Encontrarte

11: Salvación

Luca

 

"Debería volver, arrastrarme al mismo agujero del cual salí... Pero no tengo la fuerza necesaria para hacerlo, ya no.

Te mereces más, mucho más de lo que yo podría darte. No te conozco, no en realidad, todavía no, no lo suficiente, pero sé que no me equivoco. Mereces más de lo que puedo darte, te mereces a alguien que te ame, y que te apoye y esté contigo siempre, alguien que pueda acompañarte, ayudarte a alcanzar todo lo que te propongas, cuidarte... Yo no puedo darte nada de eso, mi mundo es cruel, y frio y solitario e imaginarte en él me rompe el corazón.

Te mereces esa oportunidad de vivir que a mí me arrebataron de las manos hace tanto tiempo... Todavía no logro superarlo, quizás esa es la raíz del problema.

No planeaba encontrarte, nunca imaginé que siquiera podrías estar ahí afuera, en alguna parte, y aunque jamás podría arrepentirme de haberte encontrado, si me arrepiento de con qué intenciones lo hice.

No me merezco ni que me mires.

He estado consumido en mi ira, en mi dolor, en mi sufrimiento por tanto tiempo que dejé que me consumiera todo eso que sentía, por años lo único que pude sentir fue esa desesperación en el pecho que viene con perder a alguien que amas, esa que te saca el aire y hace que sólo puedas encogerte sobre ti mismo, intentando aliviarlo. Conocí la desesperanza, el dolor, el rencor, el arrepentimiento, la sed de venganza... Me convertí en un monstruo, alguien despiadado y repugnante, indigno de tí. Me convertí en eso que tanto había repudiado en vida, y fui capaz de darle mi mismo destino a alguien más con tal de conseguir lo que quería.

Encontrarte fue lo mejor que pudo pasarme... Encontrarte es lo único que habría podido hacer que recobrara mi sentido común.

No sabía realmente cuán mal estaba sino hasta que te vi a los ojos y pude respirar otra vez. Había olvidado todo lo que sabía sobre mi, había dejado atrás todo aquello que me hacía humano. ¿Hacía cuánto que no hablaba?¿Que no escuchaba mi propia voz a no ser que estuviera sollozando o gritando de impotencia?¿Hacía cuánto que no recordaba mi nombre, o qué significaba el amar a alguien más?

Lo cambiaste todo. Nos salvaste a todos, porque sé con certeza que lo que habría hecho de no haberte encontrado habría sido espantoso.

Tu sonrisa salvó al mundo, tu sonrisa me salvó a mí.

Lo daría todo por poder tomar tu mano sin que te hiciera daño, por poder abrazarte, sostenerte, por poder mirarte a los ojos y saber que no me temerías si supieras la verdad. No sabía que estaba perdido, vacío, hasta que te encontré.

Solo una persona alguna vez tuvo ese efecto en mi, creí que nunca más me sucedería, que estaba destinado a rondar la tierra por el resto de mis dias lamentando lo que perdí y convirtiéndome cada vez más en un monstruo irreconocible de lo que solía ser, de quién solía ser.

Me devolviste la vida.

Había olvidado tantas cosas, tantos detalles, tantos recuerdos... Quiero compartirlo contigo, pero no puedo.

Yo..."

Un golpe fuerte me distrajo de repente. Levanté la cabeza y escuché con atención. La luz de la luna es leve, pero suficiente para mí. Lo único que oigo por varios segundos es el batir de alas, el sonido de insectos nocturnos a mi alrededor. Luego de un momento, el motor de un auto encendiéndose y alejándose en la distancia.

Recosté la cabeza contra el tronco del árbol a mis espaldas y balanceo una pierna, que cuelga de la rama.

Las estrellas brillan con intensidad en el cielo.

Volví a mirar mi cuaderno, posicioné el lápiz y continué escribiendo.




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