Encrucijada: La profecía y el tigre

CAPÍTULO 7 Migración

Después de enterrar a sus muertos, Lena y los otros comenzaron la recolección de víveres, la fuerza que despidió Lena llegó hasta los barcos de los Ostrogodos según confirmó Seren, así que los trajeron a tierra firme para anclarlos ahí.

Para ellos todo era raro y triste, andaban por la Isla, pero sentían una tremenda soledad que les dolía hasta los huesos, por las tardes practicaban con sus armas para ser diestros, sabían que así como habían llegado los ostrogodos, más vendrían a buscarla al no tener noticias de su destrucción, Lena en momentos pensaba quién estaba detrás de todo esto, quien se había llenado de tanto egoísmo y maldad, con tanta sed de poder para sentenciar al mundo a ser destruido por quien lo creo.

Seren en momentos del día, volaba muy alto, cada vez más, para ver los límites de la isla y asegurarse que no había peligro de invasión, después volaba por ahí de arriba a bajo de un lado a otro, casi al raz de las olas, decía que era relajante sentir la brisa del mar, eran diestros para cazar y hacer comida, ya que en la aldea desde temprana edad les enseñaban este tipo de cosas, los ancianos decían que era por cualquier eventualidad; la verdad es que los ancianos siempre tuvieron fe que sea quien viniese respetaría la vida de los niños y niñas, dado el resultado estaban muy equivocados.

Así estuvieron viviendo durante 3 años más en algunas ocasiones llegan más espías o más enemigos de otras tribus y ellos los repelían esto también les ayudaba para de algún modo entrenar y entender mejor sus armas Lena sabía que debía de aprovechar el tiempo que se le concediera para prepararse, y partir ya de La Isla aunque ella sabía que postergarlo tanto era permitir que más inocentes sufrieran.

-Sigurd ya es tiempo de que nos marchemos, cada vez vienen enemigos más preparados y aunque estamos en nuestro territorio y lo conocemos bien, llegará un momento en que ya no seremos lo suficientemente fuertes para poder contraatacar. Así que para mañana, revisaremos las embarcaciones para elegir la mejor y nos marcharemos. Tú sabes mejor que yo cuál es la óptima para empezar nuestro viaje, no sé qué tan lejos estemos de algún punto, por lo que no sabemos cuánto duraremos en altamar, pero sé que mi Madre no nos dejará solos, así que por favor, empecemos a recolectar todo lo que necesitamos y antes de irnos, nos despedimos de nuestros padres, porque no sé si volveremos- le comentó Lena en un tono de pesar.

-Está bien mi señora, le comentaré a Seren su orden y estaremos preparados para mañana… ¿Usted está bien? - le cuestionó el muchacho ya que realmente la veía un poco preocupada. 

-No Sigurd, estoy preocupada por nuestra empresa, no sé qué nos depara allá afuera. Aunque todos estos años hemos vivido simplemente sobreviviendo créeme que tengo un poco de temor de qué es lo que nos vamos a encontrar y que toda esta tierra que amamos tan profundamente ya no será nuestra y me duele el corazón pensar que tal vez no la vuelva a ver - convento Lena Mirando a su alrededor con una mirada de desolación.

-Lo sé mi señora, pero usted ha nacido bajo la estrella que la ha elegido para resolver los conflictos de esta tierra y si es voluntad de Isis que está perezca, nosotros que podemos hacer?, solamente confiar, tener fe y llevar a buen fin nuestra encomienda - le dijo el muchacho tratando de consolarla. 

-Ay Sigurd, me gustaría que lo que has dicho calmará mi corazón, pero ahora sé que cada decisión que tomé tendrá consecuencias, más allá de lo que pudiera imaginar; quisiera aun tener a mis padres y a los ancianos que me explicarán más, que me enseñaron más, para tomar las decisiones correctas de este mundo, es muy pesado llevar esta carga- comentó Elena con un hilo de voz.

-Señora sabe que cuenta conmigo. Es cierto que su carga jamás la soportaría yo, pero eso es una realidad de que usted ha sido dotada de todo aquello de lo que requiere, el mal nos ha hecho una mala jugada y usted no ha sido preparada como quisiera, pero estoy seguro que tomará las mejores decisiones, porque la primera que ha tomado es decir sí, y eso no cualquiera lo hace sabiendo cuál es su destino. Aún así, usted sigue adelante, muchos más hubieran dejado de lado la decisión y simplemente se habrían marchado; pero usted no mi señora, usted valientemente le ha dicho que sí a un destino incierto… Usted me está pidiendo que mañana tenga todo listo para marcharnos y lo estará- se acercó el muchacho vacilante como queriendo darle un abrazo de consuelo, pero sabía que no era digno de abrazar a su señora, así que sólo le acarició un hombro. 

-Gracias, tú y Seren, son regalos preciosos que me ha dado Isis, sin ustedes dos, seguramente no hubiera pasado ni los dos primeros días. Les amo profundamente y principalmente por ustedes no descansaré hasta que esto termine y ustedes tengan realmente lo que merecen… una vida preciosa.- le tocó con su mano la mano que había puesto sobre su hombro. 

-Y creo en usted mi señora y creo lo que me dice ahora, entiendo qué mejor destino no pude haber tenido, agradezco a ISIS que me permitiera acompañarla, en algún momento pensé que sería mejor morir junto a mis padres; pero eso hubiera sido una muerte cobarde y sin sentido, porque entonces el sacrificio de mis padres no habría tenido ningún valor, ahora podré honrarlos defendiendo su vida mi señora- el chico hizo una reverencia- Bien! buscaré a Seren, prepararemos la cena después de dar el recorrido de vigía y mañana a primera hora partiremos - Sigurd cerró un ojo y le dio un leve apretón sobre el hombro y se marchó

Sola Lena miró alrededor y se sentó junto a las escaleras del porche de su casa, vio como se alejaba Sigurd y nuevamente agradeció a Isis por su presencia. Hizo un repaso mental de lo que requería ser y todas las palabras que le había dicho su madre Isis, trató de grabarlas en su corazón para no equivocarse y hacer las cosas como ella lo había dicho, le rodaron unas lágrimas por su mejilla al recordar a su padre y a su madre, se llevó sus manos al rostro, las dejó ahí, hizo una oración y así en silencio honró a su aldea;  luego de meditar un poco se levantó, miró al cielo dio suspiro grande y entro a la casa para comenzar a tomar lo que se llevaría el día siguiente.




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