Encontrando...amor?

Capitulo 97

—¡¿Por qué tenías que llamarlo?! —grite enojada cruzándome de brazos, Casssspian lleva rato regañándome sobre lo peligroso que había sido ir a ese sitio, convertí de nuevo a la chica en ave y ella se marchó.

—no puedes hacer eso, ellos son mis soldados, no puedes. —su voz bajo de tono de manera peligrosa y solo retrocedí cuando esos ojos negros me miraron de una manera amenazante. Apreté los puños ¿iba a intimidarme? Oh no, creo que se le olvida quien soy.

—Caspian callate y dejame hablar —dije alto y claro, sus ojos negros se abrieron con sorpresa e indignación, creo que di en una fibra sensible.

—¿Cómo me llamaste? —su tono seguía siendo un peligro para quien estuviera en frente, menos para mí.

—por tu nombre ¿algún problema? Entiende- —iba a hablar, pero me interrumpió.

—no, no voy a entender porque tenías--

—¡Cass! —él entonces guardo silencio. —dejala hablar. Sé que ambos estamos alterados, pero ella tiene sus razones ¿no? —yo solo asentí a las palabras de Wally y luego de un largo silencio suspire y ordene mis ideas.

—me preguntaste porque estaba tan distraída y decaída —él asintió y Cass se mantuvo callado peinándose el cabello hacia atrás. —pero desde ese día no me ha pasado —guarde silencio un momento tomando aire, tal vez ella se entere ahora sí.

—había algo extraño en dos cosas… ¿Por qué la diosa no sabía dónde estaba el libro? —ellos guardaron silencio. —piénsenlo, solo un momento.

—¿Qué estás diciendo? —Walter se cruzó de brazos sobre su pecho realzándolo aún más.

—el libro es una historia ¿Qué harías si toda tu vida está escrita en él? —pregunte mirando a Cass y este frunció el ceño, el mismo sabia la respuesta.

—pero… ¿Por qué no lo podía leer? —concluyo él y con un chasquido de dedos frente a él, queriendo que respondiera su propia pregunta.

—¿Grim? —Chasquee los dedos hacia Walter esperando que siguiera —Él tuvo el libro primero. —se respondió a lo que asintió, parezco uno de esos locos conspiranoicos sobre la tierra plana.

—Grim lo hechizo para que solo un Lovelace lo leyera. —respondió Cass, podía ver en esos ojos negros que estaba llegando a mi punto.

—no, no cualquier Lovelace —dije mirándolos a ambos como si tuviera demasiada cafeína encima.

—¿Por qué mujeres? —cuestiono Walter paseando de un lado al otro, con el ceño fruncido.

—porque la historia seria manipulada. —respondió Cass llegando rápido al hilo de sus pensamientos. —las mujeres sacrificarían algo por un bien mayor. —creo que tal vez pensó en la abuela, cada vez que lo hacía tenía esa expresión triste en el rostro.

—todos los ancestros se sacrificaron para llegar a este día, pero… ¿Por qué la abuela lo oculto en ese lugar oscuro? —ellos se quedaron en silencio. —cuando le pregunté a esta chica dijo que allí había cosas inimaginables, pero no encontramos nada hasta que encendí mi flama.

—ellos pudieron verte —Cass parecía que había hecho un gran descubrimiento.

—cuando fuiste a buscarme ¿algo te ataco? —pregunte y las cejas de Cass casi se unen.

—te dije que no apagaras tu luz —fue más como una respuesta aleatoria de su propio cerebro, yo asentí.

—entonces ¿Por qué no me atacaron? —intente que el llegara a la conclusión que mi cerebro ya había llegado.

—hoy casi lo hacen —puse los ojos en blanco.

—no, no fue así. —respondí con fastidio

—¿Qué? —ahora el parecía incrédulo, sus ojos me escanearon de arriba abajo.

—esos ojos brillantes de la última vez… no era un demonio o una bestia, era un gato gigante. —espere que así entendiera lo que quería decirle, y al parecer su cerebro colapso.

—¿Qué? ¿un gato? —Walter nos miró sorprendido, creo que es normal que haya cosas feas allí, pero no un gato, no uno gigante por lo menos.

—siguiendo la lógica gatuna ellos no atacarían, tienen incluso una pose de ataque —intente explicar por si se les había olvidado la forma que incluso una leona caza, ellos acechan y luego…

—el gato no iba a atacarte. —concluyo Walter y suspire aliviada.

—lo vi en sus ojos… no quería atacarme, esta vez logre verlo, siento que lo conozco —confesé y ellos me miraban como si me hubiera vuelto loca.

—¿la sensación de tus memorias perdidas regreso? —Walter tomo mi mano intentando darme algún consuelo así.

—no es solo una sensación, sé que algo falta, pero de nuevo ese sentimiento está regresando —pase mi mano en mi pecho, el sentimiento se arremolinaba allí, como si en cualquier momento fuera a salirse.

—si la diosa lo sabe…

—¿Por qué seria eso un problema? —ambos nos quedamos en silencio. —¿Qué no me están contando? —Walter nos miró con desconfianza, yo solté la mano de Walter para recordarle el pequeño problema.

—ella vino a buscar el libro por su cuenta…ella me regreso el color a mi cabello. — confesé tocando mi cabello negro, creeme que estuve pensando en usar un tinte permanente para volver a mi tono oscuro, pero el rostro serio de Walter me confundió.




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