganta tan rápido. Los ojos de ellas me miraron alerta.

—¿quiere ir allí? —su voz se elevó un par de tonos dejando ver el pánico en sus ojos.

—hay algo que no estoy entendiendo, no voy a arriesgar tu vida por esto, pero necesito un poco de guia —intente aclararlo y ella solo comenzó a negar tantas veces con su cabeza casi asustada.

—mi señora, no la dejare ir sola —ella tomo rápidamente mi mano, tenía una firmeza y una calidez en sus palmas extraña. —es mi deber protegerla, iré con usted —abrí la boca para negarme, pero su determinación es mayor, después de todo, ellos están aquí para protegerme.

Suspire con pesadez.

—iremos y ambas regresaremos —ella asintió sin dejar de mirarme. —¿necesitamos alguna cosa? —pregunte recordando que Cass solía buscar velas, pero ella negó.

—ya que no iremos allí de forma presente, pintar un circulo será suficiente—ella se levantó y le incito a hacerlo tambien, ella misma cerro los ojos y con magia un circulo dorado apareció a nuestro alrededor. —mientras estemos dentro de este círculo no le pasara nada a nuestros cuerpos. —me quede mirando el circulo dándome cuenta que la línea no era una línea simple, había palabras a su alrededor escritas.

Ella extendió sus manos y yo las tome.

Ambas cerramos los ojos y poco a poco el frio del pánico que sentía fue suplantado por una brisa fría que me pareció familiar.

—puede abrir los ojos —su tono de voz fue baja, con lentitud los abrí solo para darme cuenta que todo está oscuro, era como tener los ojos cerrados.

—¿Por qué todo esta oscuro? —hable igual de bajo que ella intentando mirar a todos lados.

—bueno, imagine que usted estaba pensando en ello, porque donde teníamos que llegar por lo menos debía haber algo de luz —ella aun tenia mis manos sujetadas y podía sentir sus manos apretar las mías.

—bueno… ¿podemos caminar? —pregunte a lo que ella respondió con un pequeño “si” casi no queriendo decirlo.

Solté una de nuestras manos e invoque una pequeña flama, la luz apenas nos ilumino la cara a ambas, ella se veía asustada, incluso tenía una daga en su mano.

—¿qué espera encontrar aquí? —pregunto con temor intentando mirar a todos lados.

—bueno, primero, necesito saber porque mi abuela ocultaría algo aquí y porque la Diosa de la Luna no sabía que estaba en su propio plano. —vi la cara de la mujer fruncir las cejas en confusión, si le hubiera preguntado eso mientras estábamos en nuestros cuerpos creo que no me había atrevido.

La diosa no es omnipresente, no es omnipotente, ella no sabe muchas cosas que salen en ese libro.

—cuando leí el libro, había partes que no faltaban, partes que yo si recuerdo —dije mientras caminamos de manos tomadas, yo casi la iba arrastrando, se notaba el pánico en su mano ajustada.

—¿el libro tendría que tenerlo todo? —cuestiono ella, tal vez llegando a la misma conclusión que yo.

—todo, puntos, comas, todo debería estar descrito allí, pero no, faltaban cosas —las cosas que faltaban eran los encuentros que Evie chiquita me mostro, como la biblioteca multiversal.

Seguimos caminando durante lo que parecieron largos minutos, la brisa aquí es escasa, casi nula, solo existe este frio intenso y la oscuridad que se traga todo a su paso.

—¿escucho eso? —dijo deteniéndose abruptamente.

No podía escuchar nada más allá de la sangre bombeando en mis venas y los latidos de mi corazón acelerados.

El sonido que ella menciono se hizo un poco más fuerte, se sentían como pisadas, el suelo bajo nuestros pies tembló, me sentía como en una película de terror, justo como en esa película de Jurassik Park, estaba esperando que aparezca un dinosaurio frente a nosotras, pero de alguna manera por el sonido podía saber que estaba aún en una larga distancia.

Puse a la chica detrás de mi soltando su mano y apagué mi flama, en la oscuridad con un par de movimientos de mi mano hice un circulo de fuego violeta y como aquella vez, lo intensifique varias veces, más de diez círculos de fuego y hasta esa distancia solo se podía ver el fuego y una figura enorme se quedó allí parada mirándonos directamente.

Sé que acabo de darle nuestra ubicación, pero algo me dice que ya sabía que estábamos aquí.

Levanto la mirada y esos ojos blancos estaban mirándome directamente.

—se-señora, es mejor que nos vayamos.

—no, espera, dime que es —a pesar de las flamas estas no llegaban directamente al cuerpo del monstruo frente a nosotras.

—eso, eso es una de las bestias peligrosas de este lugar —su voz sonaba asustada y quebrada, algo me decía que ni ella sabía que había en este lugar. Se siente igual que el océano profundo.




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